Reportajes de series
Reportaje: «Series británicas». ‘Black Mirror’
Es bien sabido que, dentro del mundo del entretenimiento, el mundo de las series de televisión cada vez tiene más importancia en nuestro tiempo de ocio, llegando a dedicarle incluso más tiempo que al de la lectura y cine. Pero, aunque las series de procedencia estadounidense siempre nos llegan con relativa rapidez, anticipadas de tráilers, fotos e información varia, las series de procedencia británica pasan a menudo desapercibidas, emitidas en canales minoristas y condenadas al olvido mediático.
Por ello, vamos a realizar un reportaje de varios artículos y frecuencia semanal, analizando “Series británicas”. En ellos, hablaremos de las series que destacamos, ya sea por su calidad o repercusión, popularmente conocidas o no, priorizando las que se emiten actualmente o han sido emitidas hace relativamente poco tiempo.
En el primer artículo, hablaremos de ‘Black Mirror’, una serie estrenada y finalizada este mismo mes de Diciembre en Channel 4.
‘Black Mirror’ no se puede considerar una serie como tal, ya que está formada por tres capítulos de diferente duración (+40 min.), y que no comparten reparto, historia o incluso localización. Tres historias interrelacionadas únicamente por su capacidad de impactar al espectador, mantenerle pegado al asiento y que se replantee la importancia y control que le entregamos a la tecnología y redes sociales sobre el destino de nuestras vidas y decisiones.
El autor de esta obra, Charlie Broker, ya creó anteriormente una mini-serie denominada ‘Dead Set’ ambientada en la casa de ‘Gran Hermano’ mientras se desarrolla una infección zombie en el exterior de la casa al mismo tiempo. 5 capítulos exitosos, preludio de su trabajo posterior en los guiones de ‘Black Mirror’.
Futuros hipotéticos pero plausibles, historias sobre personas gobernadas por otras reglas a las que conocemos, pero con las que nos podemos identificar. Una combinación que nos turbará en el ejercicio provocado de vernos en esa misma situación, conscientes del poder que la tecnología ejercería sobre nuestras decisiones diarias y las interacciones con las personas que nos rodean planteándonos si no vivimos ya en esa situación.
Primer capítulo. “The National Anthem”
Por ello, vamos a realizar un reportaje de varios artículos y frecuencia semanal, analizando “Series británicas”. En ellos, hablaremos de las series que destacamos, ya sea por su calidad o repercusión, popularmente conocidas o no, priorizando las que se emiten actualmente o han sido emitidas hace relativamente poco tiempo.
En el primer artículo, hablaremos de ‘Black Mirror’, una serie estrenada y finalizada este mismo mes de Diciembre en Channel 4.
‘Black Mirror’ no se puede considerar una serie como tal, ya que está formada por tres capítulos de diferente duración (+40 min.), y que no comparten reparto, historia o incluso localización. Tres historias interrelacionadas únicamente por su capacidad de impactar al espectador, mantenerle pegado al asiento y que se replantee la importancia y control que le entregamos a la tecnología y redes sociales sobre el destino de nuestras vidas y decisiones.
El autor de esta obra, Charlie Broker, ya creó anteriormente una mini-serie denominada ‘Dead Set’ ambientada en la casa de ‘Gran Hermano’ mientras se desarrolla una infección zombie en el exterior de la casa al mismo tiempo. 5 capítulos exitosos, preludio de su trabajo posterior en los guiones de ‘Black Mirror’.
Futuros hipotéticos pero plausibles, historias sobre personas gobernadas por otras reglas a las que conocemos, pero con las que nos podemos identificar. Una combinación que nos turbará en el ejercicio provocado de vernos en esa misma situación, conscientes del poder que la tecnología ejercería sobre nuestras decisiones diarias y las interacciones con las personas que nos rodean planteándonos si no vivimos ya en esa situación.
Primer capítulo. “The National Anthem”
El Primer Ministro de Inglaterra, recibe una llamada de madrugada. La princesa real ha sido secuestrada y el captor sólo pide una condición para su liberación; el mismo Primer Ministro debe tener relaciones sexuales con un cerdo en directo y por televisión.
Aunque el personal del político intenta ocultar el video, ha sido colgado en Youtube por el secuestrador, y por muchos esfuerzos que hacen para intentar silenciarlo, las imágenes ya corren por la red, imposibles de ser retenidas a los ojos de los espectadores. El Primer Ministro tendrá sólo unas horas para decidir sobre el futuro de la princesa más adorada del país, consciente que la espada de Damocles de la audiencia pende sobre su cabeza.
Este primer capítulo es un ejercicio de imaginación, en el entorno más realista de los tres, sobre el poder de los nuevos medios de comunicación por encima de los antiguos, la imposibilidad de detener la información una vez que ha sido liberada en Internet y la fuerza de las redes sociales a la hora de obtener un feedback inmediato de los votantes de un país. ¿Cómo podríamos saber la opinión de los habitantes de un país si una decisión vital tuviera que ser tomada en el espacio de unas horas? ¿Es esa opinión una muestra real de lo que pensaría la totalidad de la población?
Segundo capítulo. “15 Million Merits”
El futuro está aquí. Interacción total con todos los elementos tecnológicos, reconocimiento gestual avanzado, avatares inteligentes customizables,… El problema? La sociedad también ha cambiado y ahora todas las personas deben generar energía mediante bicicletas estáticas para ganar “Méritos”, la moneda utilizada para pagar por todo lo que utilicen, desde pasta de dientes a comida. Si no produces créditos, pasas a ser un ciudadano de segunda, encargado de las tareas más deshonrosas y el objetivo de las burlas del resto de habitantes. Pero eso no es lo único. La publicidad se ha adueñado de todo, y ninguna persona puede evitarla, bajo penalización de perder "méritos”. Todo tiene un precio. La única ambición es poder llegar a ser una estrella en las pantallas, vista por millones de personas diariamente, pero para llegar a eso, hay que pasar la prueba en un concurso de habilidades televisado en todo el mundo.
Bing es un chico que sobrevive en ese entorno; hace sus horas de bicicleta, lleva obligado mono gris, come su comida industrial y sueña con tener algo auténtico y tangible, y no sólo ilusiones. Lo único que le hace diferente es que tiene más de 15 millones de “méritos”, herencia de su hermano fallecido. Conocer a Abi, y encandilarse de sus capacidades de canto, le creará una nueva ilusión.
Este segundo episodio está mucho más trabajado en el envoltorio, pero la historia no deja de tener similitudes con alguna situación de la actualidad. Una crítica, sobretodo a los shows de televisión de “caza de estrellas” con parecidos evidentes a “X-Factor” y a su poder sobre las voluntades e ilusiones de las personas. Y no sólo eso, sino que va un poco más allá al cuestionar la aceptación de lo establecido, de un mundo que se nos ha entregado y que pensamos que no podemos cambiar, y únicamente podemos adaptarnos a él lo mejor posible, y mucho mejor si es en la posición social más alta que alcancemos, ideales aparte, por supuesto.
Tercer capítulo. “The Entire Story of You”
Casi todas las personas tienen implantado un “grano” detrás de la oreja, y conectado con el cerebro y vista, para que cualquier cosa que veamos sea grabada en nuestro cerebro, pudiendo ser reproducida, ya sea para nosotros mismos, o en cualquier televisor del planeta. Memorias que siempre tendremos a nuestro alcance, y a la de cualquiera al que queramos enseñárselo, a no ser que las borremos voluntariamente.
Liam es un abogado que tiene implantado el “grano”, y su mujer también. Los dos se encuentran en una cena de amigos, a la que aparece un personaje conocido por ella y que levantará las sospechas de Liam, preguntándose cuál es su relación y analizando al detalle cualquier detalle que su “grano” haya registrado para llegar hasta el fondo de todo.
La que a priori parece la historia más floja, se desenvuelve en unos tintes dramáticos y neuróticos, provocados por los celos de Liam sobre su mujer y traspasa la pantalla, incitando un desasosiego al espectador, que partiendo de esa sencilla historia, observa todo el drama que podría desencadenarse si una persona tiene un objetivo e infinitos medios a su alcance, gracias a las imágenes del “grano”. Sólo pensar en un mundo en el que todos nuestros actos quedan grabados para la posteridad, crea un malestar inmediato al recordar este capítulo.
Motivos para ver “Black Mirror”
Como habéis podido leer, las tres historias son muy poderosas y mezclan la tecnología con las relaciones humanas en una adecuada simbiosis. Pero, aunque el guión que empuja a reflexiones más allá del visionado de la serie, sea la parte principal, el apartado técnico está muy cuidado, incluso en el segundo episodio que va un poco más allá en la representación de un futuro tecnológico. Se aprecia claramente la influencia de una serie que marcó un estilo en el desarrollo de tramas como ‘24’, aunque, evidentemente, se desmarque de ella en la resolución de conflictos.
Los actores son desconocidos para el gran público, pero proviniendo de la escuela británica de actores, siempre podemos esperar un mínimo de calidad, que cumplen sobradamente en este caso.
En resumen, uno de los impactos de la temporada, atrevida y desafiante para el espectador. 3 capítulos con elementos diferenciales pero unidos por su capacidad para transgredir los ideales preestablecidos y hacernos reflexionar sobre el futuro (o presente) de nuestro estilo de vida. Una recomendación inevitable.
La semana que viene, en el próximo artículo, una serie que ha visto finalizar su segunda temporada hace poco!