Crítica: “WONDER WOMAN, Hierro”. BOOOM.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Como hijo suyo, sería un placer mataros a todos”
Una saga madura, independiente y de gran inteligencia con grandes interacciones entre personajes y con gran alternancia entre costumbrismo, suspense y épica.
Si el primer año de la colección ha servido para asentar las bases de lo que pretende construir Azzarello respecto a los orígenes y destino de Diana y su integración en la mitología grecorromana, es el turno para que entren en juego conceptos añejos de la portentosa imaginación de Jack Kirby para subir nuevos niveles de calidad en esta odisea preparada para Wonder Woman. Si en los dos arcos anteriores se profundizó en las raíces de la protagonista uniendo la mitología amazona con la de la familia divina de Zeus siendo como una más en el panteón familiar del dios provocando en su microuniverso una expansión biológica que dio lugar a acertadas tramas, deliciosos diálogos, momentos épicos tanto en acción exterior como en drama interior y giros sorprendentes, ahora se puede comprobar que eso no era más que el aperitivo a lo que vendrá después, sirviendo este volumen como punto de arranque de esta tesis. Ya no sólo porque la creación kirbyana del Cuarto Mundo toma lugar por fin en la época New 52, sino porque la aparición de nuevos vástagos de Zeus, aparte de ampliar escenarios, apoyan el desarrollo personal de Diana hasta el punto de cuestionarse decisiones y forzar alianzas en un primer momento imposibles. Ello tiene como hándicap que todos y cada uno de los personajes tengan algo que decir y para que sirvan deben tener el carisma suficiente que permitan dejar poso en el corazón y mente del personaje principal. Y lo consiguen. Creo que en este punto de la historia el mérito de los autores reside en que cada individuo cuenta y que las asociaciones y desuniones acaecidas tienen sentido encajando con las características formadas en inicio, sin contradicciones. Luego lógicamente deben estar insertados en una trama consecuente con sus particularidades y que estás interesen y enganchen para seguir leyéndolas, pero muchas veces lo anterior sin lo primero funciona pero unidos engrandecen una historia. Y los episodios que recopila Hierro es un gran ejemplo de ello.
Porque dos personajes antagónicos, tanto explícita como tácitamente, ahora unidas por las circunstancias como son Zola y Hera, pueden congeniar sin desconcertar al lector consiguiendo unos dimes y diretes que enganchan. Si además se añade como árbitro de esta contienda familiar a Ares, cuya acidez verbal, frases lapidarias, mente lúcida y peculiar estilo de vida, con un nivel dialectico que alcanza cotas muy elevadas, el disfrute es máximo. Lo mismo con el desarrollo en retrocontinuidad de la relación entre este último y la propia Diana, trama absorbente que presenta una gran química emocional y generacional entre ambos.
Porque precisamente estas alianzas accidentales son el recurso necesario para no repetir ideas e impide que los personajes vayan dando círculos entre sí para así encontrar nuevos rumbos sin sonar a viejo, asegurando el factor sorpresa a pesar de los sucesivos encuentros con esta circunstancia.
Porque la aparición de tipos como Highfather y Orión, viejos conocidos de los Nuevos Dioses, o de Milan y Siracca, nueva estirpe de Zeus, al igual que pasó anteriormente con Hades y Neptuno, ofrecen nuevas posibilidades escenográficas y líneas de acción si para el caso tipos como Lenox, Hefesto, Discordia o Hermes han quedado amortizados o han perdido el elemento sorpresivo.
Y porque reinventa lo reinventado. Si resulta que Diana es fruto de Zeus y de manera hermética ha estado protegida en secreto por su madre Hipólita, recibiendo amor a raudales, sirviendo como justificación para conformar una historia épica y para forzar íntimamente la salvaguardia del bebé de Zola, aparece como némesis global El Primogénito, un Hércules en la sombra como tsunami destructivo que lo arrasa todo precisamente por carecer de todo lo que recibió Diana, amor incondicional.
Con todo y teniendo en cuenta que en este punto de la historia, cuyo denominador común es el giro que supuso la traición de Hermes y el secuestro del pequeño, es precisamente su búsqueda lo que va a provocar el viaje familiar de Diana. A parte de los repetidos secundarios a los que habíamos aludido anteriormente, son los nuevos los que llaman la atención, ya sea por su novedad tanto en diseño mental y físico como en sus motivaciones y apariciones para colocar a Diana en tesituras difíciles, lo que enriquece esta gran aventura.
Por lo demás, Hierro continúa con la estela de Sangre y Arena en cuanto su estructura rítmica escalonada pero bien administrada, entre costumbrismo, drama, comedia y acción. En este sentido, no pueden ser más perfectas las alternancias entre épica y dialéctica. Justo cuando hay que descansar de una, aparece la otra, como rectas y curvas perfectamente milimetradas. Esto en lo que respecta a la narración en su conjunto para facilitar la lectura, pero en lo que respecta a la experiencia de la misma el enganche y la adicción es total, siendo imposible dejar de leer una vez se han abierto sus páginas. Como en los dos arcos anteriormente citados, la dinámica no se rompe con Hierro precisamente.
Además, su reconocible estilo Vertigo hace todavía más relevante la seriedad con la que Azzarelo se ha tomado su Wonder Woman. Hay que agradecer a DC Comics que se hayan arriesgado con esto. Ya no sólo por la contundencia en el discurso tan realista de personajes como Lennox y Ares, sino en los modos de actuación de tipos como El Primogénito. De forma explícita vemos como le arranca de un bocado la cabeza a un explorador. Y por ejemplo con Milan, donde nos mete en una escena terrorífica al cubrir totalmente a los personajes con millones de moscas que se meten en su garganta, con una muestra gráfica tan creíble que deja esa sensación desagradable como si le pasara a una persona realmente. Mucho yuyu la verdad.
Todo esto convierte a esta etapa dentro de la trayectoria editorial de la protagonista en una de las grandes, en un comic dentro del contexto deceita distinto a los demás, madura, independiente y de gran inteligencia. Un disfrute en muchos niveles de interés. Y todavía queda.
Wonder Woman (N52) 0, 13-18 USA, DC Comics. Wonder Woman Hierro, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 175 pags. PVP: 17,95 €. Fecha edición: Mayo 2016.