Crítica: X-Men: Días del Futuro Pasado – Singer vuelve a la Carga
Resumen de la Crítica
Valoración
Esta película funciona. Como adaptación, como secuela, como precuela, como reboot… todo en uno.
Bryan Singer ha vuelto a la saga mutante… y se nota. El director abandonó la saga hace más de una década, tras deleitarnos con X-Men y más aún con X2. Un tercer capítulo mutante, X-Men: La decisión final, llegó de la mano de Brett Ratner… con resultados algo más deplorables (Singer había abandonado a la Patrulla X por aquel entonces para centrarse en un fracasado retorno de el Hombre de Acero).
En 2011, Matthew Vaughn le dio un giro radical al mundo mutante de la Fox al dirigir X-Men: Primera Generación. Hartos de secuelas, el volver a los orígenes de la saga, el conocer cómo comenzó todo, cómo eran Xavier y Magneto en los 60, cómo se conocieron, cómo adiestraron a su primer equipo de jóvenes mutantes… fue una gozada. Sangre nueva en la saga y un nuevo enfoque, que aprovechaba momentos históricos y los entremezclaba con elementos de lo más comiqueros y docenas de referencias par los fans acérrimos.
2014. Singer recupera las riendas del homo-superior y lo hace con ganas de relanzar su universo. Parece que Singer buscaba el modo lógico de borrar cuanto Ratner hizo con «La decisión final». Un viaje en el tiempo, volver atrás y reescribir la historia siempre funciona. Dicho y hecho. Todo encaja, de modo impecable, con una de las más famosas historias que La Patrulla X ha protagonizado nunca: Días del Futuro Pasado. Mecanismo ideal para el relanzamiento.
En los cómics originales, una adulta Kitty Pryde, Gatasombra, regresaba atrás en el tiempo desde un futuro distópico para evitar que Mística y su Hermandad de Mutantes asesinase al senador Kelly.
Tras 14 años de historia mutante fílmica y 6 películas, incluyendo las dos de Lobezno, Días del Futuro Pasado era el modo lógico de recuperar a los mutantes y llevarlos de nuevo por el buen camino, la senda de Singer. Unos cuantos cambios en el guión eran necesarios: En 2023, el mundo ha sido tomado por los Centinelas, gigantescos robots caza mutantes que supusieron el arma definitiva de los humanos en su guerra contra el homo-superior. Los miembros supervivientes de la Patrulla X luchan por recuperar un mundo que ya no existe. Alegra la vista poder disfrutar de versiones de carne y hueso de Mancha Solar, Destello y Bishop así como recuperar a Coloso, el Hombre de Hielo, Gatasombra, Lobezno, Tormenta y por supuesto Xavier y Magneto. Kitty Pryde es ahora capaz de hacer regresar la conciencia de cualquier ser a un plano temporal anterior (Sí, Kitty, no Rachel Summers… una pena, pero tiene su lógica cinematográfica). Así, Xavier y Magneto eligen a Logan (omnipresente Hugh Jackman) para que regrese a 1973 y evite que Mística asesine al creador de los Centinelas, Bolivar Trask (interpretado por un sublime Peter Dinklage).
El efecto Singer es curioso. Uno siente que se mete de lleno en el mundo que el director pergeñó en 2000, desde la banda sonora hasta los personajes y el modo en que actúan, los planos… todo. Pero a la vez, Singer ha sabido mantener vivo todo aquello que Vaughn creó y que tan bien funcionó (o casi todo, que uno siente nostalgia por el ritmo y el color de los 60 de First Class) . Vuelven las versiones juveniles de Bestia, Xavier y Magneto (Nicholas Hoult, James McAvoy y Michael Fassbender). Vuelven los acontecimientos históricos a entremezclarse con las aventuras de los X-Men: Los tratados de paz de París, JFK, los 18 minutos desaparecidos de Nixon y el Watergate… y desde luego, es admirable cómo los Xavier y Magneto de Primera Generación evolucionan para parecerse más su contrapartida de los 2000 de Singer. Destacable en este apartado la interpretación de Jennifer Lawrence y su Mística, cada día más feroz y más cercana a la versión de la Romjin-Stamos.
La cinta es densa en cuanto a acontecimientos. Vamos de Nueva York a Moscú, a China… de 2023 a 1973, a Saigon, a París… Tenemos versiones alternativas (hasta 3) de algunos de los personajes… Días del Futuro Pasado es un film para el fandom, para aquellos que se conocen bien el mundo mutante, pues no se detiene ni un segundo a hacer introducciones o dar explicaciones (de hecho, muchas misterios quedan aún desaprovechados o en el aire, como el regreso de Xavier tras su muerte en La Decisión Final, los poderes recuperados de Magneto, la nueva habilidad de Kitty o las garras de Adamantium no amputadas de Lobezno). Los recién llegados andarán algo perdidos y muchas referencias, como la paternidad de Magneto, se les pasarán por alto. Atención a Evan Peters, Mercurio. Personajazo con la mejor secuencia de la película.
Aún así, esta película funciona. Como secuela, como precuela, como reboot… todo en uno. Sus 131 minutos se hacen cortos y se vuelve una montaña rusa, haciéndonos ir del drama a la acción pasando por la comedia sin perder un segundo de metraje.
Mucha nostalgia, muchos reencuentros, un buen homenaje y retorno a la saga. X-Men: Días del Futuro Pasado es todo eso y mucho más. Podría haber sido el cierre ideal pero el anuncio de X-Men: Apocalipsis y el stinger post-créditos con las imágenes de En Sabah Nur son muestra de que aún queda mucho por contar. No es la película mutante perfecta, pero se le acerca.