Crítica: «Transformers. More Than Meets The Eye. vol.2», genio y chispa.

Es una verdadera pena que en el imaginario de la mayoría del público los Transformers sean solo un producto infantil con el que se realizan películas veraniegas, juguetes y tebeos de mil colores. Es una pena, porque cuando surge una colección como Transformers: More Than Meet The Eye, no hay fuerza en el Universo capaz de cambiar esa visión limitada. Sería tema de reflexión el aceptar que esto sea así, pues el producto se lo ha ganado a pulso, debido a que no le ha ido tan mal… vistos los resultados económicos obtenidos.

Pero Transformers es mucho más, como demostramos en nuestro podcast Hello Friki Especial Transformers

Estos robots llevan décadas cambiando de editorial y en su última etapa, la más celebrada, han recaído en IDW, donde han relanzado su peculiar universo. En la actualidad, además de algunas series limitadas, se publican dos series regulares que recogen éxito y premios por doquier: Robot in Disguise y More Than Meet The Eye. Sobre todo esta última, de la que ahora continuamos hablando. Ambas, pueden ser seguidas en nuestro país gracias a Planeta Cómics, que las publica regularmente en formato tomo.

Guionizada por James Roberts, viejo conocido de estos metálicos personajes, y dibujada por varios artistas (Alex Milne, Guido Guidi, Jimbo Salgado y Emil Cabaltierra) nos cuenta como, una vez terminada la guerra entre Autobots y Decepticons, viviendo pacíficamente en un reconstruido Cibertrón, un grupo de transformers decide embarcarse en la nave La Luz Perdida y lanzarse al espacio en busca de los míticos Caballeros de Cibertrón. Comandados por Rodimus Prime, este grupo de transformers se verá envuelto en mil y una aventuras a lo largo y ancho del espacio.

El primer tomo, que ya reseñamos en Hello Friki y que podéis encontrar en este enlace, dejó un inmejorable sabor de boca en mi… además de esperar con ganas su continuación. Nada más comenzar a leer este segundo tomo, reencontrarme con la tripulación de La Luz Perdida ha sido si cabe más divertido y emocionante. En este segundo volumen (que recopila los números 9 al 15 además del Annual 2), titulado Bajo las distantes estrellas azules, seguimos la épica espacial que lleva a este grupo en pos de los míticos Caballeros. Pero si en el primer tomo James Roberts nos sorprendía con guiones ágiles, ingeniosos y originales (remarco la palabra original) en esta continuación nos encontramos con nuevas dosis de esos magníficos alicientes. Y es que ya conocemos a la tripulación y sabemos lo que podemos encontrar… pero ahora entran en juego nuevos personajes, incluso nuevas razas, planetas y conceptos, haciendo que nos llevemos las manos a la cabeza ante la imparable, incomparable, imaginación del guionista.

Aquí todo puede pasar… y pasa! Y después de vivir varios números plenos de acción, nos encontramos con una reunión tranquila de la tripulación en el bar de la nave (si, si… el bar!), donde varios transformers cuentan algunas de sus vivencias pasadas y a modo de flashbacks presenciamos momentos inéditos, que no quedan exentos, por supuesto, de su dosis de humor. Incluso veremos al mismísimo Optimus Prime en sus años mozos. El final del tomo es absolutamente épico, con una batalla feroz y resuelta de manera magistral… otra vez: ingenio, humor, inteligencia. Pero si se limitara a esto, hablaríamos de un grandísimo cómic… lo que pasa es que no se limita a esto. Además de esa historia central tenemos pequeños detalles de historias paralelas que, por si mismas, podría ser tema central de grandes historias de ciencia-ficción… y aquí se limitan a usarlas de forma transversal!!! Solo pondré un ejemplo de los muchos que hay: los Transformers de la nave está intentando localizar «no diré el que». Para ello tienen un mapa holográfico que les indica la localización… pero ese mapa tiene un sistema anti-copy. Resultado: al ser ellos seres artificiales, no pueden ni siquiera recordar el mapa, una vez que apagan el holoproyector! Ni pueden por el sistema de protección anti copia grabarlo en video, cd, etc…

Esa genialidad y originalidad argumental se extiende también a los personajes. Los Transformers se muestran en esta serie como nunca antes… Rodimus Prime, el líder… es a la vez un referente para los demás tanto como un joven impetuoso y, en ocasiones, irresponsable. Ultra Magnus, un antiguo Decepticon de combate en aras de redimirse y buscar la paz y el equilibrio en su interior (mal sitio para intentarlo, esta nave llena de robots con personalidades complejas!) Tenemos robots psicólogos, adictos a vete a saber tú que sustancia, algunos devueltos a la vida tras miles de años y que no encuentran su lugar en un mundo sin guerra, etc.

Dos puntos oscuros que criticar. Primero el baile de dibujantes, muy distintos unos de otros y que restan sensación de continuidad. Por otro, sigue esa sensación de confusión, ya que los personajes se parecen físicamente mucho unos a otros, con contadas excepciones, además de que se hace complicado apreciar detalles de anatomía. Donde vuelven a brillar los responsables gráficos es en el dominio de la expresión corporal, siendo capaces de hacernos entender estados de ánimo, intenciones, pensamientos, etc. solo a través de los gestos y posiciones corporales.

More Than Meets The Eye es, sin lugar a dudas, una de las mejores series que se publican en la actualidad. Una Space Opera de calidad incuestionable que tiene como mayor lastre el nombre de sus protagonistas. Pero hasta ese lastre cobra mayor valor en manos de James Roberts, que sabe darle la vuelta… con ingenio, oficio y un sentido del humor como pocas veces he visto en un cómic.

No me cansaré de recomendar esta colección que, aunque venía acompañada de innumerabls alabanzas de la crítica especializada, ha superado con creces mis expectativas. Y vuelvo al punto final de la otra reseña… a esperar con ansia Decepticon la aparición del siguiente volumen de Transformers: More Than Meets the Eye. Genial!