Crítica: ‘World War Wolves. Dios tiene gracia’
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy recomendable.
Deseando leer el siguiente número.
Yermo Ediciones es la encargada de publicar en España ‘World War Wolves’, el nuevo trabajo en el que se han embarcado el dúo Jean-Luc Istin y Kyko Duarte. Istin, guionista y creador de la obra puso en marcha el proyecto y ya contaba con un dibujante. Las cosas no llegaron a buen término y finalmente terminaron anulando el contrato, así que tuvo que buscar y probar a otros artistas. En ese momento, estaba trabajando junto a Duarte en ‘Elfos. El cristal de los elfos azules’ así que el guionista pensó en él y le pidió una prueba. La prueba gustó y así empezó la creación de ‘World War Wolves’.
Este primer volumen llamado ‘Dios tiene gracia’ nos introduce de lleno en una ficción post-apocalíptica donde una enfermedad desconocida y muy contagiosa se extiende por la Tierra (aunque la historia está ambientada en diferentes partes de EEUU, se presupone que afecta al resto del planeta). Esta enfermedad convierte a los seres humanos en licántropos. Es tan agresiva y avanza tan rápido que los humanos para poder sobrevivir, se ven obligados a abandonar sus hogares en busca de algún lugar donde permanecer a salvo. Varios lugares como Dallas, Houston o Las Cruces han sido fortificados y allí acuden los supervivientes en busca de refugio. Otras ciudades no han podido resistir. Boston, San Francisco y Nueva York han caído y ahora están dominadas por los ‘hombres lobo’, que también se han unido y han creado una nueva sociedad. En estas ciudades los instintos primarios y el ansia de sangre reinan. El principal objetivo de estas bestias son los seres humanos.
Aunque a priori la historia no parezca original y sea inevitable acordarse de obras como The Walking Dead o Guerra Mundial Z, (ya que el marco en el que ocurren es similar), conforme avanza la lectura nos damos cuenta de que son muy diferentes. Istin nos presenta un enemigo que es más inteligente que un simple zombi ya que estos licántropos se coordinan y trabajan juntos. Siguen siendo hombres aunque su coeficiente intelectual es inferior y en su apariencia humana podrían caminar entre nosotros sin que nos diéramos cuenta (lo cual puede darle muchísimo juego a la trama), pero sin lugar a dudas lo mas destacable de la obra son sus personajes y la gran labor por parte del guionista para desarrollarlos. La manera en que son presentados y las situaciones a las que se enfrentan son el punto fuerte (la primera aparición del predicador Elia Lloyd en la iglesia o la del músico de blues Jeremy Lester son magistrales). Conocemos a John Marshall, un padre de dos hijos y con una mujer embarazada de un tercero. John era un novelista de éxito antes de que todo cambiara, pero eso no sirve de nada tal y como está el mundo ahora, no sabe disparar, ni pelear, tampoco tiene conocimientos de supervivencia, pero su objetivo por encima de todo, es salvar a su familia. El lector empatiza con John inmediatamente ya que seguramente nosotros nos sentiríamos tan perdidos como él en una situación de esa magnitud. A lo largo las páginas los iremos conociendo, veremos como además de luchar con sus propios problemas particulares, cada uno a su manera intenta adaptarse a este nuevo mundo que poco se parece al que conocían.
En principio, esta obra iba a ser publicada en el formato franco-belga, pero Istin decidió hacerlo en formato comic-book, así que del planteamiento inicial de 46 páginas a color pasaron a 92 y además de eso, tuvieron que sacrificar el color, cosa que en mi opinión le viene fenomenal a la historia ya que acrecenta el tono oscuro que necesita creando un ambiente gris y decadente. Kyko Duarte a los lápices junto a Ellen, nos ofrecen un trazo realista y muy trabajado. Los rostros (sobre todo los femeninos) son muy expresivos y transmiten a la perfección la angustia y el sufrimiento que sienten (cosa que podemos apreciar desde el impresionante primer capítulo). Otro de sus puntos a favor es el ritmo. Las escenas de acción son predominantes y aunque hay escenas de sangre y vísceras (obviamente tiene que haberlas ya que es un cómic para adultos), no abundan, con lo cual cuando aparecen el impacto es mayor en el lector, y lo mismo ocurre con los hombres lobo, sólo hemos visto una pequeña pincelada de lo que pueden llegar a hacer y eso te deja con ganas volver a verlos.
Yermo Ediciones edita la obra con una presentación impecable, en formato “Cartoné” con una gran calidad de papel e impresión, que permite disfrutar de la amplia gama de grises de la obra. Además, viene con una galería de imágenes creadas por artistas como Ronan Toulhoat, Johann Blais, Alain Brion (entre otros), que nos muestran su visión particular de estos hombres lobo, que son una delicia.
Todos estos elementos (y muchos otros) hacen de este primer tomo de World War Wolves una recomendadísima lectura cuyo ritmo engancha, con personajes magníficamente desarrollados y que deja al lector con ganas de más. En Francia ya ha aparecido el segundo volumen, esperemos que no se hagan de rogar y podamos disfrutarlo en España pronto. Este primer volumen tiene 112 páginas y un precio de 18€.