Con una recaudación mundial de 585 millones de dólares, el primer film de Iron Man catapultó de manera asombrosa a Marvel Studios, permitiendo a la productora crear un universo cinematográfico paralelo al infinito mundo de comics protagonizado por los superhéroes más famosos de la novela gráfica.
En medio de toda esta polémica, el protagonista deberá enfrentarse a su némesis, Ivan Vanko (Mickey Rourke), un ex presidiario y científico ruso que se convertirá en el villano Whiplash, lleno de sed de venganza hacia Stark. Y, por si no fuera poco, un nuevo antagonista hará acto de presencia: Justin Hammer (Sam Rockwell[/b]), un ambicioso fabricante de armas, contra el que Stark deberá luchar con la ayuda de sus aliados, su fiel asistente Virginia “Pepper” Pots (Gwyneth Paltrow), y su amigo “War Machine” (Don Cheadle).
El protagonista deberá afrontar todo esto vigilado de cerca por Nick Fury[ (Samuel L. Jackson), director de la agencia secreta S.H.I.E.L.D y enfrentándose a sus problemas con el alcohol, esto último inspirado en el cómic de Iron Man “El demonio en una botella”.
REPARTO
Dirigida por [b]Jon Favreau[/b], la segunda parte de Iron Man repite en lo que a protagonista se refiere, mostrándonos a un Robert Downey Jr. que ha tomado en gran parte las riendas de este proyecto. Y no es de extrañar su compromiso con la saga, teniendo en cuenta que fue esta superproducción la que hizo resurgir su carrera cinematográfica hasta el punto de llegar a convertirlo, hoy por hoy, en uno de los actores más cotizados de Hollywood.
Recomendando al guionista de esta segunda entrega, Justin Theroux (con quien ya había trabajado en “Tropic Thunder”), así como al actor Mickey Rourke (con el que mantiene una estrecha amistad) para interpretar al villano Ivan Vanko, Downey Jr. ha trabajado mano a mano con el director de lo que supondrá una trilogía basada en este superhéroe.
Además, la labor de Theroux fue supervisada por Shane Black (creador de “Arma Letal”), quien sugirió al protagonista que inspirara el papel de Tony Stark en el atormentado creador de la bomba atómica, Robert Openheimer, y fue el propio Mickey Rourke el que visitó la prisión rusa de Butyrka para recrear a su personaje, exigiendo que la mitad de su diálogo fuese traducido al ruso (idioma cuya preparación le costó el recibir clases con un profesor durante cuatro semanas).
El caso de Don Cheadle, actor que sustituye a Terrence Howard en su papel de Jim Rhodes, alias War Machine, es otra historia. Con un testimonio alejado de toda la camaradería que parece envolver a los anteriormente citados responsables del proyecto, Howard declaró en una entrevista que la noticia de su despido le llegó a través de la prensa, sin previo aviso y suponiendo el incumplimiento por parte de Marvel del contrato que convertiría al actor en el compañero de Stark durante las tres películas que conforman la trilogía.
Pero la versión de la productora parece apuntar a que el irritante comportamiento de Howard durante el primer film no hizo fácil el trabajo del director, por lo que éste no se encontraba a gusto trabajando con el actor. Asimismo, Terrence Howard fue el primero en ser contratado para formar parte del elenco, cobrando una cifra superior a la del resto de sus compañeros (incluido Downey Jr.).
Cantidad que sus representantes quisieron aumentar por su aparición en esta segunda entrega de la saga y que a Marvel pareció ridículamente excesiva, decidiendo así prescindir de su participación en el proyecto. Así pues, cuando precipitadamente Don Cheadle aceptó el proyecto, apenas conocía la trama que envolvía a su papel.
Y como Tony Stark no sólo se enfrentará a War Machine, Sam Rockwell dará vida a Justin Hammer, el ambicioso fabricante de armas que desea hacerse con la maquinaria de Iron Man y para lo que creará un poderoso ejército de androides.
Aunque el actor fue uno de los candidatos para encarnar a Stark durante el primer film, el papel recayó en Downey Jr. (afortunadamente, viendo los buenos resultados). No obstante, cuando a Rockwell se le ofreció el papel de villano (pese a que en los cómics es un hombre viejo y la edad del actor se acerca bastante a la de Downey Jr.) éste lo aceptó sin pestañear.
La nueva asistente de Tony Stark,
Natalia Rushman, que en realidad es
La Viuda Negra, una espía de la agencia secreta S.H.I.E.L.D, es interpretada por
Scarlett Johansson después de que
Emily Blunt rechazara el papel debido a compromisos en su agenda.
Y entre otros actores que conforman el resto del reparto, destaca la presencia del propio director en el papel de Happy Hogan, guardaespaldas y chófer de Stark, así como la aparición del creador de tantos superhéroes de Marvel, Stan Lee.
RODAJE El rodaje comenzó con la fotografía principal el 6 de abril de 2009, en el Templo Masónico de Pasadena, y finalizó el 18 de julio de ese mismo año, aunque se rodaron escenas adicionales durante enero de 2010.
La filmación se realizó en otros lugares como la Base de las Fuerzas Aéreas Edwards, el Grand Prix de Mónaco (donde se produce un ataque de Whiplash a Tony Stark), los estudios Raleigh en Manhattan Beach, Los Ángeles, Malibú, los estudios Sony en Culver Cuty y en Nuevo Méjico (Santa Fe).
La idea concebida en un principio por el director de rodar algunas partes del film mediante el empleo de cámaras IMAX fue descartada al valorar que algunas de las escenas de acción quedaban confusas y perdían calidad.
ÉXITO DE DUDOSA CALIDAD
Así pues, con un presupuesto de que probablemente no supere 100 millones de dólares, teniendo en cuenta el miramiento que Marvel tiene con sus gastos (pese a lo asombrosamente recaudado con la anterior película), Iron Man 2 llega a nuestros cines este 30 de abril, esperando tener por lo menos la misma acogida que su primera entrega.
Un éxito del que hasta el mismo director quedó asombrado, declarando durante el Comic-Con que se celebró el pasado Julio en San Diego que no había quedado contento con un final basado en «dos tipos disfrazados de robots -luchando el uno contra el otro».
Pero las masas mandan (aunque no me encuentro entre ese grupo de fans que aclaman incondicionalmente al superhéroe de Marvel probablemente más basado en la tecnología) y, pese a las abiertas afirmaciones del propio realizador que ponen en duda la calidad de su obra, es de esperar que Iron Man 2 disfrute del beneplácito de todos la mayoría de espectadores (a los que se recomendaría que esperasen hasta el final de los créditos para ver una pequeña escena que muestra el martillo de Thor clavado en el suelo, en medio de un cráter).
Y no nos olvidemos; cuantas más explosiones y golpes, mejor.
Esto es Hollywood.