Arranca una nueva edición del festival internacional de cine fantástico de Sitges. Después de dos años azotados por la pandemia, los cambios y las adaptaciones tanto de los organizadores como de los fans, por fin podemos disfrutar de una edición como las de antaño. Había ganas por parte de todos. Y se nota. El despliegue realizado este año intenta compensar todas las carencias que hemos estado sufriendo estos últimos dos años en una edición tan potente que casi recuerda a su edición de 2017 cuando el festival celebró por todo lo alto su medio siglo de vida.
Sin más preámbulos, aquí os dejamos con lo mejor que hemos podido ver en el festival hasta la jornada de hoy.
Mantícora (Carlos Vermut)
La nueva obra de Carlos Vermut (Magical Girl o Diamond Flash) nos regala este film de terror costumbrista donde, con ritmo pausado, vemos la transmutación (metafórica) de un diseñador de videojuegos devorado por su propia obra y por su entorno.
La trama se desarrolla entre momentos y silencios incómodos, donde Julián, un joven talentoso y aparentemente tímido que se dedica a diseñar monstruos para videojuegos, comienza a transformarse poco a poco en uno mientras su zona de confort es destruída por el devenir de los acontecimientos, redescrubriéndose a sí mismo de las maneras más perturbadoras posibles.
Mantícora habla sobre la pedofilia y los monstruos internos, el odio, la repulsión y la aceptación (o falta de ella) en un relato sórdido que pesa, tanto en sus diálogos como en sus planos. Con un ritmo pausado que a veces juega en su contra y, otras muchas, incomoda y destruye..
Hunt (Lee Jung-Jae)
Lee Jung-Jae (más conocido por ser el protagonista de El juego del calamar) ha sorprendido dirigiendo su primera película. Un thriller de espionaje entre las dos Coreas en uno de sus momentos más tensos, donde todo el mundo parece guardar secretos que no sólo pone en peligro sus vidas, sino la de millones de coreanos a ambos lados de la frontera.
Atrapado dentro de un ritmo imparable, el dúo Lee Jung-Jae y Jung Woo-sung están estupendos y entregados al máximo, con una química genial entre ambos actores en una estupenda película llena de suspense, acción, giros de guión y un despliegue de medios que podría rivalizar con grandes superproducciones de occidente. Sin duda, un sí rotundo.
Venus (Jaume Balagueró)
Dentro del sello The Fear Collection y amparada por Sony y Pokeepsie Films (productora de Álex De la Iglesia) que ya nos presentaron en la anterior edición del festival de Sitges el film Veneciafrenia, esta vez le toca el turno a Jaume Balagueró, que ha irrumpido en el festival de Sitges como un huracán con Venus. Una adaptación libre del relato Los sueños en la casa de la bruja de H.P. Lovecraft que protagoniza una espléndida Ester Expósito pudiendo considerarla una de las grandes Scream queens del panorama de terror actual.
La película tiene todo lo que se le puede pedir cuando alguien como Balagueró está al timón. Una trama interesante y espléndidamente bien narrada, con su fórmula perfecta entre humor, terror, sangre y música patria para acompañar un cóctel perfecto.
Unicorn Wars (Alberto Vázquez)
A día de hoy, la gran sorpresa del festival viene de la mano de Alberto Vázquez con Unicorn Wars. No os dejéis engañar por su premisa, ya que el concepto de un ejército de osos amorosos enzarzados en una guerra contra los unicornios poco o nada tiene que ver con lo que se ve en pantalla.
Encapsulado en un precioso envoltorio de fieltro de colores brillantes, esconde una brutalidad de imágenes magistral. Una quimera entre La Chaqueta Metálica y La Princesa Mononoke en un universo dibujado por los artistas de dibujos violentos y ultrasangrientos como Happy Tree Friends. Una trama totalmente adulta, donde los horrores de la guerra, la religión y los dramas familiares campan a sus anchas entre el olor a pólvora, sangre y las frambuesas.
Unicorn Wars se ha convertido, de manera instantánea, en una película de culto del cine de animación.
