Crítica SW 2. «Capitana Britania y los Defensores», de Al Ewing y Alan Davis
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Divertida
Buena y divertida historia engarzada en las Secret Wars y con cierto sabor a What If?, pero se hace demasiado breve.
No todas las series que rodean a las nuevas Secret Wars se componen de cuatro o cinco números… también las hay de número único o, como el caso que nos ocupa, de tan sólo dos episodios. Capitana Britania y los Defensores (Captain Britania and the Mighty Defenders) está guionizada por Al Ewing y dibujada por Alan Davis, nos presentan dos ciudades antagónicas y opuestas: Ciudad Yinsen y Ciudad Mondo.
La primera, surge de la posibilidad de que Tony Stark cediera su primera armadura al doctor Yinsen y fuera el propio Tony el que se sacrificase para que su compañero de celda pudiera convertirse en el justiciero Iron Man. Esto lleva a Yinsen a adoptar el papel de defensor de la ciudad que toma su nombre tanto en los despachos como en el ecombate, bajo la personalidad/armadura de Rescue (o sea, una armadura eminentemente defensiva). Pero esta ciudad utópica cuenta con su propio grupo de héroes, a los mandos de los cuales está Hulka, erigida como Thor-cop de la ciudad. Todo cambia cuando irrumpe en la ciudad Yaiza Hussain (la Capitana Britania que pudimos ver en la Era de Ultrón) y sugestiona a los demás para que cuestionen el falso reinado del Dr. Muerte. Como castigo, el todopoderoso Muerte propiciará una guerra de estos traidores con su fascista ciudad vecina, Ciudad Mondo… una versión marveliana de la Mega City de Juez Dredd (donde no faltan las versiones de los Jueces, claro), pasado todo por el filtro Marvel y con cierto olorcillo al Castigador.
En tan solo dos números nos ofrecen los autores muchos detalles y argumentos que se desaprovechan por tan escaso espacio para su desarrollo. Nos quedamos con las ganas de saber más sobre Yinsen y su vida como Rescue, de la formación de Los Defensores… pero también de lo que acontece tras los muros, en esa ciudad estado fascista regida por la ley más extrema y donde Luke Cage y Emma Frost encarnan a Juez Dredd y Juez Anderson… y mucho más. Divertida lectura pero también fugaz. En esta ocasión no se puede aplicar el dicho de que «lo bueno, si breve, dos veces bueno», pues se quedan muchos cabos abiertos, inexplicados y todo sucede a demasiadas revoluciones como para que podamos degustarlo.
No tenemos a un Alan Davis en su mejor momento, aunque incluso de esta guisa es un artista destacable que dota de agilidad y personalidad a sus dibujos. Por su parte, Al Ewing consigue en muy pocas páginas presentarnos a todos y cada uno de los protagonistas y logra que sintamos deseos de saber más de ellos y de la situación que les ha tocado vivir en este Mundo de Batalla.
Solo dos números, muy recomendables, que se leen casi sin darte cuenta y que divierten a costa de dejarte con una frustrante sensación de final atropellado y rudo, aunque la historia quede bien acabada.