Reseña: «La lección de August» de R.J. Palacio

August es un niño normal. Juega al beisbol, le gustan los helados, monta en bici y es fan de “La guerra de las galaxias”. Vive con su padre, su madre, su hermana Via y su perra en el Uper West Side de Nueva York. Sólo un pequeño detalle hace de August un niño distinto a los demás:tiene una extraña enfermedad que hace que su cara sea diferente. Pero este año, tras someterse a muchas operaciones, el pequeño August podrá ir al colegio.

A través de las páginas de “La lección de August” le acompañaremos durante sus primeras experiencias en el colegio y su relación con otros niños. La dificultad de ser diferente, la amistad o los problemas familiares son temas que se tocan en el libro. Escrito de forma coral, son tanto los testimonios de Auggie como del resto de su familia y amigos los que conforman la novela. Esto nos permite ver el mundo, no solo desde los ojos de su protagonista, sino también aquellas cosas que se le escapan pero con las se enriquece su mundo. Aunque algunas voces pueden llegar a hacerse tediosas (una en concreto en realidad pero por suerte no dura mucho).

R. J. Palacio era una ilustradora y “La lección de August” es su primera novela pero esperemos que no la ultima. La historia del libro podría haber sido dura o melancólica pero sin embargo resulta una bocanada de aire fresco. Buen humor, coraje o el valor de la amistad son una constante en la novela. Auggie es un niño inteligente y maduro, y que resulta entrañable en muchas ocasiones. Un protagonista al que hacen honor sus secundarios, sobre todo los demás niños que podrían dar lecciones a muchos adultos.

El colegio al que va August es un colegio para gente acomodada en el que conseguirá hacer buenos amigos como Jack Will o Summer. Pero también enemigos solo por tener un aspecto diferente. El tema del bulling aparece en la novela, así como el valor de los buenos amigos. Bulling no solo ejercido por los niños sino también por los adultos, que no quieren que este en el colegio con sus hijos. Hipocresía y falta de tolerancia que se transmiten de padres a hijos.

También nos encontramos con historias paralelas a la de Auggie, como la de su hermana Via. Una joven que entra en la adolescencia. Chicos, amigas y primeros signos de madurez. Al igual que August, su hermana Via es un personaje maduro y equilibrado. A través de su voz vemos como el caso del protagonista no solo le afecta a él, sino también al resto de su familia, condicionando sus vidas de forma importante. Via es una chica que ha tenido que aprender a vivir a la sombra de un hermano que requiere mucha atención. Le quiere pero no puede evitar guardarle cierto rencor.

La forma de escribir varía según el personaje que sirva de narrador. La narración es ligera y esta bien construida. En ningún momento se hace pesado. No suelo leer este tipo de libros pero “La lección de August” llegó a mis manos como un regalo y no solo me enganchó sino que también lo disfrute mucho leyéndolo. Un libro que invita a la reflexión, a ser fiel con uno mismo y sobre todo recalca que lo importante de una persona está en el interior. Un mensaje tal vez muy manido pero que sigue estando de actualidad. Una palmada de ánimo a todos los que son diferentes. Y también un ejemplo de coraje para aquellos a los que las personas que no son como el resto les asustan.

“Todos deberíamos recibir una ovación al menos una vez en la vida, porque todos vencemos al mundo” Auggie.