Crítica: «Stranger of Paradise Final Fantasy Origin», fusión de estilos

Square Enix y Team Ninja nos ofrecen otro spin-off de la saga Final Fantasy que se atreve a explorar caminos algo más alejados del JRPG. Y ha pasado con este Stranger of Paradise Final Fantasy Origin lo mismo que ya pasó en otras ocasiones: estamos ante un producto muy interesante y divertido, que hará las delicias de los jugadores, pero que en su mezcla de estilos se queda en «tierra de nadie» y se vuelve difícil de encasillar.

Tenemos esa estética tan Final Fantasy y una historia convencional para dicha saga, con elementos de rol y todo lo necesario para que suene a Final Fantasy. Con sus guiños y referencias, con sus personajes carismáticos y elementos jugables tales como sus magias, armas… pero cambiando por un juego de acción/exploración en tiempo real, muy de moda en estos tiempos.

Acierta de pleno en muchas cosas pero descuida otras tantas, capitales para que el juego hubiera sido un indispensable. En sus más de 30 horas de duración apenas tendrás tiempo de aburrirte y te planteará interesantes retos, ofreciéndote no poca diversión. Si quieres saber en profundidad qué es lo que ofrece, aquí tenéis nuestra review donde os desmenuzamos todas sus virtudes y sus fallos. Ya depende de vosotros valorar si os convence este nuevo acercamiento al universo FF antes de que salga el esperado Final Fantasy XVI.

Stranger of Paradise Final Fantasy Origin lo tenéis ya disponible en PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox SerieS, siendo esta última la versión que hemos jugado nosotros.

Una historia de Final Fantasy

Jack es el protagonista de nuestra aventura. Junto con sus tres compañeros tendrá que enfrentarse a Caos, que es el mal que asola este mundo y que nadie sabe si existe o es solo una leyenda. Cada uno de los personajes tiene un cristal (o joya) que debe de recuperar su luz antes de poder acabar con Caos. Ese será nuestro cometido… tendremos que recorrer el mapa resolviendo y completando misiones, al tiempo que nos enfrentamos a hordas de enemigos y conseguimos mejor equipo, armas y ganamos experiencia.

Como veis, ni el planteamiento argumental ni el trasfondo jugable son originales. En algunos elementos acierta este título, mientras que en otros falla estrepitosamente. Así que vamos a verlos por separado…

Para empezar, la historia. Se nos narra a través de escenas de video muy bien realizadas en el apartado técnico, aunque algo toscas y forzadas en lo argumental. Decir que está sembrado de tópicos es quedarse corto… encontrando princesas, piratas, elfos, caballeros malditos, demonios, héroes, castillos, dragones… Menos mal que también hay sorpresas, giros y traiciones, para darle un poco de salsa a su convencional argumento y su narrativa lineal.

Escenarios cerrados y recorridos predeterminados

No ayuda, para nada, que no podamos recorrer el mundo a nuestro antojo. Aquí no hay «mundo abierto» por el que moverse. Se nos muestra un aséptico mapa mundi donde se nos marcan las misiones a realizar (misiones principales y misiones secundarias). Cuando seleccionamos la misión que vamos a cumplir es cuando aparecemos en un lugar concreto y debemos realizar un recorrido que suele ser pasillero y se limita a llevarnos del punto A al punto B mientras vamos eliminando las oleadas de enemigos que aparecen. Al menos podemos encontrar algún que otro secreto, y algún que otro camino alternativo… además de ser una muy variada cantidad de escenarios así como de enemigos. Si Team Ninja hubiera descuidado ese aspecto también, estaríamos ante un producto totalmente olvidable. Pero saben muy bien que el combate es lo importante… y ahí radica la diversión en Stranger of Paradise Final Fantasy Origin

Podemos ir acompañados de dos compañeros, por lo tanto siempre hay tres personajes en combate. Además existe la posibilidad de activar el modo online para poder jugar con otros usuarios. Con unos sencillos comandos podemos disfrutar de verdaderas peleas llenas de efectos y enemigos en pantalla. Un botón para golpear, otro para esquivar, proteger… pero la novedad llega con la posibilidad de romper el escudo de los enemigos (barra de ruptura) y asestarles golpes finales tipo fatality. Con cierto botón podremos no solo detener ataques enemigos sino absorber algunos de sus poderes y devolvérselos (atacarles con ellos) en combate.

La otra gran novedad son los llamados trabajos. Hay un montón de posibilidades para cada personaje, pudiendo elegir entre Guerrero, Mago, Caballero, Ronin, Berseker, Espadachín y un larguísimo etc. El juego nos permite usar dos en combate, que iremos usando de manera combinada según nos convenga, potenciando el carácter estratégico del juego. Es decir, que podemos hacer que nuestro personaje sea, por ejemplo, guerrero y mago. En combates físicos usaremos su rol de guerrero y cuando necesitemos recurrir a hechizos o atacar alguna debilidad elemental del enemigo, cambiamos a mago con solo pulsar un botón. Además, iremos equipados de manera distinta para cada trabajo… cambiando no solo nuestra manera de combatir, sino nuestro aspecto junto a nuestras armas y atuendos.

Por que esa es otra… preparaos para un numero absurdamente increíble de armas y objetos. Es apabullante. Podemos armar o vestir a nuestros personajes con unas combinaciones casi infinitas, de tantas armas y objetos y complementos que ofrece el juego. Los encontraremos en cofres desperdigados por los mapas, o cuando abatimos a los enemigos, o al final de las misiones… y saber cual poner o cual elegir para mejorar nuestros porcentajes será una de las cosas que más tiempo nos llevará. Un acierto esa idea de, solo pulsando un botón, el juego equipa a nuestro, personajes, de manera automática, con los objetos más potentes que tengamos en el inventario. Todo un detalle.

Y, por supuesto, tenemos puntos de experiencia para invertir. Cada trabajo tiene su árbol de crecimiento y, una vez lo completamos, nos da la opción de cambiar de trabajo y especializarnos más. Por ejemplo, de Mago podemos pasar a Mago Blanco, Mago Negro o Mago Rojo. Todas estas combinaciones hacen que el juego sea muy versátil y divertido y que cada jugador encuentre una manera propia de armar y equipar a su equipo.

La estrategia es importante.

El aspecto estratégico del juego es fundamental y, seguramente, su punto fuerte. Aunque algunos enemigos suponen un reto (sobre todo por su número), el verdadero desafío llega con los jefes de final de fase. Cada misión culmina con un de estos encuentros. Como en Team Ninja están bien experimentados, han conseguido crear una fantástica colección de jefes finales, tanto de diseño como de mecánicas. cada uno de ellos tiene muy bien medidos sus golpes y rutinas y, para vencerlos, por muy difíciles que parezcan, siempre podemos encontrar la forma si nos paramos a estudiarlos y volvemos a intentarlo. De hecho, cuando esto pase, el juego nos ofrece la posibilidad de consultar información sobre los puntos débiles y las mecánicas de ataque de los boss solamente tocando unas esferas que aparecerán en el mapa.

Capitanes Piratas, demonios, dragones, caballeros gigantescos de aspecto temible, espectros… la colección de Final Boss es toda una maravilla y un desafío tan divertido como exigente.

La parte técnica es algo desigual durante todo el juego. Se trata de escenarios variados y cambiantes muy bien recreados y llenos de detalles, con arquitecturas imponentes y buenos diseños… pero lo lineal del mapeado y lo confuso que es a veces desdibuja el resultado final. De hecho, es fácil desorientarse tras un combate frenético cuando estamos en lugares cerrados (como cuevas) y podemos sorprendernos pasando varias veces por el mismo sitio. Sin duda, los lugares a descubierto son los mejores y más vistosos y, cuando en alguno de ellos cae la noche (o se pone a llover y oscurece) desmejora su aspecto visual.

Lo suple el impresionante apartado musical, con muchos y variados temas que nos acompañan durante el juego sin molestar en ningún momento… y con las habituales sintonías imponentes en los enfrentamientos finales. Cuenta también con un excelente doblaje al inglés (y al japonés) que nosotros combinamos con subtítulos al español. Porque las escenas de diálogo son varias y son importantes para no perder el hilo de la historia, por muy convencional que esta sea.

En conclusión

Stranger of Paradise Final Fantasy Origin no es un mal juego, ni mucho menos. Toma elementos de la saga de la que lleva el nombre y lo combina con un hack’n’slash made in Team Ninja. Le añade un inabarcable número de armas y complementos y una variada selección de estilos de lucha y opciones de combate… Con todos estos elementos crea un título que no puede aburrirte, pero que no termina de llegar a ser algo inolvidable y que se queda lejos de otras apuestas que sí afinan más, o se decantan más, por ofrecer un estilo de juego más centrado.

Está pensado para todo tipo de jugadores, ofreciendo tres niveles de dificultad que se pueden alternar y cambiar en cualquier momento, sin penalización. El juego se preocupa en que tú, como jugador, sepas qué modo te conviene y con cual vas a divertirte más. Te lo explica de manera detallada y clara y demuestra que, su único propósito, es que te lo pases bien jugando.

Nosotros lo hemos hecho y podemos recomendarlo, siempre y cuando tengas en cuenta el tipo de juego que es y su complicada apuesta por la fusión de géneros. Con eso claro, terminarás por vencer a Caos y desterrarlo del mundo en esta aventura que explora los orígenes de Final Fantasy.

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