Críticas de videojuegos

Crítica: «Visions of Mana», el resucitar de una saga

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Muy recomendable

Sabor a clásico pero con producción actual. Una maravilla que los amantes del JRPG van a disfrutar

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Seiken Densetsu es su nombre en Japón y la saga no cuenta con nuevo título dese hace casi veinte años, aunque ha seguido viva y coleando entre los jugadores de todos los sistemas de manera interrumpida, eso sí, a base de remakes y adaptaciones varias. Square Enix ha decidido que ya ha llegado el momento de ofrecer una nueva entrega y el 29 de agosto llegó este Visions of Mana para PS4, PS5, Steam, PC Windows y Xbox SerieS/X, que es donde lo hemos podido disfrutar gracias a la clave cedida por su distribuidor, Plaion.

Aunque ahora os comentaremos con más calma y detalle, que vayan por delante las buenas sensaciones que hemos experimentado con esta nueva y de momento última entrega. Detrás de ella hay mucho trabajo, mucho cariño y, sobre todo, mucho respeto por un género como es el JRPG.

Una historia sencilla y lineal pero suficiente para enganchar, un mundo fabuloso y enorme para explorar y unos personajes encantadores y pensados para compenetrarse, para encajar, que destilan química y que interactuan entre ellos a muchos niveles.

Bendito y maldito Árbol de Mana

En la imagen de abajo tenéis a Val y a Hinna, los protagonistas de nuestra historia. A lo largo de la aventura se unirán al grupo más personajes, pero no cabe duda de que son ellos el eje y el motor de la trama. Aun así, no comenzaremos con ellos, sino con otros dos personajes a los que acompañaremos en su dramática huida y que, de paso, servirán de tutorial.

En este mundo fantástico existen ciudades/estado representadas cada una por cada uno de los ocho elementos (Tierra, Fuego, Oscuridad, Luz, etc…). Para que la prosperidad y la paz continúen en cada una de ellas deben mandar, cada cuatro años, a una persona hasta el Árbol de Mana. Esa persona, conocida como exvoto, se sacrificará de alguna manera por el bien de los demás pero, como es una costumbre ancestral aceptada desde siempre, no lo ven como una condena sino como un privilegio. Esto es uno de los temas que toca el juego de manera suave pero explícita: el fanatismo, sea religioso o por tradición.

Para que el peregrinaje hasta el árbol sagrado sea seguro, se nombra un custodio que defenderá con su vida a los/las elegidos. En esta ocasión el custodio será Val, mientras que la exvoto del Fuego será Hinna. Por ello, comienzan el viaje hacia el árbol, comienzan la aventura… pero a lo largo del camino y por todo lo que van a vivir su percepción de lo que está bien y de lo correcto puede ser que cambie.

Val y Hinna, dos protagonistas de esos que recordarás

Buena historia y sensacional narrativa

Mantener el secretismo y evitar cualquier spoiler es fundamental para poder disfrutar del juego. Su narrativa es muy sencilla y evita complicaciones innecesarias y, las pocas palabras/términos que no conocemos terminan por volverse familiares. La historia se abre conforme vamos jugando y, como el camino a seguir es lineal, no nos perderemos nada de lo que el juego quiere contar.

Las conversaciones entre los personajes, todos variados y complementarios, son en ocasiones divertidas y en otras, cuando lo requiere, emotivas. De cara al final encontramos algo más de dificultad en la linealidad de la historia, enredando un poco lo que, en realidad, es más sencillo. Pero nada que no haga disfrutar y recordar los grandes momentos que atesora este Visions of Mana.

Hablando de los personajes podemos poner como ejemplo a Val, el hábil y valiente guerrero custodio de los exvotos. Contrariamente al arquetipo de soldado guardaespaldas, Val es afable y alegre, divertido y encantador. Podemos comprobar lo que siente por Hinna y podemos ver como se preocupa por los demás. Eso no evita que sea fiero y determinado en combate. Como Val, el resto de personajes huyen de estereotipos y tienen personalidades interesantes que se desarrollan durante el juego… Al igual que sus respectivas historias y motivaciones.

El combate: acción y espectáculo

El combate es una de las piedras angulares de Visions of Mana. La cámara es ágil y nos permite seguir los enfrentamientos de manera sencilla y dinámica, además de que podemos alternar el control con otros tres personajes. Cuando no los llevamos, unas sencillas órdenes que se dan desde un menú, nos ayudan a preparar las estrategias que más nos convengan. Y el resto de personajes, aunque no los podamos controlar directamente, tendrán sus acciones durante las batallas, ayudándonos mediante curaciones, por ejemplo.

Distintas formas de ataque, entre las que se incluyen varios tipos de golpes especiales y magias, que podemos equipar y evolucionar, hacen que cada enfrentamiento sea vistoso y espectacular. Además, con las reliquias que obtenemos durante nuestra aventura, podemos cambiar los ataques y las habilidades de cada personajes… y de paso su apariencia física. Por ejemplo Val (otra vez nuestro prota) comienza con el elemento Fuego, pero en cualquier momento podemos cambiar su afinidad por, digamos, aire (como veis en la captura de abajo) Esto hará que su apariencia cambie y con ello sus ataques, magias, etc. Y lo mejor es que estos cambios son siempre «gratis», lo que nos permite experimentar y volver atrás si no nos convence el resultado… hasta que demos con el que nos gusta o se adapta a nuestro estilo de juego.

No faltan las inevitables mecánicas en este tipo de juegos, como tesoros ocultos, combatir para subir nivel, etc. Pero creo que esto no hacía falta ni decirlo.

Un mundo de color por descubrir

Gráficamente es precioso. Tiene un cel-shading que evoca a los juegos clásicos pero dotándoles de un estilo y un acabado muy actual gracias a sus sombras, sus colores y sus diseños. Para empezar, los diseños de personajes, que los hacen diferentes y excéntricos pero encantadores. Incluso con un punto ridículo que recuerda, sin serlo, a diseños de tiempos pasados.

El enorme mapa por el que nos movemos tiene zonas claramente diferenciadas, como ciudades, desiertos, montañas, y en cada una hay varias cosas por hacer. En las ciudades, interactuar con los lugareños y cumplir misiones, sencillas, que nos ayudan a encontrar objetos y a ganarnos su amistad. También encontramos los típicos comercios donde conseguir armas/armaduras o consumibles. Las zonas no habitadas están orientadas al combate y, aunque son abiertas, el camino se muestra lineal. Puedes salirte del camino, pero lo más seguro es que esas ruinas o esos peñascos escondan enemigos demasiado poderoso y a los que vas a tener que llegar más adelante en tu aventura.

Llama la atención, la estética del mundo, que es muy luminosa y colorida, aunque en ciertos entornos o momentos se torna terrorífica y oscura. Como sea, los diseñadores han conseguido capturar una magia especial que, una vez más, evoca al pasado de la saga.

Los pikuls, una de las novedades en la saga, nos acompañarán y harán más fácil el viaje

Apartado sonoro de excepción

Musicalmente estamos ante una producción marca Square Enix, que ya sabemos como cuida este aspecto. Grandes y épicas melodías para según qué momentazos y una sencilla y en ocasiones machacona música que nos acompaña en nuestra travesía... y que cambia dependiendo del lugar o de lo que tengamos que hacer. Más de 100 temas incluye el juego, compuestos por creadores musicales que ya han participado en otras entregas de la saga. Como decimos, uno de esos aspectos que Square Enix cuida con atención.

Los personajes tienen perfectas voces en japonés o inglés, pero todo el juego nos llega convenientemente (y excepcionalmente) localizado al castellano gracias a los subtítulos.

No faltan los enemigos de gran tamaño, jefes y demás, que nos pondrán en apuros

Conclusiones

Muchos títulos han intentado lo que este Visions of Mana ha conseguido: Traer el sabor del JRPG clásico a la actualidad. Las sensaciones de hace décadas, cuando te metías en la historia, a veces cándida y a veces ridícula, pero llena de emotividad. Esa sensación regresa cuando juegas a esta nueva entrega de Mana. Se «siente» clásica, pero se juega y se disfruta como algo muy actual.

Square Enix parece haber encontrado un camino distinto al de otros títulos semejantes, otros JRPGs. Seguramente ese era un error muy común: querer imitar el éxito, repetir la fórmula, de un Final Fantasy. Las grandes sagas que han sobrevivido lo han hecho por encontrar su propio estilo, su propia fórmula. Parece que la saga Mana lo acaba de hacer, tras tantos años.

Creo que la frase que mejor lo describe es un jrpg como los de antes pensado para ser disfrutado ahora. Toda una aventura llena de magia y encanto, irrepetible.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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