Críticas de literatura
Reseña: «El puente de los asesinos», de Arturo Pérez-Reverte
Resumen de la Crítica
Valoración
Siempre es complicado analizar la obra de un escritor, pero el trabajo se torna mucho más arduo cuando tenemos que desmenuzar el capítulo de una vida, y se convierte en empresa cuasi imposible en el caso de un mito como el Capitán Alatriste. Por ello, la aproximación al séptimo libro de la saga más famosa del escritor Arturo Pérez-Reverte, tiende a ser más cuidadosa de lo habitual, conscientes que la figura icónica del hidalgo ejerce su potente influencia a su alrededor, incluido el lector.
Para los desconocedores, si los hubiera, de las anteriores peripecias del Capitán Alatriste, podríamos decir que se trata de una novela de aventuras clásica, podríamos decirlo, pero caeríamos en una simplificación demasiado burda e indigna de la obra. Se trata de algo más grande, porque no sólo se relata la vida de un soldado español durante el siglo XVII en tierras europeas mancilladas por múltiples acreedores, sino que muestra al detalle la decadencia del imperio Español en sus últimos días del nombre, viviendo de un pasado opulento y encadenado a un orgullo caduco, en el ocaso de otrora gloria.
Hay que agradecer al autor el retrato tan vívido de una época, jugando con las palabras, con el costumbrismo de un momento, y lo presenta de manera excelentemente cuidada, tanto a la vista como a la imaginación del lector. Se debe reconocer el arduo trabajo de Arturo Perez-Reverte a la hora de revelarnos un pedacito de historia y hacernos partícipes en menor medida, a la vez.
En este volumen, tanto Diego Alatriste como Iñigo Balboa deben encomendarse a una misión en tierras italianas, y peregrinarán de Nápoles a Venecia, verdadera protagonista de este capítulo. Muchas de las páginas se dedican a la descripción de los canales venecianos, las góndolas, las confabulaciones de una ciudad corrupta, casa de mercaderes sin escrúpulos y con ínsulas de poder. Pese a lo que pudiera parecer, la lectura se hace amena y la ambientación perfectamente cuidada, involucrando al lector en todo momento.
Por desgracia, en la parte menos satisfactoria, debemos reseñar la evolución de los personajes. Es posible que los lectores noveles de la serie no aprecien estos detalles, pero tras la lectura de varias obras de la serie, llegamos a tener un conocimiento tal de los protagonistas que somos capaces de anticiparnos a sus actos, sino a sus palabras. Es como si cada personaje estuviera encorsetado en su estereotipo y le sea imposible escapar de él. Encima, la historia es esclava de los personajes, inexorable a su pasado, lo que para los lectores avezados será un obstáculo en la búsqueda de nuevas experiencias, si esa es su inquietud. Tan sólo dos pequeñas pinceladas, dos momentos memorables, se desvían de esa vía continuista.
En resumen, el lector no iniciado en la saga debería (debe!) aproximarse a ella desde la primera entrega, evidentemente, siendo una saga enteramente recomendable, de principio a fin. El lector de las seis anteriores entregas ya será consciente de lo que debe esperar, y cumple con lo prometido, sin ser la mejor obra de la serie pero manteniendo en alto los estándares creados previamente.
La nota corresponde, obviamente, a su lugar dentro de la saga, no a la saga completa, que merece una nota sensiblemente superior.