Reseña: «La evolución de Calpurnia Tate» de Jacqueline Kelly
Resumen de la Crítica
Valoración
Un futuro clásico
Un libro con mucho encanto y alma de clásico infantil que aspira a tener un hueco en las estanterías
«Aquel verano de 1899, yo tenía once años y era la única chica de siete hermanos. ¿Os podéis imaginar una situación peor? Me llamo Calpurnia Virginia Tate…»
La pequeña Calpurnia Tate no es una chica corriente. No le gusta bordar ni cocinar; prefiere observar la naturaleza y pasar el tiempo en el rio. Durante el caluroso verano de finales del siglo XIX, Calpurnia se adentrará en el mundo del naturalismo de la mano de su abuelito y de la teoría de la evolución de Darwin. Sin embargo, su madre querrá que la niña se convierta en una señorita.
La autora de esta novela es Jacqueline Kelly. Nació en Nueva Zelanda y se crió en Canadá actualmente vive en Texas, lugar donde se ambienta la novela. El libro obtuvo la mención honorífica de la medalla Newbery en 2010.
«La evolución de Calpurnia Tate» está llamada a convertirse en un clásico de la literatura infantil y juvenil. Se trata de un libro que nos cuenta el viaje de una niña por la ciencia durante un verano de la mano de su abuelo, un naturalista algo huraño con el resto del mundo. Todo el libro se apoya en «El origen de las especies» de Darwin para guiar a Calpurnia a través de los capítulos. La novela combina sus partes más científicas con otras más costumbristas en las que la autora se recrea en explicarnos el mundo familiar de Calpurnia y retrata la sociedad de Texas de la época.
Uno de los temas en los que hace especial hincapié es en la situación de la mujer a finales del XIX. Calpurnia pertenece a una de las familias locales más importantes y todos esperan que se case y sea ama de casa, pero ella sabe que no quiere seguir ese camino, que no está hecha para ello y prefiere pasarse el día en el rio que hacer bordados, lo que le originará un conflicto importante. Otro de los temas centrales del libro es la relación que se establece entre la niña y su abuelo. Él es un hombre bastante huraño y al que sus nietos (excepto su nieto mayor) tienen casi miedo. Será a través del interés que Calpurnia muestre por la ciencia cuando ambos descubrirán en el otro a un compañero inteligente de fatigas e investigaciones. A esta relación principal se une la de la protagonista con el resto de su entorno, en especial con Harry, su hermano favorito que está entrando en la edad adulta. Un punto a favor de la novela es que estas cuestiones no están infantilizadas, pese a que se nos cuentan desde el punto de vista de la niña, por lo que el lector adulto puede hacer de ellas una interpretación más profunda que un niño y la historia es mucho más verosímil.
En cuanto al ritmo, el libro no es apto para lectores con prisa. La autora se recrea en las descripciones y en la narración. Kelly tiene una pluma magnífica de la que hace gala durante todo el libro. No es un libro de emociones fuertes, todo lo contrario, es una de esas novelas en las que el ambiente juega un papel fundamental. Lento e intimista pero, pese a ello, no resulta aburrido en ningún momento y todo lo que cuenta consigue atrapar al lector y llevarlo hasta el verano de Texas de 1899.
En definitiva, «La evolución de Calpurnia Tate» es un libro delicioso de esos que gusta tener en tus estanterías para leerlo y releerlo. Una lectura apta -y recomendable- para todos los públicos que disfrutará cualquier lector que no busque algo rápido ni acción trepidante.
¿Lo mejor? La forma de escribir de Jacqueline Kelly.
¿Lo peor? No creo que sea algo negativo, pero si buscas acción o no te gustan las descripciones este no es su libro.