Críticas de literatura

Reseña: «Steve Jobs: La biografía» de Walter Isaacson

Resumen de la Crítica

Valoración

Valoración de los Usuarios Be the first one !
“Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo… son quienes lo cambian” Extracto del anuncio Think different emitido por Apple en 1997, leído por Steve Jobs
 
Cuanto te aproximas a una biografía, las alertas empiezan a saltar siempre por un motivo; si ha sido posible que el autor mantenga su objetividad a la hora de enfrentarse al libro, si la biografía nos cuenta la vida de la persona o del personaje, si los detalles son capaces de desmenuzarnos una existencia y, al mismo tiempo, seducir al lector como si de una novela se tratase. El autor Walter Isaacson puede estar orgulloso de haber conseguido este objetivo. A pesar de relatar más de 700 páginas orbitales sobre una persona, el lector se quedará prendado de la historia y apreciará que el escritor, en la medida de lo posible, haya intentado desmarcarse de la potente atracción que causaba Steve Jobs en las personas.
 
La biografía de Steve Jobs, ha sido creada en base a múltiples entrevistas, tanto a él, como a compañeros, amigos, socios, rivales y enemigos. Una gran parte del valor del libro se debe a estas entrevistas, ya que ofrecen una visión de Jobs desde diferentes puntos de vista, elevándole a la categoría de genio o degradándole al reflejarle como una persona incapaz de ser asertiva, ya sea por personas despedidas por Jobs, en el primer caso, o a su misma esposa, Laurene Powell, en el segundo. Estas opiniones ayudan a hacerse una idea de la gran influencia de Steve Jobs,  desde la gente que le rodeaba, al mundo tecnológico y empresarial por entero. Pero, al mismo tiempo, las situaciones de su vida personal, sus constantes contradicciones y la incapacidad para mostrar empatía con cualquier otro ser humano, rebajan la categoría de su persona a efectos de admiración. Esta dualidad amor-odio es una constante en la autobiografía, hasta llegar a jugar con el lector en una dicotomía sobre si es posible separar al autor de su obra, admirar el trabajo de su vida pero despreciar al autor, aunque seas consciente que hubiera sido imposible conseguirlo sin ser fiel a si mismo.
 
Walter Isaacson, nos separa cronológicamente la vida de Steve Jobs con esmero, desde su infancia y los problemas derivados de su adopción al retorno a su creación, Apple. En primeros capítulos, la biografía se hace muy personal y evoluciona en sucesivas etapas para darle más importancia a los productos creados por Steve Jobs, en clara sintonía con la verdadera pasión de Jobs. Por ello, aunque se trate de una biografía, mucha parte de la atención se centra en el proceso de creación del Apple II, Macintosh, Next, Pixar, Ipod, Itunes, Iphone e Ipad, la relación del protagonista con su proceso y el éxito o fracaso del mismo. Aunque pueda parecer que este aspecto aleja al lector emocionalmente del libro, tanto el seguidor de Apple como el que no, seguro que se siente partícipe en la creación de un producto, anterior o posterior, que puede emplazar perfectamente en su vida, ya haya sido propietario, seguidor o espectador de su impacto en el resto de vidas. Es cierto que, si la conexión emocional no se produce, la abundancia de detalles y características sobre dichos aspectos puede colmar al lector carente de ansias de conocimiento o interés tecnológico, lo que repercutirá en la valoración final del libro.
 
Una biografía escrita con esmero e intencionada objetividad, lectura obligada tanto por los seguidores de Apple como de Steve Jobs y a la altura de sus expectativas, que no son pocas. La proliferación de detalles y el fiel reflejo de una época de revolución tecnológica deberían atraer a lectores ávidos de información o curiosidad sobre el tema, satisfaciendo su curiosidad. Los lectores que simplemente quieran aproximarse para conocer al mito, podrán descubrirlo en su totalidad, aunque puedan verse abrumados por los extensos capítulos detallando el proceso creativo y mecánico sobre la creación de sus obras, si no están interesados en esos temas. Como Steve Jobs dijo “… no aguanto a la gente sin curiosidad. Simplemente son todos unos estúpidos”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba