Crítica: ‘Stillwater Volumen 1: Rabia, rabia’. No poder morir tiene sus inconvenientes.

Entre las novedades de este mes de junio hay una a la que le tenía muchísimas ganas, ya no solo por los autores que hay tras ella, que son más que conocidos por todos, es que además viene con tres nominaciones a los Eisner bajo el brazo: Chip Zdarsky a Mejor Guionista, Ramón K. Pérez a Mejor Portadista, y Mejor Serie Regular. Estoy hablando de Stillwater, la nueva obra de Chip Zdarsky y Ramón K. Pérez, que en EE.UU. comenzó a publicarse en septiembre del 2020 en la editorial Skybound, cuyo presidente y co-fundador es Robert Kirkman, y que acaba de publicar ECC Ediciones en un tomo que recopila los 6 primeros números.

La historia nos presenta a Daniel West, un hombre al que despiden de su trabajo debido a su mal carácter. Su mejor amigo Tony intenta animarlo y salen de fiesta a un bar, donde Daniel acaba borracho y provocando una pelea, así que Tony decide llevárselo a casa. A la mañana siguiente llaman a la puerta, un peculiar hombrecillo le entrega una carta a Daniel en la que pone que un familiar suyo ha fallecido y debe ir a un pueblo llamado Stillwater a recoger la herencia. Daniel le pide a su amigo que lo acompañe, que lo pasarán bien y así se olvidará de su despido. A priori la idea es buena, dos amigos conduciendo y disfrutando de un pequeño viaje, pero todo cambia en cuanto llegan al pueblo en cuestión. Por error descubren un secreto que los habitantes intentan esconder a toda costa, y es que en Stillwater la gente no puede morir. Da igual que te cortes el pie con una cosechadora, que te disparen, que saltes de un edificio o te atropelle un camión, a los pocos días estarás como nuevo. 

La máxima autoridad en Stillwater es el Juez, él es quien impone las normas y obliga a todos a su debido cumplimiento. Su mayor propósito es evitar que el resto del mundo descubra lo que allí ocurre y hará todo lo que sea necesario para conseguirlo. Gobierna con mano dura y no todos los habitantes están de acuerdo con la forma en la que lo hace. Eso, sumado a la llegada de Daniel, provocará un caos que ni los habitantes, ni Daniel, ni el propio Juez esperaban.

Zdarsky, a lo largo de estos 6 números nos presenta una trama con un arranque algo lento, pero que ofrece los suficientes misterios e intrigas como para querer seguir leyendo. Ya no solo la parte sobrenatural, que conforme se van desarrollando los hechos acaba pasando a un segundo plano, lo que de verdad atrapa en la historia son los habitantes del pueblo, quienes son y sus tejemanejes. Su punto fuerte son los personajes, es inevitable que al principio Daniel, el protagonista, te caiga mal. Es un chulito busca-broncas con el que no empatizas en absoluto, pero Zdarsky logra darle la vuelta, consigue que empieces a entenderlo y a interesarte por él, y lo hace mediante flash-backs que ahondan en su pasado, que hacen la lectura más ligera al añadir esos cambios de época y que además añaden nuevos misterios a la trama. 

El dibujo de Ramón K. Pérez funciona bastante bien. Estamos en un pueblo con espacios al aire libre, parques luminosos y coloridos, habitaciones bien iluminadas… y aun así la atmósfera es inquietante y el lector se siente atrapado al igual que nuestro protagonista. No veremos espectaculares dibujos a todo página, ni fondos excesivamente detallados, pero su forma de narrar es muy fluida, y sumado a los varios cliffhangers que hay en el tomo, consiguen que lo devores de una sentada. Parte muy importante en este resultado es el color de Mike Spicer, que utiliza tonos claros y luminosos pero algo apagados, como si estuvieran desgastados o sucios. Me gusta mucho el contraste de ver imágenes de vecinos paseando sus mascotas por un parque bajo el sol en una escena aparentemente idílica, cuando la historia que nos están contando es inquietante y misteriosa. 

‘Stillwater Volumen 1: Rabia, rabia’ es una historia que se cuece a fuego lento, en estos seis números se presentan a los personajes, se sientan las bases de la historia y deja el final por todo lo alto preparándonos para un cambio muy importante que está por llegar. Las piezas en el tablero están dispuestas para que el próximo tomo despegue y arroje algo de luz a esta oscuridad.

• Stillwater Volumen 1: Rabia, rabia. ECC Ediciones.
• cartoné. 144 pp. color. 17,95 €