Crítica: «Stray Toasters», excéntrico e irrepetible.
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
Extraño, incómodo, exigente... pero siempre genial este ya clásico del cómic.
Bill Sienkiewicz es uno de los autores de cómic americano más fácilmente identificable. Combina un virtuoso dominio del realismo con una puesta en escena excéntrica y rompedora. Comenzó como imitador de Neal Adams (puestos a imitar, a quién mejor!) y mutó/evolucionó en un correoso dibujante para cuyo polémico y personal estilo no todo lector estaba preparado. Dicha mutación artística se produjo en su irrepetible etapa de Caballero Luna y estalló, para polarización de los fans, en la serie de Los Nuevos Mutantes.
Y desde entonces sus obras han sido menos numerosas dentro del maelstream, pero se han contado por éxitos. Sin ir más lejos, Elektra Asesina. Una vez asimilado el excéntrico arte de este autor, los lectores terminaron rindiéndose a su exclusivo modo de entender el cómic. Pero antes, un poco antes, de esta «conciliación» con los lectores, se atrevió a realizar una obra tan tan extraña y personal que se recuerda a día de hoy como un rara avis… se recibió con cólera e incomprensión, pero con el transcurrir del tiempo se ha colocado en el lugar que merece: una obra irrepetible llena de belleza pictórica y excentricidades artísticas.
Se trata de Stray Toasters, publicada a finales de los ’80 bajo el sello adulto de Marvel conocido como Epic Comics. Compartiendo cabecera con aventuras de Caballero Luna, Viuda Negra, Drácula o Dreadstar, autores de la talla de Wolfman, Miller o el mismísimo Clive Barker hacían sus primeras incursiones en el cómic de corte adulto. Allí se les daba la carta blanca de la que no podían disfrutar en Marvel y algunos lo aprovecharon para realizar sus obras más personales. Stray Toasters es el paradigma de todas ellas.
ECC Ediciones acaba de lanzar una nueva edición de esta obra, en cartoné y con extras, a la altura de este ya clásico del cómic. Reuniendo en tomo único las cuatro entregas para poder leerlas y disfrutarlas de un solo golpe y con las calidades necesarias para apreciar el apartado visual. Apabullante.
Leer Stray Toasters no es una labor sencilla. La obra se aleja de los estándares del cómic y no busca ni quiere facilitar la tarea del lector. En esta ocasión, el autor no se rinde a complacencias para hacernos legible y entendible lo que tenemos ante nosotros, exigiendo un esfuerzo extra por nuestra parte que se verá recompensado.
Un asesino en serie ha aparecido en la ciudad. Niños y mujeres son sus víctimas y su método no es en absoluto convencional. Egon Rustemagik será el detective de policía encargado del caso, relacionado con el mismo sin saberlo. Junto a él, veremos una serie de personajes tan peculiares y extravagantes como inquietantes… arquetipos deformados de médicos trastornados, abogados o mujeres fatales. Incluso no faltará un diablo en la ecuación.
La narrativa críptica y cortante puede ser un obstáculo inicial… hasta que comprendes que debes dejarte llevar y transitar por la obra sin más pretensiones que apreciar el arte singular y personal de Sienkiewcz. La historia se desvela, la madeja se deshace y lo que parecía incomprensible termina revelándose. Es al final, cuando queda todo claro argumentalmente, cuando comprendemos que este viaje literario y visual no encerraba una mera historia de crímenes y amores fatales, sino un despliegue artístico tan valiente como prodigioso.
Ilustraciones a página completa segmentadas en viñetas, ángulos imposibles y formas y figuras angulosas… personajes difuminados entre sombras y colores, o iluminados con la precisión que tanto controla Sienkiewicz… escenarios y escenas de pesadilla representadas con trazos eléctricos y poderosos… se trata de un cómic único en su apartado visual, donde el autor da todo lo que tiene dentro sin complejos ni ataduras y eso, tratándose de quien se trata, es algo maravilloso.
Desde luego no es una lectura para profanos ni para despistados, sino para aquellos que quieran disfrutar de algo más exigente y profundo. Porque esto es Arte y, como tal, nos traslada sensaciones, emociones, ideas… lo que el autor quiso y de la manera más personal posible. Llegó adelantado a su tiempo y ha necesitado que su autor fuera reconocido como uno de los grandes para que esta obra, posiblemente la más personal de toda su carrera, sea puesta donde se merece.
- Stray Toaster. ECC Ediciones
- edición original. Stray Toaster 1-4. Marvel
- cartoné. 224 pp. color. 25 €