Crítica: «Stellar Blade», el parry perfecto

Parece mentira que este sea el primer juego que desarrollan los sudcoreanos de Shift Up para consola. Tienen mucha experiencia, pero solo en juegos para móviles, así que algo verían en ellos cuando la poderosa Sony les apoyó en la producción de este triple A. Y menudo acierto.

Como pasa en tantísimas ocasiones, al jugarlo encuentras evidentes paralelismos y mecánicas similares de otros juegos anteriores pero, igual que sucede en otras tantas ocasiones, si están bien implementadas y adaptadas, terminas olvidándote de esas referencias. Eso pasa con Stellar Blade. Cuantas más horas lo juegas más te impregnas de su propuesta y de su elaborado mundo, lo que ahora llamamos «lore».

Pero una de las cosas que más nos atrae de un videojuego son sus gráficos, y aquí los tenemos espectaculares y al servicio de la diversión que proporciona el jugarlo en sus casi 30 horas de duración (para una primera vuelta). De todo esto y más os hablamos en los siguientes párrafos, pero se puede resumir en que nos encontramos al inicio de una nueva franquicia que, apoyándose en su carismática y despampanante protagonista y en su interesante historia, tiene mucho aun por ofrecer.

Lanzado el 26 de abril para PS5, Stellar Blade es uno de esos exclusivos que marcan la diferencia.

Buena historia de fondo

La impresionante escena inicial se transforma en un tutorial que solo nos deja atisbar, muy poco, lo que ofrece el juego. Tras él, nos moveremos por un mapeado donde se recrea una ciudad en ruinas que nos llevará hasta el primer gran jefe… y será entonces cuando de verdad comience el juego. Stellar Blade parece que se guarda sus cartas para despistarnos y que creamos que se trata de un soulslike futurista, de camino prefijado e interconectado. Y no es así.

Tras deleitarnos con su elaborado primer mapa y acostumbrarnos a las curvilíneas formas de EVE y a sus patrones de ataque más básicos, entonces, es cuando comienza la historia…

Formamos parte de un escuadrón de asalto que llega a la Tierra desde el cielo. La Humanidad fue atacada tiempo ha por unos monstruos llamados Naytibos, tan salvajes y sanguinarios como poderosos. Nuestra misión es acabar con ellos, pero algo sucede. Los Naytibos estaban esperando el ataque y se produce una carnicería de la que EVE y una compañera son las únicas supervivientes. Y así, nuestra misión de salvación de la raza humana (lo que queda) se cruzará con una misión de venganza en busca de ese Naytivo Alpha que acabó con nuestras compañeras.

Pero el argumento va mucho más allá, porque por el camino iremos descubriendo qué ha pasado en la Tierra tras la llegada de los monstruos y en qué situación se encuentra la diezmada población terrícola. Y de fondo más preguntas ¿quienes somos? ¿a quién servimos en realidad? ¿de donde salen los naytibos?

Una historia apasionante dentro de un mundo fascinante, recreado en una Tierra post apocalíptica con elementos cyberpunk. Una pasada.

Salta a la vista

Nos acordamos de Bayonetta cada vez que vemos a EVE. Tiene ese cuerpo y esas curvas capaces de hacer saltar la voz de alerta y la protesta (como ha sucedido) de ciertos sectores. Diseñada a propósito, nuestra protagonista respira sensualidad y clase en cada movimiento, ya sea andando, nadando, luchando o sentándose a descansar. Me encanta que la sensiblería dominante en estos tiempos escandalice a algunos y le hagan el trabajo de marketing que en Shift Up estaban buscando. Han picado.

Pero es que encima se han regalado, incluyendo coleccionables en forma de vestidos y complementos entre los que se encuentran trajes cortitos, sexys e, incluso, de piel. Vamos, como si la prota fuera desnuda. De todas formas, y cerrando este aspecto al que nada tengo que objetar, me resulta cuando menos curioso que el «ruido» se genere por su carácter sensual y no por las toneladas de sangre que EVE es capaz de sacar de los cuerpos enemigos, entre mutilaciones y golpes. Pero ya sabemos de esta hipocresía: sexo «malo», violencia «no importa».

Medio soulslike, medio hack and slash

La gracilidad con que se mueve EVE nos permite disfrutar de combates fluídos y divertidos. Los típicos golpes y combos se combinan con ataques que se recargan, especiales, de cuatro tipos… que avanzada la aventura se multiplicarán por otros cuatro más. Además podemos disparar una arma que llevaremos equipada (no desde el inicio) y que podremos cargar con multitud de munición donde hay proyectiles, inflamables, explosivos, etc. Incluso cuando piensas que ya no hay más sorpresas en este apartado, bien avanzada la aventura, nuestra compañera Tachy nos cederá sus habilidades y podremos invocarlas tras rellenar un medidor. También podemos usar consumibles en las peleas, tipo minas o bombas aturdidoras. Pero la sal del combate está en los parry, y los hay de varios tipos.

Para diferenciarlos se ilumina nuestra espada y, según el color, tendremos que ejecutar un pequeño movimiento en el momento justo para aprovechar la ventaja. También están los parry de siempre, tras parar un golpe un segundo antes de que impacte. Esto hará que nuestro rival se debilite y, tras ciertos parrys realizados con éxito, quedará aturdido y a nuestra merced para que le hagamos un ataque a placer, que viene acompañado de tremenda cinemática.

La mezcla de tanto ataque, parry y combinación de cinemáticas hace que las peleas sean muy gratificantes y absolutamente espectaculares. Eso sí, el juego nos obliga a dominar esos parrys si queremos tener éxito, ya que los enemigos más poderosos no podrán ser vencidos si no es de esta forma. O, al menos, costaría horrores vencerles.

Pero entender y dominar los tempos y las mecáncas es solo cuestión de tiempo y, tras varias horas de juego, las habrás interiorizado sin casi haberte dado cuenta. Y ahí es cuando de verdad empiezas a disfrutar.

Evolución tecnológica

Nuestra bellísima EVE puede ir mejorando tras invertir los típicos puntos conseguidos en los árboles de habilidades disponibles. Pero no será la única forma. Podemos acoplar piezas a nuestro cuerpo (por ejemplo, en la espina dorsal) que nos harán más rápidas, fuertes o resistentes. Asimismo hay mejoras para nuestra arma principal, la espada, y un arbol de habilidades propio para el arma a distancia. Y aun hay más…

Uno de los coleccionables más curioso son las latas de refresco que hay repartidas por el mundo y que debemos encontrar. Tras reunir cierto número obtendremos mejoras y ventajas, como mayor número de «botiquines». Por cierto, estos se reponen en los campamentos, que son los lugares repartidos por los mapas para descansar y guardar partida. Allí mismo es donde podremos activar las mejoras, comprar comsumibles o crear vestidos. Sí, vestidos.

Ese es otro coleccionable. Repartidos por ahí hay más de 30 diseños de nanotrajes que tendremos la opción de crear y, por supuesto, lucir. Además de complementos como pendientes, gafas, etc. La vestimenta no influye para nada en el juego, no da ventajas ni mejoras y es solamente estética, pero es muy divertida y, sobre todo, vistosa.

Queda una manera de mejorar al personaje: encontrando los cadáveres de nuestras compañeras. Cada vez que recuperemos uno de sus módulos se irá llenando un medidor que terminará por potenciar nuestros números de ataques especiales y por aumentar nuestra barra de vida.

Mundo semi-abierto

El juego se desarolla mientras recorremos distintos mapas. Algunos son zonas extensas, para recorrer a nuestro antojo y perdernos, mientras que otros mapas son más de camino prefijado. La historia hace que alternes entre ellos, lo que consigue hacer de este un juego cambiante y poco monótono. Por supuesto, podemos volver a visitar cada mapa todas la veces que queramos para descubrir todos los secretos y zonas ocultas que encierran y para, no podía faltar, cumplir la cantidad de misiones secundarias que los distintos personajes nos irán proponiendo.

Entre esas misiones encontramos algunas de rescate, de rastreo, de búsqueda de artefactos o, simplemente, de resolución de puzles. Estos encargos se abrirán cuando lleguemos a la ciudad, Xion, donde encontramos multitud de PNJs y cada uno con su propio encargo (hay incluso un peluquero que nos cortará las puntas y nos hará mechas). Además podemos consultar el tablón de anuncios, donde encontramos más misiones y, allí mismo, a una especie de robot-cotilla que nos venderá información.

Deleite visual

Gráficamente es un portento, sin ser lo mejor que hemos visto en PS5. El diseño de los mapas permite que, una vez recorridos, encontremos atajos para acortar camino o podamos usar el viaje rápido para desplazarnos sin perder tiempo. En los espacios abiertos el juego gana vistosidad con unos paisajes desolados e impresionantes, dominados por la arena y las ruinas, en los que se adivinan los restos de antiguas ciudades.

Pero es en los mapas cerrados, los túneles del metro o la ciudad inicial, por ejemplo, donde hay más detalles. Estatuas, jardines, vagones abandonados, sótanos y garajes inundados por los que podemos bucear a placer… están recreados de manera realista. Pasa lo mismo con los personajes, llevándose la palma nuestra EVE, que tiene unas animaciones que tiran de espaldas.

También están cuidados al extremo los enemigos, que lucen todo tipo de detalles. Unos supuran líquidos, otros se retuercen por el suelo y estallan, otros están llenos de berrugas y bultos… y los jefes finales o de mitad-de-fase, esos ya están diseñados pensando en impactarnos. Incluso hay zonas del juego en las que parece que estemos en un survival-horror. La variedad, esa es una de las bazas de este Stellar Blade.

Variedad de escenarios, de mecánicas, de enemigos… Y de sonido.

En perfecto castellano

Para empezar, se ha localizado el juego al castellano con voces perfectamente dobladas, para que no perdamos detalle. Algo ya habitual en los exclusivos de Sony pero que nunca dejaremos de agradecer. La música acompaña siempre en el juego, llegando a ser cargante y ofreciendo dos interesantes opciones: que podamos cambiar la canción a escuchar en los campamentos, mediante un tocadiscos al uso… y la otra opción, que podamos, evidentemente, silenciar la música. Por desgracia si hacemos esto nos ahorramos la sintonía interminable durante nuestro deambular… pero también dejaremos de escuchar las cañeras canciones que acompañan los combates más potentes.

El resto de efectos sonoros están a la altura de un triple A, desde los ruidos metálicos que salen del mando cuando haces un parry hasta los disparos o explosiones varios.

Conclusiones

Un juego de acción que no te deja indiferente. Recoge la esencia de varios RPG, los fusiona con unos combates mezcla soulslike y hack and slash y le da un aspecto visual de infarto. Una mezcla ganadora si se hace bien, y Shift Up lo consigue.

Argumentalmente también barre con muchos tópicos actuales en esto de la ciencia-ficción, con temas como la IA descontrolada o la civilización que surge tras un apocalipsis. Y pese a tener tantas referencias y beber de tantas obras anteriores Stellar Blade crea su identidad propia, algo tan difícil como raro.

Pero si lo que un jugador busca, en definitiva, es diversión e impacto, en este título lo tiene a capazos. Horas y horas de acción y muchos secretos que descubrir porque, ojo, el juego está pensado para darle una segunda vuelta… o una tercera si quieres ver todos sus finales.

Posiblemente, querrás hacerlo.