Esto se desprende del estudio realizado por FACUA-Consumidores en Acción. En él se demuestra que el precio de las entradas de cine ha subido un 37% desde el año 2004, siendo el precio actual de 6,52 euros, de media, y el precio en 2004 de 4,80 euros. Diecisiete puntos por encima del IPC.
Para el estudio se ha incluido 138 salas repartidas por todas las capitales de provincia españolas, encontrándose diferencias de precio de hasta el 80% entre distintas provincias. El precio de una entrada oscila entre los 4,50 euros y los 8,10 euros, en días laborables y en 2D.
Las provincias más caras son A Coruña, Albacete y Oviedo con sus 7,50 euros que cuesta cada entrada. Seguidos por Alicante y Barcelona, con 7,35 euros de media y Madrid con 7,29 euros. Por el contrario, las entradas más económicas las encontramos en Melilla, con 5 euros y Almeria, Granada y Zamora, con 5,50.
Los fines de semana y festivos, Barcelona es la provincia más cara con 7,62 euros, seguido de Tarragona (7,60) y Oviedo, Albacete y A Coruña (7,50). Las más económicas los fines de semana, vuelve a ser Melilla (5 euros), seguida de Almeria y Zamora (5,50).
Otra denuncia de este estudio es la referida al precio de las películas en 3D, cuyo precio se ve incrementado un 35% con respecto a la emisión "normal" en 2D.
Por último, FACUA advierte del deficiente estado de algunas salas donde la pantalla tiene unas medidas ridículas, otras salas que no disponen del aislamiento acústico debido ni respetan la distancia mínima que debería haber entra la pantalla y las primeras filas de butacas. Además, hace incapié en la abusiva costumbre de las salas de cine de no permitir la entrada en el recinto de alimentos traidos de fuera.
Los empresarios y dueños de salas de cine se quejan reiteradamente de la poca afluencia de espectadores, recordándonos lo necesario que para la industria es que las salas se llenen… Pero este estudio demuestra que ellos tampoco están poniendo todo de su parte para animar a los espectadores.
