Crítica: «X-Men: Primera generación». De las mejores de Marvel
Resumen de la Crítica
Valoración
Los X-Men vuelven a la gran pantalla tras hacerse esperar mucho por los fans. Ésta vez no cuentan con el (parcialmente) genial reparto de la trilogía original sino que lo renuevan con iguales o mejores actores (con la salvedad de Ian McKellen, que es insuperable).
Lo mejor es poner en situación al lector que todavía no sepa quiénes formaron parte de la Primera Generación de los X-Men. En los años 60, se publicaron 93 números de los X-Men con la mayoría de los protagonistas de esta película, pero al final se canceló por sus escasas ventas. En los 70, en cambio, retomaron la saga con un nuevo grupo formado por Lobezno y compañía, liderados todos ellos por Cíclope.
Como ya habréis supuesto, la primera trilogía está basada en éstos últimos mientras que, ahora, retrocedemos a cuando Magneto y el Profesor X eran jóvenes y cómo se conocieron y se hicieron amigos.
Ése es el eje central del argumento, y por eso es tan buena. La discusión moral de si los mutantes son una raza superior y está destinada a reinar sobre los humanos, a acabar con ellos o simplemente a convivir con ellos en paz. Pero la cosa no queda ahí, porque los humanos tampoco están dispuestos a ser relegados a un segundo puesto…
Es una cinta bastante política, con mucho guión sobre una posible nueva guerra mundial entre los rusos y los estadounidenses. Todo ello bajo la influencia de mutantes muy peligrosos que sólo quieren provocar una guerra y aprovecharse de todo ello en beneficio de su raza.
La actuación de los personajes principales es genial. James McAvoy consigue acercarse más a la audiencia con escenas como averiguar cuál es la bebida favorita de una chica en un bar, y una personalidad muy atrayente. A más de uno le habrá gustado más el nuevo Profesor X que el antiguo (sin menospreciar a Patrick Stewart).
La ascendente Jennifer Lawrence hace una convincente interpretación de Mística, igual que Nicholas Hoult de la Bestia. Pero la sorpresa viene de mano de Michael Fassbender, puesto que tenía el listón muy alto: encarnar a Magneto de joven, sustituyendo al gran Ian McKellen. No sólo salió del paso bien parado sino que demostró con creces lo buen actor que es.
De hecho, me atrevería a asegurar que “X-Men: Primera Generación” está protagonizada, sobretodo, por Magneto, su oscuro pasado y su punto de vista en cuanto al predominio de los mutantes. Fassbender y McAvoy tienen una cierta química que gusta a todos, y que seguro que los responsables de la película también notaron al elegirlos.
También es destacable el cameo de Hugh Jackman como Lobezno, que arrancará la risa a más de uno. No diré qué es lo que hace, para no acabar con la sorpresa de aquellos que no la hayan visto.
En cuanto al resto de detalles de la superproducción, la banda sonora está en la línea de la trilogía original y la puesta en escena está muy bien pensada, sin demasiados elementos de ciencia ficción.
El guión podría haber sido mejor, pero también mucho peor. Incluso con sus imperfecciones, está muy por encima del resto de las producciones Marvel, que suelen acabar apostando demasiado por los efectos especiales.
De hecho, se puede apreciar cierta maestría a la hora de elegir los altibajos en la tensión argumentativa. Por ejemplo, tras la discusión de Mística y la Bestia, eligen una conversación del Profesor X y Magneto donde éste pone bastante énfasis en su peculiar punto de vista. Tras una sintonía tensa de la banda sonora y con esa subida de “tono”, prepara al espectador para lo que, seguidamente, le ocurrirá a la Bestia al inyectarse su “cura”.
En conclusión, se trata de una de las mejores películas de la compañía Marvel, sino la mejor. Tampoco es el peliculón que se ha comentado en más de una crítica, pero es altamente entretenida, profunda, cuidadosamente elaborada y muy bien dirigida por Matthew Vaughn.
Por supuesto, se merece el taquillazo que está alcanzando estos días, consiguiendo que se confirme una secuela, muy esperada por cualquiera de sus espectadores.