Resumen de la Crítica
Calificación
Recomendable para los seguidores de Terminator
Los primeros 10 minutos de película logran a nivel técnico algo ESPECTACULAR... ¿Lo peor? Que vuelven a contar exactamente LO MISMO
Quien suscribe estas líneas es fan confeso de la saga Terminator. Es por ello que cuesta mucho hablar de esta última iteración, Destino Oscuro, o al menos hacerlo sin pesar. Cameron, papá de la criatura, regresa a la saga como el hijo pródigo que nunca debió marcharse. Junto al T800 de T2, ardieron todas nuestras esperanzas de una secuela digna.
Jonathan Mostow quiso resucitarla con La Rebelión de las Máquinas, pero ni las curvas de Kristanna Loken y su Terminatrix pudieron lograrlo. Arnold empezaba a flaquear, Nick Stahl no era nuestro “enano coñón” y sólo Clare Danes y un inevitable Apocalipsis salvaban la cinta que, como Destino Oscuro, se repetía en sus tópicos.
Después llegaría Terminator Salvation de McG (curiosamente es quizás mi secuela favorita). El director nos plantaba de lleno en el futuro y John, aún un soldado raso y no un líder mesiánico, era encarnado por un potente Christian Bale. Anton Yelchin que en paz descanse era un interesante Kyle Reese adolescente y Sam Worthington, en aquel en boga, un nuevo modelo de Terminator que se creía humano. Además, moto terminators, los T600 o los enormes cosechadores arrojaban luz nueva a la historia. Sin embargo, no funcionó.
De Terminator Génesis prefiero ni hablar. Interesante… hasta que “el girito” la vuelve patética.
Volvemos a Cameron. El señor decide que esto no puede seguir así y con Destino Oscuro ejerce de productor, pone a Tim Miller (Deadpool) a los mandos y decide reescribir el canon. Esto es Terminator 3, punto pelota.
¿Lo mejor? El elenco. Vuelve Linda Hamilton. A fin de cuentas, ella es la verdadera protagonista de la saga. Y la Hamilton lo peta de nuevo. Ni Lena Headey en la versión televisiva de Terminator (Las crónicas de Sarah Connor) logró encarnar a esta Sara, inteligente, fuerte, destrozada y arrogante. Por otro lado, Mackenzie Davis. La humana mejorada llegada del futuro para proteger a Dani Ramos (Natalia Reyes, meh). Amaréis a Grace. Y en el lado de las máquinas, Gabriel Luna como el Terminator y Arnold… ídem.
¿Lo peor? Que tras tantas secuelas “desaborías”, vuelven a contar exactamente LO MISMO. Destino Oscuro es un refrito de algunas ideas buenas (el diseño del nuevo Terminator, las líneas temporales alternativas…) y no innova. Esto ,que puede estar muy bien para el espectador recién llegado, destroza al fan de siempre (que planea guillotinar a Cameron).
¿Lo mejor? Que supera a Génesis y Terminator 3. La peli es todo cuanto amamos de Terminator: Una constante huída de un enemigo imbatible. Las escenas de acción son de 10. El situarla en la frontera mejicana en plena era Trump… chapeau. Y el trío de féminas y su mensaje son para quitarse el sombrero.
¿Lo MÁS mejor? Los primeros 10 minutos de película logran a nivel técnico algo ESPECTACULAR. En serio, aún no me he recuperado. ¿Qué no puede hacer el cine hoy día? Y visto esto ¿Qué nos depararán las secuelas de Avatar?
