Mike Judge, creador de la serie de televisión Beavis & Butt-head, escribe y dirige esta disparatada comedia protagonizada por Luke Wilson, en la que la humanidad ha evolucionado (o quizá más bien involucionado) hacia una estupidez que no parece tener límites.
El director
Mike Judge es un conocido animador, creador de las series de televisión King of the Hill (El rey de la colina) y Beavis & Butt-head. Especializado en el género humorístico, dirigió Trabajo basura (Office Space, 1999), basado en un cortometraje que él mismo había creado para Saturday Night Live. Su última película es Extract (2009), con Jason Bateman y Mila Kunis.
La trama
Un torpe oficial del ejército de los Estados Unidos y una prostituta forman parte de un experimento secreto del gobierno que pretende demostrar la posibilidad de hibernar soldados. Sin embargo, poco después de comenzar, el experimento es cancelado y olvidado. La base militar donde están hibernando es demolida, y accidentalmente son descongelados en el año 2505. Lo que ambos sujetos se encuentran es muy distinto a su época, ya que la estupidez y la ignorancia se han ido abriendo camino en la evolución hasta dominar el mundo, de forma que los dos sujetos del experimento se convierten en las personas más inteligentes del planeta.
La distopía
Es una distopía socio-política, en la que el caos derivado de la estupidez humana se ha convertido en la realidad del planeta. Se han perdido las bases de la civilización, la educación y la disciplina, y han sido reemplazadas por un sórdido espectáculo televisivo en el que gana el más ignorante. Debido a esta monstruosa "involución", los seres humanos están condenados a extinguirse, ya que no son capaces de realizar las actividades (por elementales que éstas sean) necesarias para solucionar los problemas que se les presentan. Confiemos en que nunca suceda en la realidad, aunque parece que motivos no sobran: la sobrecarga informativa a la que se somete a la población desde los medios de comunicación, el éxito económico y social de personas que parecen carecer de inteligencia (o que incluso presumen de ello) o la paulatina insensibilización general hacia temas como el medio ambiente forman parte de la realidad.
La crítica
La película comienza presentando la situación, y una voz en off se encarga de narrar cómo la humanidad se ha vuelto completamente idiota. Las panorámicas de la ciudad dejan entrever unos edificios que se han descuidado hasta el punto de estar prácticamente en ruinas, rodeados de basura que los habitantes son incapaces de gestionar.
Luke Wilson, conocido por sus papeles en películas cómicas como Academia Rushmore (Rushmore, 1998) o Los Tenenbaums. Una familia de genios (The Royal Tenenbaums, 2001), ha protagonizado títulos de otros géneros, como el terror en Habitación sin salida (Vacancy, 2007). Luke Wilson se enfunda perfectamente en el protagonista de Idiocracia, que debe asumir con la mayor serenidad posible las "novedades" del año 2505, como son las tragaperras dentro de los hospitales, la llamativa publicidad en la ropa de los ciudadanos o la completa degeneración de la política.
A pesar de tener un inicio prometedor, a lo largo del metraje se pierde la frescura, lo que puede hacer que se pierda la atención. Sin embargo, el filme se resuelve con la soltura suficiente como para tener una valoración global positiva. Se puede definir como una ácida crítica (un poco descafeinada) a la cultura estadounidense, para la que Judge no tuvo que inventar casi nada, simplemente exagerar ciertos aspectos de la vida cotidiana. La historia (seres humanos hibernando que despiertan en un delirante futuro) recuerda enormemente a la serie de animación de Matt Groening Futurama (1999 – 2013), muy superior. De hecho, uno de los mayores fallos de la película reside precisamente en lo que Judge no hizo, ya que tenía ante sí infinitas posibilidades que parece que no supo exprimir.
