Reseña: «Carne Muerta», de David Mateo

 “Carne Muerta”, de David Mateo, es un libro que combina terror, aventuras y zombies, o más bien “infectados” o “involucionados”. Pero no es una obra cualquiera, puesto que se aleja del resto del género debido a un detalle muy original: un virus acaba con la vida de todos los hombres (y no las mujeres) en la faz de la Tierra, y éstos no se quedan quietos en su descanso eterno, sino que vuelven como zombies.

Ésta es, por tanto, una novela protagonizada por mujeres. Féminas que han sido maltratadas, violadas antes de lo que luego se llamó “El Día del Olvido”, o que incluso siguen sobrecogidas y trastornadas por las muertes de sus seres queridos.

Todo esto se entremezcla con una crítica social, política y religiosa bastante completa, que describe con cierta eficacia las diferentes reacciones de la gente cuando todo el mundo que conocían se desmorona. Es remarcable la mención a los distintos tipos de locuras por las que se dejan llevar muchas, como dejarse comer por los involucionados para seguir el camino de los hombres, pasando por creer en el apocalipsis y la destrucción de la humanidad e, incluso, apoyarla e intentar que las supervivientes mueran cuanto antes.

Un gran libro que sobrecoge con muchas escenas sangrientas y repletas de una tensión palpable, que enganchan hasta, casi, la extenuación. Todo ello con una narración muy llevadera, repleta de muchos diálogos muy bien orquestados, usando sobretodo éstos para explicar la situación en la que se encuentran los personajes.

Además, también se aplica bastante el género del misterio con grupos terroristas cuyos propósitos nunca están muy claros. Por otro lado, aparece de manera sorprendente el género de la fantasía con elementos sobrenaturales, como es el caso de Prim, que puede paralizar a los involucionados mediante un ritual.

De sagas como “Canción de Hielo y Fuego” extrae la estructura narrativa de que cada capítulo esté protagonizado por un personaje concreto, mientras que sus historias se van cruzando según los caprichos del destino.

Todo esto y mucho más acaban por formar una sinfonía de melodías entremezcladas que hacen a esta obra imprescindible para todos los fans de los zombies. Añade una nueva perspectiva a un género de terror muy en alza en la actualidad, y Mateo le sabe sacar mucho partido a través de situaciones de lo más distópicas (un convento, un poblado con involucionados prisioneros, persecuciones de lo más emocionantes…).

De todo ello, la palabra que más me gustó fue “continuará”, pues habrá un segundo libro donde se dará punto final a muchas de las preguntas que quedaron sin respuesta en esta entrega.

Conforme se avanza la lectura hacia el final, uno se va quedando sin aire y es incapaz de soltar el libro, debido al ansia de saber qué ocurrirá después.

Muy recomendable.