El libro electrónico va avanzando terreno con el paso del tiempo. Así lo demuestran las cifras del informe anual de BookStats realizado para la Asociación de Editores Americanos, en el cual se refleja que representan el 20% del sector estadounidense.
Esto supone una gran evolución para el formato, teniendo en cuenta que hace sólo diez años apenas llegaban al 0,05% del sector. El año pasado ingresaron tres mil millones de dólares, suponiendo un aumento del 44% con respecto a 2011.
Pero no sólo el formato se beneficia de esto, sino el sector literario entero. En 2012 movió 15.000 millones de dólares, es decir, un 6,9% más que el anterior año.
Por el contrario, las ventas del formato en papel han descendido, sobretodo en tapa blanda. Esto es, sobretodo, porque tanto el formato electrónico como la tapa dura salen a la venta a la vez, mientras que la blanda tarda un tiempo más en salir.
Ya sólo queda preguntarnos cuándo dejará de luchar la industria literaria española contra lo que inevitablemente es y será. Nos hallamos en medio de una revolución literaria, como tantas otras ha provocado internet en su corta vida. Y el que no evoluciona, muere.
