Hace más de treinta años ya de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, el pionero thriller que combinaba animación e imagen real, y que hablaba sobre la corrupción corporativa y el desmantelamiento del transporte público en EE. UU., con el asunto de la segregación racial sobre el escenario. ¿Es posible hoy día una película como esta? Pues parece ser que, aunque su director, Robert Zemeckis, dice tener un buen guion para una continuación del largometraje anterior, Disney no quiere saber nada sobre el asunto.
No sé si encaja en su universo. No hay princesa en ella, así que no sé dónde estaría. Hay un guion maravilloso guardado en Disney que es realmente bueno, pero creo que no está en su radar.
La cultura corporativa actual de Disney no tiene ningún interés en Roger, y ciertamente a ellos no les gusta Jessica en absoluto.
No es la primera vez que Zemeckis intenta una secuela de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, y lo curioso es que no haya conseguido a nadie más que le ayude a exprimir a la gallina de los huevos de oro. En 1989, solo un año después del estreno, ya había sobre la mesa un guion titulado Roger Rabbit: The Toon Platoon, en el que nuestro simpático conejo buscaba a su madre biológica; años después le siguió Who Discovered Roger Rabbit, que tampoco consiguió la suficiente atención; y en 2013, Gary K. Wolf, autor de la novela en la que se basa el éxito de taquilla, confirmó que trabajaba en una precuela protagonizada por Roger Rabbit y Mickey Mousse. Ninguno de estos proyectos vio la luz.
Desde la muerte de Bob Hoskins en 2014, la posibilidad de hacer una nueva película se encuentra con un problema más, ya que tendría que salir adelante sin el personaje de Eddie Valiant o recrear digitalmente al fallecido actor. Zemeckis llegó a proponer esta última opción sin tener en cuenta los problemas éticos que esto representa.
