Resumen de la Crítica
Valoración
Como todo libro-compilación que se precie, su calidad radica en la calidad individual de cada uno de sus relatos, así que sin más contratiempos pasaremos a hacer una breve valoración de cada uno de ellos:
"Versículos de la Zombiblia", de Ian Watson: (6/10)
El relato que abre el libro pertenece a una figura internacional muy curtida en el campo de la ciencia ficción, nada más y nada menos, que al guionista de Inteligencia Artificial Ian Watson. El autor, en su primer acercamiento al género Z, nos cuenta en apenas 7 páginas la hipotética historia de lo que habría ocurrido si una sociedad zombie hubiera llegado hasta nuestros días. A pesar de partir de una idea muy original, el desarrollo del relato no resulta tan brillante. Los paralelismos, más que obvios (Jeshua, ZombidaVinci, ZombiEinstein), con la historia de la humanidad se van sucediendo uno tras otro sin provocar el efecto deseado y los guiños de humor negro no terminan de funcionar. Aun así, "Versículos de la Zombiblia" es una lectura interesante ya que aporta varias ideas frescas al género, aunque en última instancia sea su reducida extensión la que le salve de caer en el tedio.
"La historia de Ofairah y Hozeilah", de Víctor Conde: (4/10)
Víctor Conde (pseudónimo de Alfredo Moreno), ganador del prestigioso Premio Minotauro en 2010 por su Crónicas del Multiverso, nos trae una historia ambientada en la Bagdad de los cuentos de Las mil y una noches que, como muy bien indica antes de su relato, supone una de las apariciones más tempranas en la literatura de la figura del muerto viviente. Dejando a un lado la exhaustiva documentación de Conde y su capacidad para sumergirnos en la época, el relato cae del lado de lo prescindible. No es sólo el hecho de que los muertos vivientes apenas aparezcan, sino de que no tienen ninguna importancia dentro del argumento: una historia de corte clásico y bastante predecible sobre heroínas bellas y valientes, y rechonchos y traicioneros mercaderes. Además, al tratarse de uno de los relatos más extensos y densos del libro, hace que el lector se impaciente durante la espera de una apoteósica aparición de sus queridos muertos vivientes que nunca llega.
"Casi muertos" (un melodrama americano), de Alberto López Aroca: (9/10)
Una de las mayores sorpresas de este nuevo volumen de “Antología Z” es, sin duda, el relato de Alberto López Aroca: “Casi muertos”. El autor, muy dado a la mezcla de géneros tal y como demuestra en su obra Sherlock Holmes y los zombies de Camford, nos sorprende esta vez con una historia híbrida de gángsters, infidelidades, venganzas y, por supuesto, zombies. Con un manejo magistral de las reglas del género, Aroca nos trae una historia negra, negrísima, no apta para estómagos débiles, que bien podría haber estado escrita a partes iguales por Guy Ritchie, Quentin Tarantino y George A. Romero. Sin duda, una de las historias más brillantes del libro, con un argumento sencillo, un ritmo frenético y una galería de personajes de lujo, que nos cuenta los problemas que el fiambre de Elmer Davis (alias “Ese Gilipollas Que Se Había Follado A La Chica De Hosmer Angel”) les da a este peculiar grupo de tipos duros.
"Olor a muerte", de Luciano Saracino: (6/10)
El relato del argentino Luciano Saracino está rodeado en todo momento de un aura poética, de una especie de belleza sobrenatural en la que reside todo su atractivo: dos jóvenes viajeros que apenas se conocen, un paraje exótico y recóndito, y una misteriosa advertencia. Con estos pocos elementos, el autor teje una sencilla trama sobre la tendencia de jóvenes atolondrados a saltarse peligrosas advertencias a tener en cuenta durante "la semana de los muertos". Si bien el confuso final puede decepcionar a más de alguno, es en el propio desarrollo de la historia, en los realistas diálogos que llenan el relato y en la capacidad de Saracino para describir ambientes mágicos donde está su auténtico valor.
"Primer amor", de Javier Ruescas: (6/10)
“Primer amor” es lo que ocurre cuando se mezcla un apocalipsis zombie, con una sociedad refugiada en la religión y una adolescente rebelde y abusona. El relato de Ruescas aborda, a través de su odiosa protagonista, temas tan universales como el conflicto generacional y otros tan propios del género como la desesperación y la pérdida de la fe. Pese a su aparente sencillez y su inicial tono infantil, pronto el relato toma caminos más oscuros y perturbadores, regalándonos varios momentos realmente disfrutables (el juego del “Atrapado”). Un relato entretenido e interesante.
"High School Zombies", de Jerónimo Tristante: (7/10)
Deudora de las películas de Serie B de los 60 y de otras más modernas como The Faculty (Robert Rodríguez, 1998), “High School Zombies” es una gamberrada simpática y bizarra que narra las peripecias de un profesor de instituto el día en que sus alumnos “comenzaron a prestar atención”. Su recurso narrativo de contar los hechos pasados y presentes de forma alternativa hace que sea una lectura muy amena y que el lector comprenda simultáneamente cómo se las están apañando los protagonistas con esa horda de monstruitos adolescente y cómo han llegado hasta esa situación tan delicada.
"El gran impostor", de Daniel Mares: (9/10)
Tan original como atrevido, el relato de Mares nos cuenta la supervivencia de dos peculiares personajes en un mundo dominado por los zombies. Apostando por una arriesgada pirueta narrativa el autor describe la historia desde la perspectiva más subjetiva y directa del protagonista. Así pues, el relato está plagado de diálogos repletos de faltas de ortografía, de pensamientos en primera persona, insultos, onomatopeyas y exclamaciones entrelazadas entre sí, que hacen que en algunos tramos sea realmente difícil entender qué está ocurriendo. Y pese a todo el autor sale victorioso. El resultado es un relato de una crudeza terrible pero desgraciadamente creíble, propia de un mundo en el que la necesidad de sobrevivir, comer y reproducirse ha deshumanizado al propio ser humano.
"Una cuestión de principios", de Javier Márquez Sánchez: (9/10)
La literatura zombie española tiene un nuevo antihéroe: Paco Rodero. El personaje que nos presenta Javier Márquez es un exmilitar macarra y sinvergüenza (con unos principios, eso sí) que se gana la vida rescatando a personas recientemente infectadas en la temida Zona Muerta. Con los muertos vivientes como trasfondo, el autor plantea un thriller en toda regla en el que todo el mucho más complejo y oscuro de lo que parece. Lo que empezará como una misión cotidiana de búsqueda en un Madrid postzombi, pronto derivará en una investigación más retorcida que acabará salpicando al propio cliente. Una historia de engaños, traiciones y venganza con unos personajes muy peculiares y a los que es imposible no cogerles cariño. Una advertencia del propio coordinador de libro Jorge Iván Argiz: volveremos a oír hablar de Paco Rodero en el futuro…
"El triunfo de la muerte", de Juan Miguel Aguilera: (5/10)
Como en el relato de Víctor Conde, “El triunfo de la muerte” nos transporta a otra época, concretamente a la expedición a África que inició Portugal en 1578. Y al igual que en "La historia de Ofairah y Hozeilah", los abrumadores hechos históricos y la amplia galería de personajes (algunos prescindibles) terminan por eclipsar al elemento sobre el que gira esta antología: el muerto viviente. También es cierto que en este relato tienen mucha más presencia, y que el zombie que aquí aparece tiene mucho que ver con la leyenda africana en la que se inspiró George A. Romero. Es un relato bien narrado y rigurosamente documentado, pero que peca en su extensión (incluso está dividido en capítulos).
"Amanda", de Miguel Ángel Vivas: (10/10)
Para nosotros, el mejor relato del libro. Como muy bien comenta Jorge Iván Argiz en el prólogo de libro, este relato puede llevar a los más puristas a decir que se salta los límites del género zombie y razón no le falta, pero obviando este detalle insignificante el resultado es un magnífico cuento de terror.
La estructura de diario, intercalada con noticias de periódico y entrevistas personales, hace que la historia se desarrolle con un ritmo frenético, sumándole a esto la intriga in crescendo y la ligera sensación de que algo realmente terrible se está gestando (valga la metáfora) dentro de Ana, tenemos una historia tan cotidiana como aterradora. Una estupenda guinda para un pastel (zombie) muy disfrutable.
En definitiva, decir que “Antología Z vol.5” da otra vuelta de tuerca a la literatura Z, demostrándonos que hay mucho terreno por explorar más allá de los historias de supervivientes encerrados en centros comerciales resistiendo contra hordas de muertos vivientes. Enseñándonos que muchas veces, incluso tras un holocausto zombie, el peor enemigo del hombre sigue siendo el propio hombre, que siempre habrá alguien saque beneficio con las desgracias ajenas y que cualquier encargo, desde la inocente búsqueda de un familiar hasta un secuestro, puede complicarse mucho con un zombie de por medio…
