Reseña: «El momento de decir adiós», de S. D. Robertson
Resumen de la Crítica
Puntuación
Una historia agridulce sobre el vínculo especial entre un padre y su hija.
El momento de decir adiós (HaperCollins, 2017) es la primera novela de S. D. Robertson, un autor que realiza un retrato desgarrador sobre el amor de un padre por su hija.
Creo que este es uno de esos libros a los que la contraportada no le hace un franco favor. Sin embargo, por una vez, y sin que sirva de precendente, esto es hasta bueno porque probablemente te harás una idea equivocada y cuando leas el primer capítulo te quedarás con la boca abierta.
Ella, de seis años, le pregunta a su padre: «papá, nunca me abandonarás, ¿verdad?» Entonces Will Curtis promete a su hija que nunca lo haría. Después de la muerte de su esposa, producida poco después de dar a luz a Ella, Will ha tratado siempre de hacer todo lo posible por su hija, su todo, prometiendole que siempre estará para cuando lo necesite, no importa para qué.
Pero un día la vida de Will cambia por completo y descubrirá cosas que no creía posibles. Es entonces cuando tendrá que decidir si seguir estando al lado de su hija o romper su promesa. Una elección nada sencilla…
Cuando lo leas, la trama probablemente te recordará a otras historias, no necesariamente literarias, sino cinematográficas, pero Robertson sin duda ha logrado darle a la historia su propio toque con giros que no ves venir. Es poderosa, intrigante.
Es interesante también leer un libro desde una perspectiva masculina. Will te cae bien inmediatamente, el amor por su hija es reconfortante y, sobre todo, hay que tener en cuenta que narra su historia de una forma bastante… peculiar. No quiero dar demasiadas pistas sobre lo que sucede, porque entonces spoilearía y bien, pero de verdad que es fascinante, conmovedor y bastante sorprendente.
Hay que tener en cuenta que esta novela es el debut del autor, pero aun así demuestra tener una imaginación increíble y un estilo sencillo y agradable, que hace realmente fácil sumergirse en la lectura. No hay demasiados personajes en la novela, pero los que aparecen, principalmente Will y su familia (en particular, Ella, una niña dulce, inteligente y sensible; los padres de Will y su hermana) conforman un grupo interesante. La inocencia de uno de los principales en concreto y la necesidad de conocer las historias personales de otros, te hace pasar las páginas casi sin darte cuenta. En especial, me ha encantado la relación de Will con su padre, creo que es una de las partes más interesantes del libro y me encantaría muchísimo comentarla, pero es imposible sin desvelar un punto relevante de la trama. La relación entre un padre y su hija, ese vínculo tan especial, es el corazón de esta novela y es, francamente, hermosa.
Este es uno de esos libros que te llegan al corazón y te tocan bien la fibra. Es dulce, a la par que amargo. Te hace pensar en la vida futura y lo que podría suceder cuando perdemos a alguien. Hace explorar ideas sobre seguir adelante, sobre la muerte, la pérdida, el dolor de la vida después de la muerte, y analizar los sentimientos de todos los involucrados. Te hace valorar la importancia de los pequeños momentos, y te invita a disfrutarlos.
En definitiva, El momento de decir adiós es una lectura agradable, sincera e impresionante. Un libro que trata un tema bastante duro y emocional, pero de una manera cálida y cautivadora.