Crítica: Dylan Dog: los muertos de la noche
Resumen de la Crítica
Valoración
Una película cómica con tintes de thriller. El argumento base trata de Dylan, un detective privado que se dedicaba a solucionar conflictos entre los vivos y los muertos, o entre los muertos; tras un suceso traumático Dylan abandona su profesión, pero la retomará en el presente.
Es una historia muy explotada ya por el cine.
Analizando los personajes observamos como:
Dylan (Brandon routh), el protagonista, presenta un carácter de líder, sabe lo que hace, es seguro de si mismo, sarcástico, hace el papel de duro que por muy difícil que se le plantee la situación conserva la calma.
Marcus (Sam huntington) el fiel amigo de Dylan presenta un carácter miedoso y es uno de los personajes más cómico, por no decir el más, puesto que a pesar de ser un hombre adopta en diversas ocasiones el papel de chica en apuros.
Elizabeth (Anita Briem) es la chica que "contrata" a Dylan, se presenta como la típica chica débil que se encuentra ante un problema (el asesinato de su padre a manos de una criatura mounstruosa) y acude al carismático protagonista para que le resuelva el problema y la proteja, a este personaje se le ira descubriendo a lo largo de toda la película y será una de las pocas cosas que puede que lleguen a sorprender.
Zombies, Vampiros; hombres lobos… son los llamados no muertos, los monstruos de esta trama, excepto el hombre lobo, todos poseen un toque humorístico y muestran como en todos lados hay buenos y malos.
A la película en general se le puede achacar varios peros:
En primer lugar, la frase más utilizada por Dylan "si no vuelvo en una hora, llamen con aviso de bomba" es una copia de la frase de Ace Ventura "si no vuelvo en cinco minutos, espere un poco más". A simple vista son muy diferentes, pero si se analiza su estructura, la intención con las que se han dicho (en un momento de tensión introducir un toque de humor para descargar el ambiente) y el momento en el que se utilizan las frases, dichas frases son idénticas.
En segundo lugar, cuando Dylan le muestra a Elizabeth que los muertos viven entre los humanos, es la misma escena que cuando el agente K le muestra al agente J en Men In Black que los alienígenas viven entre los terrestres sin ser vistos.
En tercer lugar, aparece en escena una criatura desconocida para todos y que atemoriza a los muertos vivientes, esta criatura es innecesaria, pues en ningún momento de la película se explica ni de donde viene, ni que es.
Finalmente todo el argumento es idéntico al de la película Constantine, en los dos casos un humano es elegido para salvaguardar el equilibrio entre los dos mundos; el mundo de los vivos y el mundo de los muertos en el caso de Dylan y el infierno y los seres humanos en el caso de Constantine. Tanto Constantine como Dylan deben lidiar con los monstruos durante toda la película, ya sea como amigos o como enemigos. La diferencia estriba en que a Constantine, a diferencia que a Dylan, no se le considera un detective privado y mata a los monstruos.
En definitiva, es una buena película para pasar el tiempo y los actores interpretan bastante bien pero los monstruos están poco conseguidos y no se puede considerar una película nueva puesto que como se ha visto con anterioridad no es más que una mezcla de las películas mencionadas, por lo que no hay creatividad, no supone ninguna sorpresa para el espectador y en algunos casos puede llegar a aburrir.