Crítica: «La Noche más Oscura» (Zero Dark Thirty)
Resumen de la Crítica
Valoración
Estos últimos años, el FBI se ha puesto de moda. Series con tanta fama como Homeland o películas que suenan como candidatas al Oscar de este año como Argo y La noche más oscura, tienen a sus personajes principales como miembros del servicio de investigación más famoso del mundo. Este detalle hace pensar que desde EEUU están intentando mostrar la cara más amable y humana de una organización que está en pleno cambio y ha sufrido su desgaste en base a rumores que no son del todo afables.
Zero Dark Thirty se centra en la vida de Maya, una joven que llega al FBI preparada para encontrar el paradero de Osama Bin Laden y así vengar a las cientos de familias afectadas por el 11S y otros atentados realizados por Al Queda a lo largo de Europa. Para ello deberá interrogar a diferentes terroristas, obtener información de diversos medios, ganarse la confianza de su equipo y, sobre todo, lidiar con sus superiores para que le otorguen una mayor responsabilidad.
Primero, empecemos por lo malo, que no es mucho. De hecho, el único punto negativo que podemos destacar en este filme es su cantante patriotismo. A pesar de que se muestran varias escenas que no dejan del todo bien a los EEUU (como los interrogatorios, donde usan la violencia y la tortura para obtener información), durante toda la historia hay un claro punto de vista marcado de la situación. Esto sería lo normal, pero en Homeland, por ejemplo, se ha cuestionado la moralidad del los mandamás del país y se ha mostrado la otra parte de la historia y es algo se que se podría haber incorporado en esta película. Si se llega a profundizar en este aspecto habría resultado, si cabe, mucho mejor.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que el guión ha sido escrito (y reescrito después de la detención de Bin Laden, dado que la película se iba a estrenar sin que este suceso hubiera ocurrido) por el periodista Mark Boal, un profesional que, según parece, tiene acceso a bastantes fuentes fiables de información. Por lo tanto, estamos presenciando una serie de acontecimientos que son cercanos a la realidad de cómo se han llevado a cabo la investigación, lo que resulta en un plus añadido.
A pesar de que el largometraje es bastante parado y lento (buena parte del mismo se desarrolla entre despachos y reuniones), resulta sorprendentemente entretenido. Tratar la captura de uno de los terroristas más famosos de la historia no es algo sencillo, ni siempre sale bien. De hecho, es posible que en un principio la trama no llame la atención al espectador, que se vea demasiado lejano a los sucesos que se muestran, pero la interpretación de Jessica Chastain (Maya), que realiza un trabajo espectacular, arrastra con ella a cualquier espectador rezagado que, sin darse cuenta, estará inmerso en toda su vida e investigación. También hay que concederle parte del mérito a la directora Kathryn Bigelow (ganadora de un Oscar como mejor directora hace unos años), que ha sabido llevar a la perfección el ritmo del filme y ninguna escena está de más. Es un alivio ver que la acción fluye constantemente y que jamás se tiene la sensación de que hay tramas que se alargan sin motivo alguno o que son completamente innecesarias.
Cabe mencionar que el resto de actuaciones secundarias están llenas de caras conocidas que hacen un gran trabajo y añaden bastantes matices y personalidades al resto de personajes, ya de por si muy carismáticos.
Que una película de este estilo y temática, con una duración cercana a las 3 horas, consiga mantenerte en vilo durante tanto tiempo, tiene muchísimo mérito.
Zero Dark Thirty tiene bastantes nominaciones en los Oscar. Una de esas nominaciones es la de mejor película. Se lo tiene merecido.