Crítica: «Trials of Mana», la esencia de un género.
Resumen de la Crítica
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Muy Recomendable
Una maravillosa aventura con todo el sabor de los jrpg clásicos magníficamente adaptada
Oficialmente Trials of Mana, conocido como Seiken Densetsu 3, no salió nunca de Japón. Aunque los JRPG gozaban de un éxito incontestable allá por mediados de los ’90, era habitual que muchos títulos de calidad se quedaran sin su versión PAL. Los afortunados que se lanzaba a jugarlo tras haberlo adquirido de manera… dudosa, hablamos de este caso en concreto, afirmaban que se trataba de una obra maestra… y mira que el juego llegaba sin traducir ni nada. Trials of Mana se convirtió en un tesoro prohibido, escondido y secreto. Square Enix arrasaba con Final Fantasy y cualquier otro producto que llevase su sello era muy codiciado… pero es que además aquí sí pudimos jugar a la segunda entrega de esta saga, Secret of Mana.
Una saga de culto como esta estaba destinada a engrosar la larga lista de juegos reconstruidos, es carne de remake y solo era cuestión de tiempo y de echarle paciencia… porque Trials of Mana iba a llegar tarde o temprano a nosotros. Lo hace ahora en su versión remake del clásico, directamente a PS4 y Switch, y en las siguientes líneas os contamos todo sobre este juego. Juegazo. Os adelantamos que nos ha robado el corazón… y muchas horas de diversión.
Argumento, Historia, Personajes…
Trials of Mana nos propone seis personajes entre los que elegir. Debemos decidir quien protagonizará la historia y añadir dos acompañantes. De una manera u otra, a lo largo de la aventura, nos vamos a cruzar con el resto de personajes e incluso interactuarán con nosotros, pero solamente vamos a seguir la historia personal de aquel a quien elijamos… bueno, y de rebote, conoceremos las de sus dos acompañantes. ¿Y quienes son estos candidatos a protagonista?
Durán, el joven espadachín del reino de Valsena. Ángela, la princesa rebelde del reino mágico de Altena, repudiada por su madre, la reina. Kevin es el hijo del rey de los hombres bestia del reino de Fierolia. Charlotte, la pizpireta medio elfa de la ciudad santa Wendel. Falco, un noble ladrón del gremio de Nebal. Lis, capitana de la guardia de las amazonas de Brisia.
Estos seis personajes representan la mayoría de reinos existentes en este mundo de fantasía y a través de ellos viviremos la aventura. Cada uno de los seis tiene su propia historia y sus motivaciones personales… venganzas, algún tipo de búsqueda, viaje iniciático… Distintos motivos que sirven de motor para poner en marcha cada una de sus aventuras, de forma individual. Lo maravilloso es que se funden con una trama global y, conforme avanza la historia, comprendemos que formamos parte de algo mayor y nuestra pequeña misión queda solapada (que no olvidada) por una meta mucho más grande. Si, como suele pasar en este tipo de juegos, en nuestras manos (o espadas) va a estar el destino del mundo.
Porque la diosa Mana está en peligro. Unos seres llamados benevodones, temibles y muy poderosos, fueron encerrados para evitar que arrasaran el mundo. Pero fuerzas oscuras están conjurando para devolverlos a la vida y apoderarse de su poder. Ya sabéis a quien le va a tocar evitarlo…
Repetimos: seis personajes distintos. Esto significa que podemos jugar la aventura varias veces (mínimo dos) para poder ver todas las historias particulares. No solo eso, sino que dependiendo del protagonista que escojamos, este tendrá un archienemigo al que nos enfrentaremos durante la aventura. Si queremos ver todos los bosses, tendremos que jugar, al menos, tres veces.
En el plano argumental Trials of Mana es una delicia. La historia fluye con sencillez y encanto desplegando ante nosotros unos personajes (principales y secundarios) que parecen sacados de un cuento y filtrados por la estética manga. Jamás pierdes el hilo de lo que está pasando ni te pierdes por su extenso mapeado. Un mensaje en una esquina de la pantalla te recuerda cual es tu misión. De esta manera la historia avanza siempre, entre simpáticos personajes, ciudades de fantasía, aventura y acción incansable… todo forma un mundo de cuento de hadas majestuoso. Y no solo eso, jamás abandona su esencia clásica, su identidad. Respeta la aventura original de los ’90 y la actualiza con unos gráficos cell-shading preciosos. De eso hablamos luego.
No solo los personajes protagonistas son dignos de recordar. El inmenso plantel de secundarios es también destacable. Compañeros, rivales, reyes, duendes, etc. Su colorido diseño llega a enamorarte. Los enemigos básicos cuentan con una estética simpática y casi infantil, como la mayoría de los enemigos finales, los bosses… aunque también los hay tremendos, mastodónticos y muy intimidantes. Como alguno que otro secreto, que se desbloquea al terminar el juego…
Estilo de juego, Jugabilidad…
Se trata de un juego de rol de acción. Los combates se pueden esquivar si huimos de la refriega, pero esto no es aconsejable porque vamos a necesitar la experiencia y los objetos que los enemigos nos dan al vencerles. Con un sencillo combo de botones realizaremos los ataques, esquivamos y podemos usar objetos y hechizos. No faltarán ataques especiales, por supuesto. Esta amplia variedad de opciones hace que los combates sean divertidos y ágiles, no demasiado difíciles pero en ocasiones exigentes (sobre todo con algunos grandes enemigos). En cualquier momento podemos alternar el control de los personajes, es decir: no solo controlamos al personaje principal, pues pulsando un botón podemos tomar el control de uno de los dos «secundarios». Aquellos personajes que no manejemos actuarán por su cuenta, con una IA muy aceptable que podemos incluso modificar con una sencilla tabla de acciones. Podemos indicarles que ataquen a tal o cual enemigo, que nos curen si bajamos de un tanto por cien de salud determinado, etc.
Nuestro personajes crecen conforme ganamos experiencia, pero ese crecimiento lo determinamos nosotros gastando los puntos obtenidos en tal o cual característica. Elevar determinados parámetros nos reportará beneficios tales como ataques especiales, mayor fuerza, más poder mágico, etc. En definitiva, es algo muy común a los JRPG, pero adaptado de tal forma que todos estos menús se vuelven sencillos, intuitivos y asequibles. No pasa como en otros juegos de este tipo, que se pierden en complejos árboles de habilidades y llegan a lastrar la experiencia final. En Trials of Mana todo suma.
La exploración también es importante. Si bien el mundo abierto es grande pero limitado, hay numerosos caminos a seguir y secretos que descubrir. Las ciudades están repletas de gente (con modelos que se repiten) y de cosas que hacer como comprar, plantar semillas, charlar con la gente, buscar tesoros. Y no nos podemos olvidar de Cactolillo. Un simpático cactus que nos iremos encontrando aquí y allá. Vale la pena pararse a hablar con él pues, cada vez que lo hagamos, se irá acumulando el número de encuentros y nos recompensará con interesantes mejoras.
Por último explicamos que cada personaje puede cambiar de clase. El cambio de clase supone una evolución espectacular y aumenta los atributos y poderes de cada uno. Eso si, no es nada sencillo hacerlo. Para empezar, durante el juego solo podemos hacerlo dos veces y la transformación definitiva se consigue una vez terminada la historia y volviendo a jugar. Porque Trials of Mana esconde mucho más que las 30 horas aproximadas que dura su historia inicial... tenemos la «post-partida», el New Game + y las altas posibilidades de rejugabilidad. Mínimo, se duplica ese número de horas.
Gráficos y Banda Sonora…
Los gráficos cell-shading 3D de Trials of Mana son deliciosos. Recogen la esencia del juego clásico y le añaden un diseño maravilloso, colorido y encantador. Su estética de anime se aprovecha de unos escenarios amplios y luminosos y de unos personajes carismáticos que se mueven con soltura y naturalidad en cualquier situación. La sencillez como virtud vuelve a destacar en este apartado y demuestra que no hace falta inventar nada, solo hacerlo de manera elegante y efectiva. Bosques, islas, ciudades, cavernas, zonas volcánicas, castillos… la variedad de escenarios es inmensa y siempre de diseño impecable.
Las voces en inglés (o japonés) se acompañan con subtítulos en perfecto castellano. Tan perfecto que se permiten traducir acentos peculiares como los de los enanos o el de los simpáticos gatos, que meten un «miau» cada vez que pronuncian la letra «eme». Como este hay muchos pequeños detalles que ayudan a conformar un pequeño universo particular, identificable… y original.
Impresiones finales…
Square Enix ha sabido honrar el título original a la vez que lo ha transformado y adaptado. Respeta la historia y su encantadora sencillez, su cándida narrativa que evoca una época en la que este tipo de juegos reinaban entre otros muchos géneros. Su historia es una fábula llena de matices y compuesta por muchas otras pequeñas historias que acompañan esa gran epopeya que se desarrolla por igual para todos los personajes. La narrativa de Trials of Mana es un ejemplo para muchos otros juegos que se pierden en innecesarias complicaciones argumentales que interrumpen el fluir de la historia e impiden que se disfruten como se merecen.
Para los jugadores más veteranos es un homenaje a una época dorada que vivieron con pasión, pues les devolverá aquellas sensaciones. Para los nuevos es una oportunidad excelente de acercarse a este género que vuelve a estar de moda. No hay mejor ocasión para hacerlo.
Lo Mejor
- Su sencillez le vuelve excelente.
- Arte y narrativa excelente
- Diseño de personajes, escenarios y enemigos.
- Los combates con los jefes son tan épicos como numerosos
- Destila respeto por su obra original y el JRPG en general.
Lo Peor
- Poco se puede apuntar en este apartado. Quizá los más puristas echen en falta más complicaciones.