Crítica SW 20: «Corredores Fantasma», de Felipe Smith y Juan Gedeon

Panini recopila en un solo volumen los cuatro números de Secret Wars: Ghost Racers, como una de las últimas series en aparecer relacionadas con el evento Marvel de este año. Que se le haya dejado en último lugar tendrá como explicación que su relación con dicho evento es más bien circunstancial y absolutamente secundaria… aunque este hecho no es impedimento para que Ghost Racers, Corredores Fantasma, tenga su propio encanto.

Nos encontramos en la mismísima capital de Mundo de Batalla. En su periferia existe un estadio (Killiseum) donde la gente acude a disfrutar de un magnético espectáculo: las carreras de la muerte, presentadas por Arcade, donde los Corredores Fantasma compiten por ganar cada noche. Los emocionados seguidores asisten con ilusión, como si de un coliseo romano de gladiadores se tratara… y no tiene demasiadas diferencias con estos. Los participantes son las distintas encarnaciones que en Marvel hemos ido viendo, a lo largo del tiempo, del Espíritu de la Venganza, Ghost Rider, Motorista Fantasma o, como se llamó en su última serie, Piloto Fantasma. Así tenemos a Jhonny Blaze, Danny Ketch, el mítico Carter Slade o el mismísimo Robbie Reyes, la mencionada última encarnación, entre muchos otros. El ganador disfruta de una pacífica y gratificante jornada como premio y, los perdedores, serán torturados salvajemente hasta los límites más crueles… por esto, cada carrera, se vuelve una lucha desesperada por ganar.

Sumamos a esto que el circuito de carreras se encuentra sembrado con trampas aleatorias: armas de fuego que emergen del suelo, centinelas, zombies y cualquier cosa que se le ocurra a la enfermiza mente de Arcade. Todo muy divertido, muy emocionante y, también, muy loco. Esta es la premisa de la historia, que se empezará a complicar cuando Arcade necesite desbancar al campeón Robbie Reyes y emplee para ello las técnicas más rastreras… lo que llevará a Robbie a revelarse y destapará el secreto más profundo que subyace en todo este artificial Mundo de Batalla.

Es una gozada ver todas esas encarnaciones del Motorista Fantasma, desde el primero (algo cambiado, eso sí… ya no es un vaquero a caballo!) hasta el último, con su flamante coche tuneado, pasando por versiones alternativas y enemigos similares. También es acertada la manera de contar la historia, a través de Robbie, con un primer número que nos lanza de lleno a la arena y un segundo donde nos cuentan como llegó el joven a integrarse en esta mortal competición. Divertido, electrizante y lleno de referencias.

Felipe Smith fue el encargado de realizar la anterior serie del Piloto Fantasma y su estilo desenfadado y moderno permanece en esta. Tiene un buen sentido del ritmo y de la diversión, aunque siempre nos queda la sensación de que faltan cosas por contar porque se hacen de manera demasiado apresurada, dándole prioridad a la acción… demasida velocidad para este cómic, aunque ese defecto puede considerarse una virtud, tratándose de carreras y competiciones en circuito. Seguramente a ese «pero» contribuye el dibujo de Juan Gedeon. Tiene un aspecto simple y descuidado, pero debe reconocerse su sentido de la velocidad y del movimiento frenético, algo difícil de tratar en un medio como el cómic, de imágenes estáticas, por lo que se necesita que el artista controle el sentido del movimiento de una manera suelta. Y lo hace. Pero lo mucho cansa y el uso constante de aceleración continua puede resultar (y resulta) contraproducente.

No es una serie imprescindible, desde luego, pero entre todo lo que hemos encontrado en estos interminables spin off tiene muchos motivos para destacar, aunque sea solamente por su desenfadado entretenimiento y por ver reunidos a unos personajes que siempre han permanecido en un segundo plano del Universo Marvel. Los Espíritus de la Venganza reunidos por primera y, seguramente, única vez.

• Secret Wars: Crossovers 9. Corredores Fantasma.
• Edición Original: Secret Wars: Ghost Riders 1-4 USA.
• Rústica. 104 pp. 7’95€