Crítica SW 8: «Inferno», de Dennis Hopeless y Javier Garrón.

Continuamos con nuestro repaso a todas las series satelitales del evento de moda en los cómics, Secret Wars… y hoy le toca el turno a Inferno, una de las que más expectación levantó y más intriga despertó. En esta ocasión, la región de Mundo de Batalla en cuestión está compuesta de una Manhattan habitada por mutantes y amenazada por una puerta infernal, un territorio colindante plagado  de seres demoníacos.

En esta región la Patrulla-X jamás venció a las hordas infernales, a modo de what if…, e incluso Illyana Rasputín, Magik, hermanísima del acorazado Coloso, fue capturada por N’astirh y convertida en la regente Niña Oscura, la forma demoníaca de Illyana. De esto hace ya cuatro años…

En el aniversario de la derrota, una vez al año, Coloso tiene una inquietante manera de celebrarlo: organiza una misión de rescate a Inferno para recuperar a su hermana (maldita la falta que le hace!). Incursiones que se cuentan por fracasos y con el que comienza esta serie, el quinto intento, comprobamos lo inútil del empeño y las fatales consecuencias que tiene. Los que logran escapar, lo hacen heridos y, los que son capturados, son sometidos por los ejércitos de Illyana y N’astirh.

Tenemos dos escenarios realmente curiosos… Por un lado están los miembros supervivientes de la Patrulla-X, comandados por Cíclope, herido y postrado en la silla de Charles Xavier, manteniendo la paz en esta Manhattan que sirve como «muro» de contención de ese mencionado Inferno. El atormentado Coloso (protagonista sin duda de este spin-off) tiene como pareja sentimental a Dominó, y cuenta con la simpatía de su lider para «consentirle» sus misiones de rescate anuales, aunque este beneplácito se está deteriorando por momentos en vista de los pobres resultados que se obtienen. Pero las desequilibradas fuerzas se comenzarán a equiparar cuando aparece en escena Madeline Pryor y, con su ayuda, Coloso adquiere la famosa Espada Alma, la única capaz de acabar con el reinado demoníaco.

La historia nos guarda alguna sorpresa más, algún giro poco impactante y un avance a trompicones por este sinsentido argumental que solo evidencia una cosa: cualquier excusa vale para enfrentar a la Patrulla-X contra los demonios de N’astirh de nuevo. Guiones flojos y algo vacíos puestos al servicio de una historia lineal de dudosa trascendencia. Se salva el dibujo limpio y claro de Javier Garrón, que solventa la papeleta y el enorme problema de plasmar decenas de personajes en estas páginas, combinando mutantes clásicos, otros cambiados por la influencia infernal y miríadas de demonios en los que cuesta encontrar dos iguales. Un gran despliegue de imaginación solventado con aparente tranquilidad en unos trazos suaves y proporcionados. Cabe preguntarse que tono tendría esta serie con un dibujo más oscuro, debido a su ambientación demoníaca… pero ese argumento se viene abajo por el sencillo hecho de que la historia que se cuenta es de todo menos oscura y tenebrosa, por lo que un dibujo como el empleado es, sencillamente, la mejor opción.

A finales de los ’80 llegó la serie original de Inferno y, los que tuvimos la suerte de disfrutarla, veníamos entrenados por otros eventos anteriores que ya se habían encargado de vapulear el status quo mutante… La Masacre Mutante, La Caída de los Mutantes… Inferno supo estar a la altura, lidiando con varias series mutantes simultáneas y marcando un protagonismo femenino indiscutible, aunque discutido entre Illyana y Madelyne. La mayoría de las colecciones Marvel del momento tuvieron sus tie-in, enfrentando a casi todos los héroes de la casa con la amenaza demoníaca que poblaba, en esos días, las calles de Manhattan. Fue todo realmente divertido, aunque desesperante para el coleccionista completista que anhelaba tener todos los cómics en los que apareciera la palabra «Inferno». Claremont y Silvestri llevaron la batuta en aquella ocasión… y pagaría por saber que piensan de este Inferno resucitado artificialmente para las Secret Wars.

No sé si este nuevo Inferno tendrá alguna repercusión en el devenir futuro de Marvel, espero que no… que dejen tranquila esta saga, que la dejen en el grato recuerdo del fin de ciclo de uno de los más grandes guionistas que han tenido los mutantes.

Podéis encontrar los cinco números de la serie recopilados por Panini en un tomo único. Al menos nos evitan el doble infierno de tener que esperar cinco meses a su conclusión.