Crónica: 40º Salón del Cómic de Barcelona
Recuperando sensaciones
Tengo que reconocer que en estos dos últimos años muchas personas echaban de menos los conciertos en vivo, otros los espectáculos deportivos y otros las calles repletas de gente. En el caso del que escribe se me amontonaban los recuerdos de los salones, comenzando por aquellos míticos en la estación de Francia y acabando por nuestra última casa, en la Fira de Barcelona. Este 40º Salón del cómic de Barcelona ha sido un salón que despertó receloso, aún con la sensación de incredulidad de volver a lo que fuimos, y acabó con varias cifras relevantes. Récord de editoriales y artistas presentes, y 110.000 visitantes, cifra similar a momentos pre-pandemia.
Actividades para todos y mucho eclecticismo
Comic Barcelona ha intentado en esta edición ser el evento abierto que el sector necesita. Exposiciones, como la maravillosa que recorría la cuarentena a través de los hits comiqueros de cada año, mesas redondas, ponencias y debates de una calidad altísima que pese a no conectar con el público más casual y general si hicieron las delicias de los más fieles al noveno arte. Hemos vivido 40 mesas redondas, 30 encuentros con autores/as, 22 presentaciones editoriales, 8 proyecciones y dos conciertos. Es cierto que como algunos reclamaban hace falta volver a la espectacularidad Hollywoodiense que algunas presentaciones necesitaban, pero a favor de la organización cabe destacar que este espíritu sobrio iguala a las mismas y no destaca a las editoriales punteras sobre las que son más humildes.
Un acierto sin duda es la organización por zonas temáticas que resaltaban y potenciaban lo ofrecido. Mención especial a AlterComic, con su oferta alternativa y la zona Comic Kids: talleres de cómic, cuentacómics, encuentros con autores de cómic infantil y juvenil, así como actividades fijas como el ComicChapa, el ComicPlay, sesiones de cine infantil o el Pintacaras. Para recordar el encuentro con Iñaki Zubizarreta sobre el acoso escolar, que reunió a más de 700 alumnos en el Auditorio de Fira Barcelona Montjuïc. La apuesta por los jóvenes es clave para el futuro de la propuesta.
Charlando con autores y autoras amig@s me comentan lo interesante e importante que es para el colectivo el Comic Pro, con distintas ponencias y debates relacionados con varios aspectos de la autoría y la edición de cómics (organizadas por el Colectivo de Autoras), así como los encuentros entre artistas y editores nacionales e internacionales y el mercado de derechos. ¡Si quieres llevar tu portfolio, es tu lugar!
En cuánto a los/las autores/as presentes tengo que destacar a Peter Bagge, auténtico referente de la generación X y enemigo de lo políticamente correcto, que aprovechando la reedición definitiva de Odio (La Cúpula) ha venido a regalar titulares y firmas por el Salón. Una pasada. Accésit también a Javier Sierra, que ha presentado la adaptación comiquera de «La pirámide Inmortal» de la mano de Cesc Dalmases y Salva Rubio.
El futuro de un salón entre salones
El Comic Barcelona, como hemos dicho, quiere poner el acento, y creo que hace bien, en una propuesta variada y para todos los públicos, entendiéndose esto en una propuesta diversa. Mucho se ha hablado estos días de la convivencia con el Salón del Manga -y con otros secundarios como el Japan Weekend-, y de cómo se pueden alternar los eventos sin agotar al público, en un momento efervescente en el que el mundo del cómic no deja de crecer en todas direcciones. Las ventas han ido bien, segun las editoriales, la asistencia también pero se echa de menos cierta espectacularidad en los eventos que sin duda atraería a más público. ¿Cómo se explica que en plena locura por Marvel y DC en sus versiones cinematográficas no se tire de esto para lograr más penetración entre el público? Quizás son elementos que tienen poco que ver con la organización y mucho con la propia industria. A Ficomic hay que darles la enhorabuena en todo caso por este Comic Barcelona que ha cumplido y con nota.