Es evidente que el mundo de las series ha dado un salto de gigantes en cuanto a calidad y cantidad, sobre todo durante los últimos años, la prueba está en que sólo en EEUU en los años 80 se producían una media de 60 series al año, en el 2015 pasan de las 400, sin contar el auge de series europeas, británicas, danesas… el resultado es que es imposible verlas todas.
¿Porqué este aluvión de series?. Uno de los motivos es debido a la forma en que ahora las podemos ver. La primera serie a la que me enganché fue Twin Peaks, la veía cada semana, sin faltar ninguna, esperando a ver que pasaba en el episodio de esa semana, hasta que sin previo aviso Telecinco decidió cambiar la hora, luego el día, y luego sin mas desapareció. Lo mismo ocurrió con Doctor en Alaska y con una infinidad de series mas. Las cadenas dependían de las audiencias y movían sus parrillas televisivas con respecto a ellas. Gracias a los dioses, internet llegó a nuestras vidas y con ello, la forma en que concebimos la televisión. Ahora puedes ver el episodio que quieras, cuando quieras y las veces que quieras, ya no dependes de un horario de emisión. La manera de verlas también ha cambiado, hay quien quiere ver el episodio en cuanto se estrena y el que prefiere esperar a que la temporada acabe por completo para luego verla entera.
No hace tantos años, las series no «tenían final», solo eran una sucesión de episodios hasta que un día la serie se acababa, como mucho hacían un episodio especial de despedida y ya está, pero no se cerraban tramas, no se resolvían conflictos… ahora pedimos una coherencia, una resolución, y esto ha hecho que los guiones cada vez tengan que ser mejores. No hace tantos años, que un actor de cine saliera en una serie era como dar un paso atrás en su carrera y ahora los actores piden estar en proyectos para televisión. No hace tantos años, una persona que veía mucho cine era un cinéfilo, una persona enamorada del séptimo arte, y quien veía una serie solo «veía la tele». Son pequeñas cosas que poco a poco han ido cambiando y el resultado es que ahora las series están al mismo nivel cultural y técnico que el cine.
¿Porque son tan adictivas?. Digamos que podemos comparar el cine con un cómic y una serie con una novela. En el cine todo es más rápido, te metes en la vida del personaje durante dos horas y te vas, en una serie hay mucho más tiempo para desarrollarlos, empatizas mucho más con ellos, sientes que forman parte de tu vida y dejan un vacío cuando se van. Ahora la cantidad de temáticas disponibles en cuanto a las series es infinito, hay series de música, política, terror, mafia, fantasía… es imposible no encontrar algo de lo que no enamorarse y a lo que engancharse.Las redes sociales están ayudando claramente a la difusión de las series sobre todo a la hora de recomendarlas, pero también son un arma de doble filo y puedes ser víctima de los spoilers.
¿Hay una «burbuja de series»? ¿Acabará por terminarse este boom?. Nadie podía predecir hace unos años el magnífico momento que disfrutarían las series ahora mismo y nadie puede decir como veremos las series en un futuro, pero está claro que las cadenas cada vez apuestan e invierten más en ellas. Esperemos que la tónica continúe y podamos disfrutar de ellas durante muchos años.
No podeis perderos este fantástico vídeo de la serie Portlandia, parodiando a los adictos a las series.
