Reportajes de cine

Reportaje: «Avatar». El niño mimado de James Cameron

JAMES CAMERON: ENTRE LA INNOVACIÓN Y LA TRADICIÓN ARGUMENTAL


 
Año 2154. Hace 30 años que en Pandora, a años luz de nuestro planeta, se ha establecido una colonia minera con el objetivo de extraer Unobtainium, un mineral inexistente en la Tierra, capaz de solventar la crisis energética.
 
Los seres humanos han invadido Pandora para llevar a cabo sus actividades, con lo que la tensión entre hombres y nativos del planeta, los Na’vi, hace que el estallido de una guerra parezca inevitable.
 
Entre todo esto, Jack Sully, un ex marine destinado a permanecer en una silla de ruedas, es reclutado para infiltrarse en una de las colonias nativas y aprender así a dominar a los Na’vi o derrotarlos. Para ello, se ha diseñado un programa llamado Avatar mediante el cual se vincula la conciencia de las personas a un cuerpo biológico con mezcla de ADN Na’vi y ADN humano. De este modo, Jack puede volver a caminar.
 
No obstante, los hechos propician que la vida de Jack sea salvada por una hermosa joven Na’vi, con la cual establece una relación que cambiará su concepción del mundo y lo convertirá en uno de los nativos, cambiando así el rumbo de su misión.
 
Podemos observar cómo contrasta el tradicionalismo argumental de Cameron con su desarrollo de nuevas tecnologías que permiten mejorar los efectos visuales.
Casi siempre busca historias conmovedoras dentro del frío entorno futurista de la ciencia ficción, acercándose más en este caso a la fantasía y los cuentos de hadas. Existe un paralelismo argumental con historias como Pocahontas, y todas esas obras en las que se muestra la conquista de un nuevo mundo, así como similitudes visuales y estéticas con el film de animación “Ferngully:las aventuras de Zak y Crysta”, haciendo cuestionarnos la originalidad de Cameron fuera del campo de los efectos especiales.
 
Amante desde niño del cine y la literatura de ciencia ficción, manifiesta ser un gran admirador de la película “El Mago de Oz”, lo que nos hace apreciar pequeños guiños presentes a lo largo del guión,  como la frase incluida “ya no estás en Kansas”. Asimismo plantea una similitud entre el argumento de la película y el viaje de Dorothy,  y afirma poder haberlo hecho desde el subconsciente, fruto de la escritura instintiva del guión.

EFECTOS VISUALES: EL NUEVO MÉTODO DE CÁMERON (THE VOLUME)

 

 

El film de Avatar ha sido como el “niño mimado” de James Cameron. Lo engendró basándose en su amor por el género de ficción, planteándose el proyecto como una auténtica obra del séptimo arte. Y lo ha estado guardando con mimo durante más de una década, alimentándolo con retazos de aquí y allá y experimentando (en parte con sus propias películas) para dar con la fórmula que le permitiera mostrar al público el mundo de Avatar tal y como él lo había concebido en su cabeza.
 
No obstante, debido a las limitaciones en lo que a efectos visuales se refiere existentes en 1994, la idea de Cameron tuvo que esperar 15 años en ver la luz.

 
En 2006 pudo comprobar que los avances tecnológicos en el campo de los efectos visuales, que se mostraron en algunas películas como “El Señor de los Anillos” (refiriéndose en gran parte a la figura de Gollum) o King Kong (ambas de Peter Jackson), hacían posible la realización de su proyecto. (hablar de los efectos visuales).
Cameron pretendía integrar escenas sintéticas, versiones digitales de los actores, en imágenes reales. La visión del director se encontraba lejos de crear alienígenas mediante efectos de maquillaje, por lo  que investigó durante 14 meses en una nueva tecnología de animación con el objetivo de mostrar personajes foto-realistas mediante el uso de un método mejorado de captura de movimiento y expresiones faciales de los actores, llamado “The Volume”. Cameron se refiere entusiasmado a esta técnica como “un gran y poderoso motor de video-juego”. La nueva tecnología de Cameron le permitió observar directamente en un monitor cómo los actores virtuales homólogos interactuaban con el mundo digital en tiempo real y ajustar y dirigir las escenas como si fuese acción en vivo. Así pues, fue el mismo Peter Jackson (creador de las películas que sirvieron a Cameron como ejemplo), quien decidió colaborar en este proyecto con su Compañía de efectos neozelandesa Weta, la cual cuenta con el quinto ordenador más potente del mundo. Haciendo uso de esta alta tecnología, fueron 30.000 los procesadores empleados para crear las 10.000 banshees que aparecen determinadas escenas del film.

UN PRESUPUESTO ASTRONÓMICO

De este modo, el presupuesto de la superproducción ha ascendido a la astronómica cantidad de 500 millones de dólares, una suma que ha hecho a muchos plantearse la rentabilidad del proyecto. 
 
No obstante, esto no parecer ser una preocupación para los distribuidores de “Avatar”, quienes tienen pensado sacar beneficio más allá de la taquilla, anunciando de momento la salida al mercado de una línea de muñecos basados en la película por medio de la compañía Mattel.

UN NUEVO UNIVERSO

Y es que “Avatar” no va a constituir una película de paso, una de esas superproducciones colapsadas de efectos visuales y sin ningúna trascendencia. La obra promete ser la puerta a un nuevo universo (como antes lo han sido “El Señor de los Anillos” o “Alien”) con la única diferencia de que no existe material anterior con que compararla. La película no parte de una historia con un gran número de adeptos esperando con las uñas afiladas para ver cómo el director ha tratado a su obra favorita. Lo que los espectadores verán será totalmente nuevo, de modo que la desilusión sólo podría deberse a las grandes expectativas que los 150 millones de dólares de publicidad pueden haber puesto en sus mentes.
 
Y, como todo nuevo universo, el proyecto cuenta con sus propias criaturas (Mountain Banshee, Leonopteryx, Direhorse, Thanator, Viperwolf) y lugares (Montaña del Aleluya, Puerta del Infierno, Kelutral, Unobtainium, Polyphemis), así como un nuevo [b]lenguaje[/b] propio de los nativos de Pandora, la Pandorapedia. La creación de esta lengua ha sido fruto del trabajo de Paul Frommer, lingüista de la Universidad de California del Sur, quien mezclando partes de idiomas polinesios y africanos ha elaborado un diccionario propio del habla de los Na’vi. Del mismo modo, el compositor James Horner (“Titanic” y “Alien”) ha colaborado con una etnomusicóloga, Wanda Bryant, para da vida a la cultura musical de la raza.
 
Todos estos minuciosos detalles han sido extraídos de la novela de 200 páginas que Cameron escribió cuando concibió la idea de la obra y que, en un principio, se tituló “Proyecto 880”. Debido a la gran extensión del guión inicial, lleno de detalles, personajes y tramas paralelas, ha sido necesario realizar cortes argumentales. Es por esto que el Cameron se ha planteado convertir “Avatar” en una trilogía. De momento, Sam Worthington el actor que encarna al personaje protagonista (Jack Sully) y que pronto veremos en el remake de “Furia de Titanes”, ya tiene contrato para las dos primeras películas del universo de Pandora.
 
Después de todos estos suculentos detalles, casi resulta difícil esperar al próximo viernes para disfrutar del universo de Avatar que Cameron pondrá ante nuestros ojos.
 
 

Marta C. Catalán

Foto, vídeo y gestión cultural. Aprendiendo a gestionar vías de escape al aburrimiento.

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