Crítica: «UnMetal», una genial parodia de Metal Gear
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Imprescindible
Un juego único que va más allá de la parodia y con el que no puedes dejar de reír
No recuerdo un solo juego que me haya hecho reír tanto como este UnMetal. Pero es que, además, es condenadamente bueno, pues conjuga elementos de jugabilidad retro con exploración y disparos, haciendo de la experiencia una diversión constante. El argumento es una gran broma que fluye ante nosotros a través de unos doblajes de lujo y consigue que estemos atentos al avance de su loca historia, sin querer perdernos un solo detalle.
Hemos podido jugarlo en PS4, pero lo tenéis disponible en Switch, Xbox y PC… y yo no me lo perdería. El panorama del videojuego independiente español está rayando a un nivel altísimo y, Francisco Téllez De Meneses, creador de este UnMetal (y de otros parecidos como Ghost 1.0 o Mini Ghost), confirma ese buen momento además de su ingenioso sentido del humor.
Una narración increíble
La historia la cuenta Jesse Fox, pues parece que le ha capturado el ejército cuando sufrió un accidente aéreo con un helicóptero militar. Los altos mandos que le interrogan quieren saber qué ha pasado y no se esperan la épica y absurda aventura que Jaime les va a narrar. Lo que nace como fruto de un error acaba convirtiéndose en un ataque a la ONU que Jesse debe detener, mostrándose como un héroe capaz de las proezas más increíbles.
Detenido por un delito que no ha cometido, es encerrado en una base militar de donde tiene que escapar. Por el camino encuentra a un general con el que se comunicará (el mítico CODEC del Metal Gear) en todo momento, y esto hará que su simple misión de huida se transforme en toda una aventura a lo James Bond. Con grandes villanos y todo.
La narrativa del juego es todo un puntazo, porque nosotros la jugamos a través de la declaración que Jesse hace en la sala de interrogatorios (aunque esto también cambiará una vez avancemos en el juego, ya veréis). Y siempre con unos doblajes perfectos, interpretados profesionalmente, que nos sumergen en la historia. Las bromas constantes son ingeniosas y casi siempre nos pillan por sorpresa, muchas de ellas usando referencias cachondas a otras sagas de videojuegos, no solo a Metal Gear, así como a cine. Estas bromas brillan con los hábiles diálogos y el guion tan fluido. Y todos los personajes hablan, incluso el soldado ese que hace guardia en una esquina. Si te acercas y te detecta, tiene sus líneas de diálogo hablado. Así que no hace falta decir lo que aportan los jefes finales o los aliados.
Porque de personajes va sobrado también el juego… esa doctora que nos ayuda en un momento puntual, no por nada en concreto, solo para que nos vayamos de la base militar y dejemos de herir a más soldados… ¡que le estamos llenando la enfermería! O el periodista encerrado porque hizo fotos a unos bloques de hormigón. O el General X… y tantos otros. Y, por supuesto, Jesse Fox. Su narración y las rectificaciones del relato que hace sobre la marcha, sus ingeniosas salidas o su torpeza… todo es susceptible de encontrar el chiste adecuado y hacernos reír.
Lo retro es divertido
Con unos gráficos de aspecto 8 bits, pero con unos colores y dibujos que demuestran un gran acabado artístico, el juego transcurre a través de pantallas que se suceden y conforman escenarios tan variopintos como los interiores de la cárcel, un laberíntico bosque, una base militar, un hangar y varias más que nos guardamos para mantener la sorpresa. Con su vista isométrica tendremos perspectiva del entorno y de los guardias que debemos esquivar o noquear (nunca matar). Porque en UnMetal encontramos un juego de sigilo e infiltración con puzles y exploración… y algunos interesantes tiroteos.
Los soldados pueden ser engañados lanzando monedas o emitiendo sonidos (golpes) para poder noquearlos a puñetazos o dormirlos con cloroformo (no dejéis de probar el cloroformo, por favor!). Entonces toca recogerlos y ocultarlos, porque si algún compañero encuentra un cuerpo… dará la alarma. Una vez que nos detectan y suena la alarma, casi es mejor volver a cargar la partida, pues las tropas acudirán en masa y no escatimarán en balas. Menos mal que para salir bien parados podemos recoger cosas en nuestro avance… cosas como alambres, palos, monedas, bidones. Objetos que, combinándolos nos permitirán crear nuevos objetos más útiles. También podemos encontrar botiquines (para curarnos nosotros mismo o curar a cualquier pobre soldado que haya resultado herido de gravedad: recordad, en este juego están prohibidas las muertes). Aparte de estos gadchets y útiles podemos hallar cosas tan comunes y habituales como fardos de billetes con mil millones de dólares. Lo normal.
Y también están las armas. Porque si bien con los soldados tenemos que evitar ser letales, con los enemigos finales debemos emplearnos a fondo. Ellos vienen con todo: que si tanques, que helicópteros, artilugios de invisibilidad, arañas mecánicas… incluso algún que otro bicho mutante. Ahí es cuando debemos usar las armas que también encontramos en nuestra aventura. Pistolas, lanzallamas, lanzamisiles, granadas…
Estos combates de enemigos finales y algunos otros son muy ingeniosos. No nos tendremos que limitar a disparar y esquivar sin más, si no que algunos requieren de verdadera estrategia. El enemigo a batir al final del juego se lleva la palma y, cuando comprendes su modus operandi, no puedes más que alabar la habilidad y originalidad del diseñador.
Los chistes cambiantes
UnMetal no es un juego excesivamente largo, más aun cuando su divertido sentido del humor y su historia te enganchan y quieres saber que está pasando, cuanto de verdad y cuanto de mentira hay en la narración de Jesse, y te fuerzas a terminarlo sin descanso. Te atrapa también con su sencilla mecánica aventurera, variada y entretenida en la que tan pronto estás quemando unas ratas como intentando colarte en una base secreta como un repartidor de pizza o enfrentándote a unos drones voladores. Todo es cambiante, sorprendente e inesperado en este juego.
Seguramente se quedarán algunos secretos por descubrir y algunas opciones por disfrutar en solo una partida, así que invita a ser rejugado para exprimirlo a tope. Fijaos que, en algunas ocasiones, nosotros decidimos qué enemigos o qué elementos hay en según que zonas. Porque al ser una narración contada por Jesse, algunos detalles quedan ambiguos y al capricho de su memoria. Jesse duda en su relato y el juego nos permite elegir a nosotros… y siempre, siempre, nos hará sonreír.
No nos cansaremos de recomendar UnMetal, da igual la consola o dispositivo que uses. Es una divertida aventura que seguro te va a gustar y te va a sacar la carcajada en muchas, muchísimas ocasiones. Ya solo por eso se convierte en un producto destacable y distinto… pero es que, además, viene acompañado de un aspecto retro de lujo, trabajado, cuidado… y de una jugabilidad absorbente y variada. Mezcla el buen humor con la buena jugabilidad y el cóctel videojueguil es absolutamente perfecto.
Dadle una oportunidad a Jesse, nos lo vais a agradecer.
Lo Mejor
- El humor y la gracia del juego
- Los doblajes son inmejorables
- Los gráficos retro, preciosos
- La narrativa es una maravilla
Lo Peor
- Que no le des una oportunidad