Reportajes de series

Reportaje: «Series británicas». ‘Downton Abbey’

¿Qué ocurre en un castillo del condado de Yorkshire a principios del siglo XX? ¿Cómo viven los ocupantes de tan lujoso emplazamiento?  ¿Son las vidas de los nobles y los criados tan diferentes como parece? Éstas y muchas más preguntas son analizadas, desmenuzadas y contestadas en ‘Downton Abbey’, la serie británica más famosa de los últimos tiempos.

Downton Abbey es el nombre del castillo propiedad del Conde de Grantham, junto con las extensas tierras que lo rodean. Herencia de su madre, la viuda Condesa de Grantham y herencia para el próximo Conde, en rigurosa continuación en la línea sucesoria, que sólo contempla a la parte masculina de la rama familiar. Con esta premisa, comienza la serie, cuando el año 1912, el actual Conde de Grantham recibe un telegrama confirmando la muerte del heredero en el hundimiento del Titanic. Esta desgracia acaba con los planes acordados de boda de la hija mayor de la familia (Mary) con el futuro heredero y, como la familia sólo tiene hijas (Mary, Edith y Sybil), todo el legado correspondería a un primo lejano (Matthew), abogado en la ciudad de Manchester, que es invitado a conocer su futura herencia.

El inicio del argumento planteado es sólo esa punta del iceberg que nos ofrece una fantástica serie, evolucionando lentamente en su trama, atrapando los sentimientos de los espectadores en una burbuja aislada del exterior, provocándonos la empatía máxima sobre unas emociones reales, aunque nos separen 100 años de ellas.

Los personajes
 


Sumados a la familia Crowley (Robert, Cora, Mary, Edith, Sybil, Violet y el primo Matthew con su madre Isobel), encontraremos a los sirvientes de la casa, encabezados por el mayordomo y el ama de llaves (Mr. Carson y Mrs. Hughes), formando la nada despreciable cantidad de 10 sirvientes. Cada uno de ellos con una historia por descubrir y una importancia en la casa y en la trama e interpretados fabulosamente por actores británicos, conocidos por alguna de sus participaciones en películas británicas y que hacen que la serie alcance un nivel superior. Ninguna actuación desentona y muchas de ellas son totalmente destacables, como el papel de la Condesa Violet, interpretada por Maggie Smith, omnipresente en espíritu en cada secuencia y decisión de la familia y dueña de pequeñas perlas de sabiduría, para otros llamadas palabras y silencios.

Está claro que, en una historia de carácter humano, las interpretaciones tienen que ser verosímiles y corresponder a personajes bien detallados y perfilados por el guión. En este apartado, parece que cada pieza ocupa precisamente su posición en el tablero mental que nos hemos creado y aunque muchas de las interacciones se nos presenten de manera sutil, somos capaces de integrarlas en la psique del personaje, formando un conjunto de personalidades tan cercanas, que nos permite casi adelantar sus movimientos y reacciones futuras.

Ambientación
 


El rodaje de la serie se ha desarrollado en el castillo de Highclere en su mayoría, y en los estudios la parte de los sirvientes. Es imposible que no nos enamoremos de la magia del emplazamiento, verdadero protagonista de la serie y reflejo de una época pasada, detallada en cada pequeño aspecto. Las alfombras, las pinturas, la decoración,… todo ofrece al espectador la posibilidad de sumergirse en esos principios del siglo XX, inicio del siglo con más cambios de la historia. Cada elemento parece correctamente dispuesto y evita la artificialidad que hemos visto en otras producciones, pudiendo ensalzar el esfuerzo que se ha hecho para trasladar un pedazo de historia a una serie que no tenía porque estar obligada a cumplir esos requisitos, pero que la engrandece por estos detalles.

Y si se han tenido en cuenta los aspectos estéticos, también se han cuidado especialmente las interacciones entre los personajes. El servilismo de los criados y la aceptación de su posición, la separación entre géneros, el trato entre los diferentes elementos de las diferentes clases sociales, incluso la jerarquía entre los integrantes del servicio y su ambición por ocupar una posición superior en la escala de servilismo hacia los nobles, conceptos que se nos escapan enteramente hoy en día, pero que se entienden verosímiles en una época donde la posición social cobraba más importancia que la vida, y el respeto se ganaba esencialmente por tu ropa de trabajo.

En conjunto, el retrato de una época y el encanto de una casa con personalidad propia envuelven con cariño las historias personales emplazadas en unos años turbulentos, inicios de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y caldo de futuras revoluciones sociales y políticas, influencias de las pequeñas y grandes historias que se desarrollan en Downton Abbey.

Arriba y abajo
 


Si una cosa destaca sobre el planteamiento original de la serie y la manera de enfocarla, es que ya sabemos que se nos va a hablar de la nobleza y sus vicisitudes, pero el creador, Julian Fellowes, ha querido darle la misma importancia a la vida de los sirvientes de la familia y los problemas que sufren. Se produce una equidistancia sobre el peso del guión entre los criados y señores, igualando su importancia en el conjunto global de la serie. Paralelismos evidentes entre la lucha de poder sibilina sobre el futuro de la herencia de la casa y la lucha de posición entre los criados, tan diferentes pero tan similares, con el único nexo común de la casa de Downton Abbey.

Así, comprobaremos que las similitudes entre los ocupantes de la casa, los que viven en lujosas y ociosas habitaciones y los dedicados a tener que servir permanentemente a otra persona, comparten mucho más de lo que suponen, aunque una escalera los separe. La ambición, la envidia, la venganza, el rencor, el deseo, el amor… sentimientos percibidos como únicos y exclusivos, pero tan sólo distanciados por un trozo de tela y piel, único obstáculo para ver las similitudes entre los dos corazones, idénticos al fin y al cabo.

El amor
 


Quizás todo lo anteriormente resaltado parezca importante. Lo es. Pero lo realmente importante es el amor. El amor es cálido, es un manto que te cubre y en el que te sientes a gusto, refugiado de los problemas del exterior. El amor es sutil, en el que una mirada o un silencio pueden llenar miles de hojas y contarte la historia de una vida. El amor es apasionado, puede desbocarte el corazón en un momento y convertirte en un ser irracional. El amor es paciencia, la calma tensa que precede a una tormenta de pasiones. El amor es así en Downton Abbey, un cúmulo de sensaciones tan fuertes y vívidas que traspasan la pantalla e inundan al espectador en una espiral de emociones que te deja exhausto.

Pero el amor también es real, crudo, a veces inalcanzable y despiadado, otras cercano y cruel, injusto, parcial y tan alejado del cerebro que da miedo. No debería dar miedo. El amor es vida y en Downton Abbey sólo viven los que aman o son amados, los que se definen por lo que hay debajo de sus trajes. Esos son los que pueden mirar atrás y estar orgullosos de lo que han vivido. Porque la mayor historia de amor jamás contada siempre fue la pequeña historia de un hombre que amaba a una mujer y era correspondido.

‘Downton Abbey’ profundiza en muchos temas, pero siempre está presente esa pequeña historia de amor, invisible en ocasiones, pero omnipresente, confirmando que las mejores historias son las que nos dejan formar parte de ellas, entregando una pequeña parte de nuestra ilusión y esperanza.

Motivos para ver ‘Downton Abbey’

Se podría decir mucho más de lo anteriormente escrito, pero ‘Downton Abbey’ debería ser una serie imprescindible para cualquier espectador, simplemente por lo maravillosamente bien hecha que está. Los personajes, la caracterización, la ambientación, la historia,… todo permanece excelentemente cuidado y delicadamente entregado al espectador. Se entienden las buenas críticas que han tenido las dos temporadas emitidas, unidas con las grandes audiencias cosechadas. Además, el formato de pocos capítulos cada temporada, ayuda a ofrecer un aspecto de unidad más estable y evita que se produzcan momentos de tedio o hastío.

Una recomendación de serie británica que une grandísimas actuaciones con un guión y ambientación inigualables.

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