Crítica: «Transformers. Clásicos USA vol. 2», de juguetes a máquinas.

El segundo volumen que publica Planeta Cómics con las historias clásicas de los Transformers, cuando Marvel se encargaba de editarlos, contiene los números 14 al 25, publicados entre marzo de 1986 y febrero de 1987 y suponen la consolidación de estos como un cómic de calidad, alejados ya del lastre que supone su versión juguetera en referencia a ser tomados como un mero producto promocional. Estos años fueron así… G.I. Joe, Micronautas, ROM, Transformers… Hasbro y Marvel asociadas, una fabrica muñecos y otro hace cómics, ambos se retroalimentan y las ventas de los dos productos está asegurada. Mucho se ha escrito y se escribirá sobre esto, pero lo que me sigue llamando la atención es como, poco a poco, Marvel fue pasando de un producto meramente superficial a un cómic de calidad. Con los G.I. Joe es escandaloso, siendo las primeras historias puro relleno y pasando la serie más tarde a un tal Larry Hama, subiendo la calidad en vertical y acabando el autor nada menos que responsabilizándose del personaje estrella Marvel: Lobezno.

Con los Transformers no fue tan brutal, pero sí sucedió algo similar. La calidad de la serie fue creciendo, conforme la mitología de estos mecánicos extraterrestres era asimilada por autores y público. Bob Budiansky escribía unas historias cada vez más firmes y sus Transformers comenzaban a dar muestras de madurar. Ya no se limitaban a pegarse trompazos entre ellos, a buscar fuentes de energía y a maldecir a los débiles humanos… ahora los Transformers no solo debían centrarse en vencer a la facción rival, pues comenzaban las luchas de poder entre ellos y los escarceos con la lejana y semidestruida Cybertron, los juegos políticos y las alianzas con los humanos.

Los guiones de estos números son abundantes, con largas líneas de diálogo y extensos textos que ni se hacen pesados ni recargan la historia, pues jamás pierden el hilo de lo que cuentan ni se entretiene con planteamientos innecesarios. Son ágiles e interesantes y, añadido esto a las viñetas de pequeño tamaño, encontramos una narrativa tan rica como extraña a los tiempos actuales en los que tan habituados estamos a las splash pages y dobles páginas. El paso del tiempo se nota en este detalle, curioso, pero no por ello ralentiza la lectura, sino que la enriquece y llevaría a añorarla si no fuera por el dibujo de Don Perlin. Este es el peor punto del cómic, que desgraciadamente se extiende a todo el volumen.

Efectivamente, no es un dibujo agraciado ni de trazo atrayente, más bien es simple y escueto en detalles, abandonando el realismo en pos de la rapidez. Porque en descargo de Don Perlin (y un par de dibujantes más que colaboran en el tomo) debemos entender la dificultad de lidiar con tantos personajes robóticos, cada uno con sus detalles en el chasis y su capacidad para cambiar de forma… por lo que la dificultad se multiplica. Tampoco debe ser muy cómodo ni muy motivador el tener que dibujar tropecientos robots al mes, con sus correspondientes formas de vehículos. Un caos magnificado aun más por esa estructura narrativa de viñetas pequeñas… ¡dificultad máxima! Lo que no se le puede echar en cara es la habilidad para recrear las escenas de manera sencilla, jamás confundes personajes ni pierdes detalle de lo que sucede, cosa que no ocurre, por ejemplo, en las series actuales de los Transformers, donde la calidad en el dibujo es muy superior a costa de perder claridad narrativa.

A excepción de un número que sucede en Cybertron, el grueso de las historias de este tomo se desarrolla en el Noroeste de EE. UU. dominando el paisaje pequeñas poblaciones, minas y entornos agrestes. Sin hacer falta nada más para mantenernos atentos a lo que sucede: alianzas entre humanos y Autobots, maniobras por parte de Shockwave para arrebatar el liderazgo Decepticon a Megatrón, humor a costa de humanos como el Amo de los Robots, un guionista mediocre de Marvel Comics que se hace pasar por supervillano!!

Otra interesante inclusión es la llegada de nuevos Transformers, como los creados al principio del tomo, los llegados de Cybertron o, sobre todo, los conocidos como Transfans: grupos de 5 Transformers que se combinan entre sí para crear un Mega-Transformer. Así tenemos los Aerialbots (juntos crean a Superion), los Combaticons (Bruticus), Protectobots (Defensor), los Stunticons (Menasor), los Predacons (Predaking). Estos nuevos personajes sirvieron para enloquecer a niños de todo el mundo con sus versiones de juguete, pues combinar a cada uno de ellos y convertirlos en un solo Super-Transformer era la gran novedad para todos los seguidores de la serie y claro, no podían olvidarlos en su versión comiquera… Y aquí los tenemos!

Planeta Cómic continúa pues con la publicación de los cómics clásicos de Los Transformers, acercándonos estas historias de calidad ascendente y de difícil adquisición hasta la fecha. Historias primigenias de estos clásicos que no parecen pasar de moda.

• Transformers. Clásicos USA, vol. 2. Planeta Cómics.
• edición original: The TRANSFORMERS 14 al 25 USA. Marvel Comics.
• cartoné. 288 pp. color. 30 €