Crítica SW 14: «Relatos Salvajes», de Jason Aaron y Mike Del Mundo

Cinco números componen la serie llamada Relatos Salvajes (Weirdtales) en las que Jason Aaron y Mike del Mundo nos trasladan al reino de Mundo de Batalla llamado Mundo Salvaje que no es sino una isla flotante, la cual contiene un gran número de personajes Marvel difícil de casar en las otras series.

Arkón, el gran guerrero de Polemacus, emprende viaje por este salvaje territorio en busca de su ciudad, Polemacus. Para ello cuenta con un raído mapa que le es sustraído y sin el cual no le queda otra que peregrinar tras su querida ciudad y vivir, de paso, múltiples aventuras. Llegará a toparse con personajes «olvidados» de la editorial, algunos que ya ni recordábamos, como Skull el ejecutor o Arko de Guerra y los guerreros de Cristal… Otros algo abandonados, como Morgana LeFay o el Hombre Cosa. De una forma u otra todos tendrán su importancia a lo largo de viaje, actuando unos como aliados y otros como enemigos. Por desgracia, se vuelve la historia una especie de misión sin sentido en la que el protagonista va de aquí para allá, como pollo sin cabeza, dando tumbos de un territorio a otro, presentando múltiples personajes y razas pero restando espacio y lugar al verdadero protagonista, Arkón, que queda a la sombra de tan variado y vasto territorio. De agradecer que Julian M. Clemente dedique siempre unas líneas, al final de cada número, para recordarnos e ilustrarnos sobre aquellos personajes que aparecen en cada número. Sin estos apuntes sería muy difícil captar todas las apariciones y escenarios.

La labor de Jason Aaron es casi inexistente, pues se trata de una aventura lineal sin trascendencia ni profundidad más allá de presentarnos Mundo Salvaje y sus habitantes, llegando a veces a ser exasperante la poca personalidad del protagonista. Queda patente que la intención (y lo ideal)  era tener a Conan como héroe principal, lo mismo que sucedía con los Relatos Salvajes originales… pero a falta de pan, dicen, uno se apaña con otra cosa, y Arkón bien hubiera desempeñado ese papel si se hubiesen preocupado en trabajarlo con más cuidado y dedicación. La representación de Mundo Salvaje se come todo el protagonismo, ya que a lo anteriormente dicho hay que sumar el dibujo (o mejor dicho, las pinturas) de Mike Del Mundo.

Merece particular mención el trabajo del artista gráfico, pues los cinco números están realizados mediante técnica pictórica y no con los habituales lápiz, entintado y color. Se aleja también del estilo realista y opta por unos trazos rectos y eléctricos y por toda la gama necesaria de colores para realizar los distintos escenarios por los que transcurre la acción. Al contrario de lo que sucede en otras obras que utilizan esta técnica, la narrativa visual y secuencial no resulta dañada fatalmente y se puede leer como un cómic convencional y seguir el tránsito entre viñetas de manera realmente cómoda. A Mundo Salvaje le sienta de lujo este estallido de colores y, además, es determinante para diferenciarlo del resto de series derivadas de Secret Wars.

Resumiendo… un cómic impactante visualmente que cuenta en esto su mayor valor, pues la historia y el personaje central quedan eclipsados por el vasto mundo que se quiere presentar atropelladamente en tan solo cinco números. Por cierto, el final de la serie es un auténtico spoiler, sangrante, que desvela el final de las Secret Wars mismas a más de un mes de que finalicen. No os leáis ese quinto número antes de terminar su serie madre, quedáis avisados.

Y para terminar, lo mejor… que de aquí deriva una nueva colección, Relatos Salvajes, en la que nos narraran las aventuras de diferentes personajes en este territorio sin civilizar.

• Relatos Salvajes núms. 1 al 5.
• Edición Original: Secret Wars: Weirdworld núms. 1 al 5 USA.
• Grapa. 24 pp. 1’95€