El pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de asistir a la I Edición del Palo Alto Market Fest en Valencia. Se trata de un festival itinerante de ocio, cultura y diseño que tras el éxito obtenido en pasadas ediciones en Madrid y Barcelona ha viajado a Valencia, celebrando el evento en los Jardines de Viveros y Jardines del Real.
Es una propuesta de la Fundación Palo Alto Market que consiste en un street market urbano en el cual los asistentes podrán disfrutar de espectáculos de música, baile y teatro así como street food de food trucks y todo tipo de tiendas de accesorios, muebles, decoración, objetos vintage, motos, bicis, novelas, cómics…
Uno de los principales propósitos del Palo Alto Market es promocionar el trabajo de las pequeñas y medianas empresas culturales de la ciudad en la que se celebra… pero lo cierto es que, según pude comprobar al entrevistar a varios responsables de los puestos, el público curioseaba sin una intención explícita de compra, utilizando el festival como excusa para pasar el día en un ambiente fuera de lo ordinario en el que podían escuchar música y beber y comer comidas internacionales.
El festival se celebró los pasados 27, 28 y 29 de mayo y tuve la oportunidad de asistir a los dos últimos. El 28 de mayo tuvo una gran asistencia, en su mayoría de jóvenes con especial proliferación de turistas y estudiantes Erasmus. Los conciertos tuvieron una gran aceptación y, afortunadamente, el tiempo mejoró por la noche, ya que el resto del día fue una mezcla de mucho polvo, viento e incluso lluvia intermitente.
El 29 de mayo fue una buena noticia para los puestos de venta, ya que el Palo Alto Market se llenó de familias, niños y mascotas con ganas de pasear y ver en qué consistía ese evento del que se hablaba en toda Valencia. Y estos sí tenían una mayor intención de comprar en las tiendas.
Los responsables del Palo Alto Market se mostraban cautelosos a la hora de afirmar si volverían a celebrar una edición en Valencia, ya que dependían del éxito de la iniciativa. Una vez finalizada, ha superado las expectativas del director Pedrín Mariscal con alrededor de 35.000 visitantes, quien puso como condición que superara las 30.000 para que el festival volviera a la ciudad. ¡Esperemos que cumpla su palabra!
