Crítica: «El Origen de los Guardianes». ¡Cuidado, Disney!
Resumen de la Crítica
Valoración
Megamind, Como entrenar a tu Dragón… Dreamworks lleva un tiempo sorprendiendo con producciones animadas que consiguen alavanzas tanto por su bella factura artística y visual como por sus historias. La impresionante Pixar, ya fagocitada por Disney, se ha alzado como "rey" indiscutible de la animación 3D… Pero con películas como la que hoy tratamos, puede que ese reinado no sea eterno.
EL Origen de los Guardianes (Rise of the Guardians), está dirigida por Peter Ramsey, que ya demostró de lo que era capaz con su Monstruos vs. Alienígenas. En la producción encontramos a Guillermo Del Toro y a William Joyce, que es el creador original de los personajes, aparecidos en sus libros infantiles "The Guardians of Childhood".
La historia nos presenta como algunos personajes míticos forman una especie de "supergrupo" y defienden a los niños de ataques y amenazas. Es, evidentemente, una metáfora con la que intentan mantener viva la ilusión infantil frente al terrible mundo real de los adultos. Esto, pues, sirve de excusa para crear una película repleta de elementos infantiles y transformarlos en iconos modernos: Papá Noel es un gigantesco hombretón, de poderosos y tatuados brazos, que maneja con destreza dos enormes espadas. Lejos de imponer miedo o intimidación, transmite bondad y protección paternal. El Conejo de Pascua parece un conejo mutante, gigantesco y audaz, rápido y valiente. El Hada de los Dientes semeja un ave colorido y dirije un ejército de mini-hadas. Mr. Sandman es un bondadoso caballero extremadamente locuaz aún sin soltar palabra, de aspecto tan entrañable como grandes son sus poderes. Y Jack Frost (o Jack Escarcha, como aquí lo han traducido), es un joven impulsivo que aún busca su lugar en el extraño "juego" que le ha tocado vivir. Esta es una de las bazas de El Origen…, los personajes. Todos tienen un peso y un carisma único; no responden al estereotipo que se tiene de ellos, pero su novedosa imagen tampoco desentona ni desagrada. ¡Cómo se nota aquí la mano de Guillermo del Toro! Este grupo se comporta como un equipo de superhéroes, en serio, siempre dispuestos a entrar en acción si la ilusión y la magia de ser niño está en peligro. Cuando digo que se comportan como superhéroes lo digo muy en serio, incluso hay un guiño directo a "Los Vengadores".
Y llegó el momento en el que este peculiar equipo debe aunar sus fuerzas, pues el malvado conocido como Miedo (el Coco) de aspecto amenazante y tenebroso, que comanda un ejército de Pesadillas, encarnadas como terribles caballos negros y fantasmagóricos, han llegado a la Tierra para que los niños dejen de creer en sus seres míticos… Papá Noel, Los Reyes Magos, el Conejo de Pascua, el Ratoncito Pérez… todos corren el riesgo de desaparecer! Este es el leitmotiv de todo el film y la excusa perfecta para zarandear a todos los adultos que haya en la sala, para recordarles que una vez fueron niños y que esos mitos quedaron atrás, seguramente con toda esa fantasía y felicidad que da la niñez. Una fantasía y una ilusión que no deberíamos perder. Nos recuerda lo que una vez creíamos y lo que ahora creen y "ven" nuestros hijos, sobrinos o hermanos pequeños. Unas batallas épicas y emocionantes, un argumento trepidante y prácticamente sin fisuras y con un mensaje directo para los niños y sutil para los adultos… ¿Se puede pedir más?
Pues hay más… la factura técnica es altísima, algo que en realidad no sorprende sabiendo a los límites que hemos llegado con estas películas de animación tridimensional. Aunque no alcanza el delirio visual que tiene, por ejemplo, Brave, cumple más que de sobra con los modernos diseños de personajes, tanto protagonistas como secundarios.
Un detalle que me llega a exasperar en algunas películas de este tipo es la inclusión de los típicos secundarios graciosos: esos que no tienen otra función más que la de provocar la risa al espectador, sea como sea… por las buenas o por las malas. Aquí tenemos a los yetis y a los gnomos de Papá Noel para cumplir ese papel, pero son tan bien utilizados que no "cargan" en ningún momento. Sus bromas y gracias son pocas y están dispuestas en el momento justo, ni sobran ni estorban, algo que también se agradece.
El Origen de los Guardianes es una película apropiada para grandes y pequeños, no aburre ni defrauda, mas al contrario supone un verdadero torrente de ideas frescas sobre la base de antiguos mitos. Una oportunidad única para que los adultos disfruten como niños y los niños se emocionen como adultos. Faltan unas semanas para Navidad, pero YA es tiempo de creer.