Crítica: “Strange Adventures”. Crimen y Castigo.
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Historia
Edición
“No me llames “débil””
Una producción bárbara, necesaria, valiente y compleja en temas a tratar.
Tom Taylor reexplora los entresijos de las relaciones familiares como ya hiciera en sus obras de referencia Mr. Milagro y La Visión. Aquí lo eleva al plano ético en su máxima potencia, cuando hace la pregunta en formato narrativa gráfica de hasta dónde llegaríamos para proteger a nuestros seres queridos aunque el precio sea imposible de asumir. La casualidad ha querido que intercambie el paso de las páginas de esta historia con el final de The Last of Us, que tiene varios paralelismos en esta cuestión.
Al final, la sensación que a uno le queda, sobre todo si se es pareja y padre, es que el escritor ha tenido los arrestos necesarios para literalizar una serie de dilemas arriesgados y molestos cuando el escritor tiene a su disposición todo lo que su imaginación puede abarcar para tocar estos temas. Pero no, ha tocado “este”, el que acojona a cualquier padre o pareja. Si respetaba y admiraba a este autor, ahora más.
Expuesta en primer lugar la sensación y el disfrute obtenido al final de su lectura, sobre todo desglosándola una vez terminada y agradeciendo que la obra es lo suficientemente compleja (que no difícil ni incómoda de manejar) y que toca temas muy hondos de forma seria pero sobre todo responsable, ya que las razones de su protagonista son exploradas con mucha solidez para llevarte a ese punto final tan sorprendente, podemos pasar a analizar otras materias, más enfocadas a lo formal, tanto en narrativa como en estructura y temas a tratar.
En primer lugar, aquí no hay enfoques tan arriesgados como en Mr. Milagro en cuanto al recurso metalingüístico y puzzles argumentales mientras lo que sí reaparece como vimos en La Visión es el recurso de completar los huecos mediante flashbacks lineales y constantes en contraposición con la historia presente, donde se está investigando un crimen en el que Adam Strange es sospechoso. Se agradece además, con una buena justificación, que el autor prescinda de Batman para darle el caso a Mr. Terrific, un personaje de esos que no se explica como no tiene colección regular desde siempre. Quizá ahí radique su carisma y méritos como personaje de ficción, que llega cuando debe llegar para hacer más grande cualquier historia.
Como podemos apreciar, nos encontramos con una historia de detectives en entornos metahumanos. Sí, pero no, porque intercanládose en el misterio, nos zambullimos en una historia pasada en el tiempo en el planeta Rann, contada a través de píldoras cortas y eficaces de una gran guerra contra los Pykktos. Esta parte, leída como aventura espacial bélica es todo un portento porque son esos microepidiosos lo que permite desgranar de una forma inteligentísima el drama vivido en Rann por todas sus razas, en una unión planetaria en beneficio del bien mayor muy explorada en este tipo de historias, cuando razas enfrentadas se tienen que unir para combatir un enemigo común venido de las estrellas. Lo bueno es que la forma de estructurar esto con episodios cortos dentro de cada capítulo presentado en grapa es que enfatiza lo que importa y desarrolla una carga emocional muy poderosa al lector.
Lo más interesante además radica en que esos conceptos los importa a la tierra dando lugar a la excusa perfecta para presentar aunque sea momentáneamente a los principales personajes de la editorial, dando a la obra un carácter de evento que no quiere serlo. Pero con la conclusión lógica de que esas apariencias están justificadas para darle verosimilitud al universo deceita y no están metidas con calzador. En otros tiempos hubieran sido tie ins. Pero este cómic se hace tanto respetar por su calidad que vive por sí misma.
Que esa es otra, no hace falta saber nada del personaje para disfrutarla y conectar con ella. Y con sus personajes. Con todos, desde Alanna, Adam y Mr. Terrific, hasta cualquier criatura de Rann. Porque con tres apuntes, queda claro el origen de Strange como personaje de ficción y qué tipo de cómic narra sus aventuras en paralelo al desarrollo de toda la mitología de Rann de una forma explicada de forma tácita, que no expresa. Yo no soy muy conocedor de este personaje, más allá de verle en algún evento o en algún team up con otro personaje. Pero tengo muy claro con la historia en flashback que no hace falta saber mucho de este tipo para saber en que caminos de ficción transita.
En conclusión, Strange Adventures es una producción bárbara, necesaria y valiente. Compleja en temas a relucir que huye de los enfoques ligeros y algo conservadores a los que estamos acostumbrados. Todos divierten y emocionan (en su mayor parte, que no todo es bueno) pero este en concreto rasca más, colocándose muy arriba de la pila o en el escaparate de la tienda para aquellos lectores que quieren Una Obra.
Strange Adventures 1-12, DC Comics/Black Label. Strange Adventures, ECC Ediciones. 376 pags. Color. Cartoné. Pvp: 38,50 €.