Crítica: Turrican Flashback para Nintendo Switch

Estamos en época de reivindicaciones y de revisionismo histórico. Y eso también es aplicable al mundo de los videojuegos. Para los que crecimos en los 80, había dos plataformas básicas que pocas veces se mezclaban o compartían sus grandes éxitos.

Podemos decir que a un lado del ring, estaban las primeras consolas, con jugabilidad directa y sin concesiones y al otro lado, el mundo del ordenador doméstico con juegos de alto nivel pero que por contra se lo ponían algo difícil al usuario que solo quería enchufar y jugar.

En ese panorama, favorecido por el crack de los videojuegos del 83, surgieron franquicias videojueguiles del ordenador personal (hablando en amplio, no sólo de PC, que era una parte del mercado) que fueron auténticos hits, y que por motivos propios acabaron llevándose más tarde al área consolera. En mi caso, el choque con el Turrican que jugué en Commodore 64 fue tan brutal que durante años pensé que Metroid (muy similar en algunas cosas) era una copia del juego que tenemos hoy -no es cierto XP-. De hecho, esta maravilla, que hoy encajamos dentro de ese género llamado metroidvania, o siendo precisos un Run & Gun, fue creada por Manfred Trenz con trocitos del clásico de Nintendo pero aportando muchísimos elementos nuevos, como el maravilloso arsenal o una BSO que es ya, por motivos sobrados, un clásico.

Por ello creemos que esta recopilación es absolutamente necesaria para aquel que quiera entender el desarrollo de la industria. Tenemos que decir, eso sí, que nos encontramos con una recopilación que cuenta únicamente con cuatro títulos: Turrican I y II (en sus versiones en Amiga), Mega Turrican de Megadrive y Super Turrican de Super Nintendo.

Los juegos

Como decimos, esta colección nos incluye en primer lugar el Turrican I y II de Amiga, que sorprendió a propios y extraños con mapeados enormes, enemigos gigantes y una fluidez y jugabilidad que se alejaban de los plataformeros de la época. Hay que decir que podemos disfrutar del juego de una manera perfecta y que hace justicia a uno de los TOP 5 del computador de Commodore. La Switch se adapta como anillo al dedo al juego.

Por otro lado Mega Turrican es la versión para Mega Drive, que traería consigo multitud de novedades, como el famoso gancho que nos permitía balancearnos. Hay que comentar que el Mega Turrican se empezaría a desarrollar para Amiga decantándose al final por llevarlo a la máquina de Sega, siendo este juego la auténtica tercera parte.

Por su parte, el Super Turrican, la versión de la saga para Super Nintendo surgió en 1993 para aprovechar las bondades técnicas de «el cerebro de la bestia». No debéis perderos bajo ningún concepto la fase en la cual se copian literalmente elementos de Alien, el octavo pasajero. Encontraréis reminiscencias varias como a Soldado universal, a Contra, a Mario Bros y elementos varios que os harán alucinar con un producto que «adaptaba» sin rubor todo lo que molaba en el momento.

Novedades

Aunque nos gustaría que lo que apareciese en este apartado fuese mucho más nos encontramos básicamente un menú con los 4 títulos, con su correspondiente descripción y opciones gráficas para adaptar a nuestro gusto los clásicos. Echamos en falta esos extras que hacen que un título de estas características sea mucho más disfrutable.

Conclusiones

Podemos decir que estamos de alguna manera ante una versión económica aunque recortada de lo que presumiblemente será el pack completo que ofrecen Strictly limited. De todas maneras decir, que es una buena compra ya que tenemos una de las mejores sagas plataformeras que se han creado nunca. Esperaremos pues a conseguir el pack completo y disfrutar de la obra del genio de Factor 5 Manfred Trenz y de la BSO mítica e inolvidable de Chris Huelsback. Disponible para Nintendo Switch y PS4, nosotros hemos podido disfrutar de este juego gracias a la copia que Tesura Games nos facilitó y con la que hemos revivido aquellos inolvidables momentos en los que la industria empezaba a dar muestras de lo que iba a llegar a ser. Por 29,95 no se puede pedir más. Ni tampoco mejor.