Crítica: «Universo DC Renacimiento. Flash 3», esperando a La Fuerza de la Velocidad.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Para fans del personaje
La serie parece haber entrado en un punto muerto en el que, aun pasando cosas, da la sensación de no avanzar.
Con este núm. 3 de la «era Renacimiento» nos plantamos en el n. 4 y 5 originales. Tras la tormenta de Fuerza de la Velocidad desatada en Central City, han aparecido innumerables velocistas. Barry y sus nuevos socios, la Dr. Meena y el Detective Hearth, deciden montar una especie de academia de entrenamiento para enseñar a controlar los poderes a toda esta legión de nuevos meta-humanos. Estos socios también han conseguido poderes derivados de la Fuerza de la Velocidad, por lo que no forman equipo solo en su faceta «didáctica» o formativa, sino también a la hora de entrar en acción (con trajes algo cutres, por cierto).
En estos dos números seguimos descubriendo por qué se desató aquella tormenta y quién está detrás, aunque la amenaza siempre queda difusa y lejana, las escenas de acción no transmiten intensidad y la sensación de velocidad que suele acompañarlas, desaparece totalmente. Carmine DiGiandomenico, el anterior dibujante, tenía sus limitaciones, pero sabía contagiar el frenesí de la velocidad propia de una serie como es Flash… Sin embargo, los autores elegidos para estos dos números, Neil Googe y Felipe Watanabe, no llegan ni a acercarse, sobre todo el primero. Flash es una serie para lucirse, para dinamizar los combates, idónea para experimentar con las composiciones y con la anarquía, tal y como hacían los anteriores dibujantes, volteando viñetas, inclinándolas, alargándolas… pero nada de eso se ve ahora. Al bajón en el dibujo debemos sumar que la historia parece no avanzar, a pesar de que cambian situaciones y suceden cosas, da la sensación de que la serie ha entrado en un impuesto estancamiento confortable, donde la nueva relación sentimental de Barry y los tibios avances en la investigación que les ocupa solamente sirven para disimular un rumbo incierto de la serie. La masificación de velocistas le quita peso, originalidad y le resta la apreciada diferencia que la misma siempre había tenido con el resto del Universo DC.
Joshua Williamson sigue conteniendo la historia, parece temeroso de alejarse de la serie televisiva, algo que tendrá que ocurrir más pronto que tarde. Echamos ya en falta ese giro impactante o ese cambio inesperado que revolucione la serie, atrapada como está ahora en tibiezas románticas y en peleas con enemigos difusos. Pese a todo, se vislumbran buenas señales para el futuro, esperemos que cercano. La gran cantidad de nuevos personajes velocistas deberá obligatoriamente acabar y solo quedaran unos pocos, nuevos, que si se eligen bien, con criterio, ayudarán a mejorar la serie. No quiero ser malo, pero es inevitable pensar que esa misma criba de velocistas nos traerá momentos dramáticos que subirán exponencialmente la tensión en la serie. Al menos, la última página de este cómic hace imaginar esto. El nuevo Kid Flash, todavía encerrado en un «sí pero no», promete entrar con fuerza y es otra esperanza a futuro.
En definitiva, esperemos que este momento sea una pausa deliberada, en la que se forjan y se estabilizan nuevos personajes para usarlos como combustible en el fuego que se intuye prenderá en la serie. Lo malo será que no suceda así y el inacabable arco argumental de Williamson quede como una etapa tibia y sin alma. Sería una pena y un desperdicio en uno de los personajes de moda en la editorial. Pero sí sabemos que queda mucho por contar, ojalá encuentren un dibujante estable y a la altura… Entonces Flash volverá a coger velocidad, que es lo suyo.
- Universo DC Renacimiento. Flash 3. ECC Ediciones.
- edición original. The Flash nums. 4 y 5. DC Comics.
- grapa. 48 pp. color. 3’25 €