Las marcas de candados italianas han pasado por la mayor época de esplendor de su vida. Y es que desde que Federico Moccia publicó la segunda parte de Tre metri sopra il cielo(Tres metros sobre el cielo), Ho voglia di te (Tengo ganas de ti), miles y miles de romanos han colocado candados en el puente Milvio, jurándose amor eterno. Nos sorprendimos cuando el Ayuntamiento de Roma no tomó medidas contra esta moda, e incluso colocó unas vallas para que se engancharan allí.
Pero parece ser que Gianni Giaccomini, alcalde de Roma, se ha cansado de ver como cada día varios candados más se añaden a la colección, pues ha ordenado que se quiten todos ellos. Según alega Giaccomini, los candados ponen en peligro dicho puente debido a su peso, y también desmejoran su estética. Moccia no se ha tomado muy a bien la resolución del alcalde. “Precisamente cerca del puente se encuentran varias chabolas que son el ejemplo manifiesto de la incapacidad del político que ha propuesto que quiten los candados”, Federico dixit.
Ahora viene la pregunta del millón. ¿Tomarán la misma medida todos los ayuntamientos del mundo? La fiebre Moccia se expandió por todo el mundo a una velocidad vertiginosa, y sólo en España, según la web del autor de los libros, hay más de 13000 candados. En Paris ya desaparecieron milagrosamente una noche los más de dos mil candados enganchados en el Pont Des Arts.
¿Tomará alguna medida Moccia contra el ayuntamiento? Quizá las represalias que pueda tener esto puedan ser mucho mayores a las consecuencias de afear el histórico puente, pues ya es conocida la ira de los fans cuando pasa algo que no les gusta.
El alcalde de Roma ha asegurado que hablará con el autor para, de alguna forma, poder reubicar esta moda en otro sitio, de forma que los enamorados puedan seguir demostrando al mundo que se quieren anclando un trozo de metal pintado a un puente, y tirando al río la llave, para que nunca nadie la encuentre.
