Crítica: “Superman contra el Klan”. Para todos los públicos.
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Un pasa páginas constante.
Un Superman Año Dos para todos los públicos.
En plena guerra multiversal entre los estudios audiovisuales de Marvel y DC, donde parece que todo el sentido de las ficciones superheroicas radica en este concepto ya interiorizado en el colectivo como nunca habríamos imaginado los lectores de toda la vida, nos encontramos con una perla dentro del marasmo editorial de personajes fuera de continuidad. Una suerte de Año Dos del personaje ambientado en la edad de oro pero con un estilo narrativo totalmente actual animado por la amalgama de un mangaka y el estudio del animación del Gigante de Hierro. Además, los diálogos tienen ese deje ingenuo y discursivo de los tebeos de esa época pero actualizados, sin tratar al lector de tonto y sin caer en verbalizaciones cínicas y crudas de las ficciones de ahora. Sin olvidar como dato de interés que pudiendo adaptar la historia que inspira esta obra, unos cuantos episodios de la serie radiofónica de supes de los cuarenta, a los tiempos actuales, con las redes sociales inundando de porquería intolerante, odiadora y guerramundialista a pleno rendimiento, es fiel al planteamiento y objetivos tan decentes pero valientes que sonaron en millones de hogares en esa década. Fidelizar el cómic a 1946 en pleno resurgir del KKK pero tratándolo como parte del crecimiento del protagonista tanto en su rol superheroico como de autoconocimiento, coloca a este Superman como un grande dentro de los supermanes que pueblan el multiverso. En los cuarenta estaba el Superman de los comics, de la radio, de la televisión y ahora el de Gene Luen Yang y Gurihiro.
El cómic es potente en trasfondo pero suave en desarrollo, ideal para los chavales que quieran acercarse no sólo al personaje sino a los tebeos en general. Con un mensaje claro en cuanto a tolerancia y respeto, no es nada pretencioso y desde luego no subestima a sus lectores potenciales con un tono infantil y sobreexplicado. En absoluto, plantea dilemas y coloca bien sus grises, descartando cualquier intención de colocar dos bandos enfrentados.
Dividido en tres capítulos, la historia coloca en paralelo las dudas de la joven Roberta Lee y las del propio Superman. Si bien la primera tiene claro sus orígenes y su lugar en los Estados Unidos de la época como descendiente de inmigrantes chinos, intenta encajar y superar el rechazo que su situación social provoca en algunos. Superman está igual. No encaja bien como Clark Kent y tampoco como Superman, contiene sus poderes y duda demasiado, no sólo en cuanto a esto sino por sus orígenes auténticos. Yang es muy hábil introduciendo estos miedos para conectarlos. Dos personas “de fuera”.
El hecho de trastear con Krypton, la Casa El, la kryptonita y que Superman sólo utilice la superfuerza, la supervelocidad y que en lugar de volar crea que sólo puede saltar grandes longitudes es la clave para disfrutar con el personaje en esta obra. Más allá de la amenaza invisible del odio, que él se autolimite sin tener claro esa autolimitación, porque una parte le dice que ejerce su máximo potencial cuando otra le dice lo contrario y que se contiene, es un acierto total. Si eso lo unimos con los elementos citados sobre su planeta de origen es la guinda para desarrollar una trama secundaria espectacular con lo mejor de las ficciones con elementos alienígenas.
En cuanto al aspecto narrativo y entretenimiento, es un pasa páginas constante. La narrativa es limpia y fluida. La acción y el drama se entrelazan sin obstáculos y no estorba. El tempo en las situaciones está muy bien medido y no cansa. Lógico para engatusar a los lectores más pequeños, pero el lector de más edad no se va a encontrar con una historia buenista sin más, tiene muchas capas y texturas en fondo y forma. Se va a encontrar una historia de Superman muy fresca. Ojo, siempre poniendo las cosas en contexto, que no históricos, sino en cuanto a sus destinatarios.
Un descubrimiento para quien escribe, no las tenía todas conmigo, y absolutamente ideal para los que tengan dudas sobre si Superan les va a gustar o no. A partir de aquí querrán probar más.
Por cierto, destacar la edición con el extra final consistente en un artículo del escritor explicando el motivo de este encargo a la vez que cuenta su experiencia personal como hijo de inmigrantes, explica la situación del personaje en los cuarenta y desarrolla la evolución del KKK desde su origen. Muy interesante.
Superman Smashes the Klan 1-3, DC Comics. Superman contra el Klan, ECC Ediciones/Kodomo. 240 páginas. Color. Rústica. Pvp: 26,50 euros.