Crítica: X-Force, la revolución mutante que llegó a Marvel
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Historia
Personajes
Odiados y amados a partes iguales. Os traemos una serie que revolucionó el panorama Marvel de la época.
Recordemos que X-Force fue fundado como un grupo de mutantes que se encargaría de llevar a cabo operaciones tácticas encubiertas. Una poderosa fuerza de ataque, armada hasta los dientes, con misiones “sucias” y peligrosas que los X-Men normales no podrían (o no debían) realizar.
El soldado llegado del futuro, conocido como Cable (Nathan Summers) reunió originalmente a X-Force con la intención de formar una resistencia para combatir la amenaza que supondría en el futuro Apocalipsis. En un principio Cable buscaba a los X-Men como parte de su plan para derrocar el régimen de Apocalipsis en su futuro, pero finalmente se alía con los Nuevos Mutantes dado que estos estaban solos y eran mucho más jóvenes, lo cual les hacía idóneos para ser moldeados y entrenados al antojo de Cable.
Una vez finalizaron los decadentes años 90, Joe Quesada como editor jefe de Marvel, decidió inyectar un aire de renovación a la serie que con tanto éxito había llevado en su día Rob Liefeld, la cual había llegado a un punto que no se podía sostener. Marvel lo había intentado todo, pero parecía incapaz de reflotar la colección. Así que se lo jugó todo a una última carta, apostando por Peter Milligan y Mike Allred, además de darles total libertad creativa, aunque más adelante esto les dio algún problema, una de las cosas más importantes para un cómic, y que he destacado en varias ocasiones poniendo como ejemplos el Savage Dragon de Erik Larsen o Invenicble de Robert Kirkman, es la libertad creativa. Si algo malo tienen Marvel y DC, las dos grandes editoriales, es el yugo con el que suelen trabajar los autores, salvo en contadas excepciones.
Tras este pequeño repaso a la historia, cabe decir que esta es una nueva era para los superhéroes, no luchan contra nadie, no salvan el mundo, y no hacen el bien. Entonces ¿qué para que valen?
Pues bien, Milligan y Allred nos presentan un nuevo grupo de mutantes, los cuales son reunidos por un millonario con el único objetivo de ganar dinero emitiendo sus heroicas intervenciones por televisión como si de un reality se tratara. Se nos presenta a un grupo de mutantes narcisistas más preocupados en buscar la gloria, la fama y el dinero, que en salvar el mundo. Salvar al mundo es un trabajo y como tal hay que sacar el máximo beneficio de este. Se acabó el concepto de mutante tímido, odiado y temido. Los mutantes ahora están de moda, ser un X-Force mola, y si para ganar dinero hay que recurrir a montajes o propiciar la muerte de diversos miembros del grupo, que así sea.
Resultaba de lo más extraño que los personajes, sin ser villanos, aprovechen sus poderes para lograr fama y dinero, y más raro todavía, cuando además de conseguirlo lo siguen haciendo durante mucho tiempo. Estos nuevos X-Force no tienen en común con sus antecesores nada más que el nombre. Esto es así hasta tal punto, que en un momento dado aparece la formación original de X-Force reclamando su nombre a los nuevos “héroes”. Un abanico de personajes cada cual más dantesco que el anterior, y muchos de ellos con poderes absurdos hasta lo inimaginable, pero todos con una personalidad tan bien escrita y definida que lograban no dejar indiferente a nadie. O los amas o los odias.
A lo largo de la historia veremos como estos jóvenes van dejando de lado el marketing, su parte ambiciosa y comercial y van convirtiéndose en auténticos héroes. Tendremos inesperados romance, revelaciones sobre tendencias sexuales, traiciones, luchas internas para chupar cámara, nuevos miembros y muertes, muchas muertes.
Peter Milligan se hizo grande en este mundo gracias a su trabajo en el sello Vértigo con series como Shade o Blanco Humano. Por otra parte, Mike Allred alcanzó el éxito fama en el cómic independiente gracias sobre todo a su Madman un cómic con numerosas referencias a la cultura pop. De hecho, no pocos han comparado el estilo del dibujante con la línea pop de Hergé y Will Eisner.
Este X-Force es un cómic arriesgado, diferente, pero a su vez estaba impregnado de ese aire clásico, no sé si me atrevería a decir revolucionario. Es una serie que rompe con todo lo que era, antes de la llegada de los autores y su arriesgada propuesta era una clara muestra de las ganas que había de hacer cosas nuevas.