Reseña de Renaissance, la caída de los hombres de J. J. Lucas una novela de zombies y con tintes bélicos

Renaissance es una novela publicada por Dolmen Editorial en su ya famosísima dentro del género Línea Z, que se caracteriza por apostar por talentos nacionales en el terreno de los zombies y cuenta con un elenco de escritores de lo más variopinto. Ésta concretamente viene de la mano de J. J. Lucas y más que zombies a lo que estamos acostumbrados nos presenta un mundo desolado por la propagación de un virus vertiginoso apodado Virus Verónica.

Dicho virus convierte a sus huéspedes en seres hambrientos y veloces pero que no pueden soportar la luz del sol por lo que durante el día permanecen escondidos en «nidos». Estos engendros al principio parecen ser todos unos borregos del tres al cuarto que no tienen otro objetivo que matar a todo humano que encuentren. Sin embargo quizá lo que en un principio parecía una hueste con fecha de caducidad sea un espejismo puesto que han venido para quedarse, estos seres se han adaptado y están aprendiendo y cada vez son más perspicaces e inteligentes.

El virus parece evolucionar dentro de cada grupo de individuos creando toda una serie de jerarquía diferenciada como el autor los denomina: gusanos que permanecen aletargados hasta que algún incauto los despierta; ogros que son de tamaño sobredimensionado; perros…. ¡si hasta procrean y tienen descendencia! y si no fuera poco tampoco éste es un virus al uso, que se transmite por vía sanguínea. No, se transmite por el aire y tan solo te infectas si lo inhalas cuando uno de los portadores muere y se libera cerca permaneciendo en el ambiente unas semanas. La buena noticia es que si te muerden y sobrevives no te conviertes en un mutante.

También nos cuenta la suerte de ciertos supervivientes. Jerome, un joven de Brooklyn que sobrevive contra todo pronóstico en el desván de su casa. La doctora Rubbyn que escapa de milagro de las cocinas de un hospital en la que había permanecido oculta junto a otros colegas durante varios años y resulta ser la última superviviente de su grupo y un comando del S.W.A.T. liderado por el comandante Lawrence Newseth que se encargan de la defensa del santuario Renaissance, cuyo corazón esconde un tesoro por el que están dispuestos a luchar y morir: los niños. Un grupo de niños que sobrevive con cierta tranquilidad hasta que dicho campamento se ve comprometido.
Lucas no se conforma solo con esto sino que el libro está hubicado en un futuro no demasiado lejando y se toma las licencias oportunas en lo que a adelantos cientificos y armamentísticos se refiere para poder ligar la trama como pueden ser los biofiltros que salvan a nuestros hombres de la orgía inicial de sangre y muerte. Ciertos individuos no sufren las mutaciones propias y se infiltran, aprenden e incluso vocalizan y hablan. Lo que resultará peligroso y mortal para algunos de los miembros del S.W.A.T. Además que los whiteyes como los apoda el autor, no son tan estúpidos. Sino que han elaborado una estrategia de alimentación manteniendo vivas a cientos de personas e incluso miles en lugares escondidos a lo largo y ancho de la ciudad lo que será el nuevo objetivo de los hombres de Newseth, salvar a cuantas personas vivas queden incluídos los niños que se llevaron del campamento Renaissance.

No todos los protagonistas llegarán al final de la novela que tendrá segunda parte y parece que todo a punta a que será a finales de año verá la luz.

Una novela que tuvo un principio espectacular, un declive a mitad del libro, pero que J. J. Lucas supo revertir en un espléndido final digno de una superproducción de Hollywood.

Aída Albiar