Reportajes de cine
Reportaje: «Nine». De Broadway a la gran pantalla
DE "8 y 1/2" A "9"
Con un reparto estelar y una espectacular riqueza visual, el director de la seis veces oscarizada “Chicago”, vuelve a sumergirse en el cine musical con un film basado en la obra original de Broadway, “Nine” (estrenada el 9 de Mayo de 1982), a su vez derivada del guión de Federico Fellini, “Fellini Ocho y medio”, que narra la historia de Guido Anselmi.
Con esta obra autobiográfica, titulada de este modo en honor al número de films del guionista, se plasman de modo muy personal (más de lo que pretende ser) las memorias y experiencias del mismo Fellini.
El creador de la música y letras de la obra estrenada posteriormente en Broadway, Maury Yeston, consideró que la transformación de la historia en un musical requería una mitad más en lo que a extensión se refiere, por lo que la renombró “Nine”.
Bautizada con el mismo nombre, la nueva película de Rob Marshall nos adentra en el mundo del cine a través de los ojos del egoísta y mujeriego Guido Contini, considerado un gran director del celuloide italiano de los años 60, antes de perder la inspiración.
Tras dos fracasos cinematográficos y en plena crisis de los cincuenta, Guido (interpretado por Daniel Day-Lewis) busca la iluminación en las complicadas relaciones que comparte con las mujeres que lo rodean (que no son pocas). A caballo entre una abnegada y enamorada esposa (Marion Cotillard), que le consiente sus numerosas infidelidades, y su amante favorita, Carla (Penélope Cruz), el director prepara el guión de su nueva película “Italia”, atendiendo a los caprichos de su principal actriz y musa Claudia (Nicole Kidman). Entre todo este embrollo, Judi Dench encarnará a la diseñadora de vestuario y consejera del protagonista, Lili la Fleur, y Sofía Loren hará las veces de madre muerta de Guido, con la cual éste aun mantiene conversaciones en pleno complejo de Edipo.
PUNTOS EN CONTRA. MARSHALL Y SU "CUARTA PARED"
El rodaje se extendió desde el 10 de Octubre de 2008 al 30 de Enero de 2009.
Una vez rechazado el papel protagonista por el oscarizado Javier Bardem (“No es país para viejos”), alegando problemas de agotamiento debido a su apretada agenda, la producción del film (a manos de la compañía del propio director, Marshall Productions Lucamar) recibió un video de Daniel Day-Lewis en que el actor aparecía cantando. Asombrados por su calidad vocal (talento que por lo visto no ha mostrado en la película), los productores comenzaron las negociaciones para que Day-Lewis protagonizara el film.
El 19 de Mayo de 2008 se anunció oficialmente la inclusión del actor en el elenco, cambiando así la localización del rodaje, que se trasladó de Toronto a Londres (además de otras localizaciones, como los estudios Cinecittá, Milán y Roma). No obstante, la decisión que implicaría a Day-Lewis en el papel de Guido, no pareció contentar a todo el mundo, como afirmó Antonio Banderas, manifestando su decepción por no haber sido escogido para encabezar el film. El actor, que protagonizó una de las reposiciones del musical en Broadway (papel por el que obtuvo una nominación al premio Tony), expresó, sin embargo, su deseo de que el proyecto saliera lo mejor posible.
Daniel Day-Lewis estudió italiano y habló la lengua tanto dentro como fuera de su papel, hasta conseguir un perfecto acento con el que recitar su guión. Se sumergió en el carácter de Guido Contini, llevando el ensayo de su papel y barajando su personaje con la vida real, hasta alcanzar la pulida y bien lograda actuación que hace tan creíble su papel.
Y ahí topamos ante el primer problema. Egoísta, mujeriego, manipulador, frío y ególatra, el personaje de Guido Contini es odiado por todos los espectadores que no son como él (aunque desgraciadamente los hay, y muchos), provocando un posicionamiento masivo del público hacia la figura de su esposa, Luisa.
Con los espectadores sintiendo rechazo por el protagonista del film, y no favoreciéndolo el hecho de que, pese a su magistral inmersión en el papel, Day-Lewis sea tan mediocre en lo que a actuar en un musical se refiere, casi formando más parte del decorado que de los números coreográficos, el film de Marshall no comienza contando con puntos a su favor en lo que a agradar al público se refiere.
Y para añadir otro toque de distanciamiento, el director de “Chicago” vuelve a demostrar su fobia por abandonar la “cuarta pared” en el mundo del musical, mostrando su obra al espectador como si éste la viese desde la butaca de un teatro. De este modo, el visualmente espectacular despliegue de las coreografías se desarrolla sobre las tablas de un escenario, sin permitir al público sentirse como si formara parte de la trama, separándolo de lo que ocurre en escena.
LEJOS DE "CHICAGO"
Contando con estos contratiempos, es bastante probable que el nuevo trabajo de Rob Marshall no obtenga tanto éxito como el que consiguió “Chicago”, que constituyó el musical más taquillero de la historia del cine, con una recaudación de más de 306 millones de dólares.
Si bien el dinero invertido en el proyecto es de tan sólo 80 millones de dólares (cantidad de la que, contando con el caché del increíble elenco, queda muy poco para todo lo demás), y habiendo recaudado ya unos 18 millones, esperemos que la reticencia del público ante el film de Marshall no sea la suficiente como para dejar la recaudación muy por debajo de su obra predilecta, “Chicago”, la cual dejó el listón muy alto.
Y es que las comparaciones nunca fueron buenas…