Crítica: «Star Wars. La Ciudadela de los Gritos», vampiros espaciales.

El universo comiquero de Star Wars se suma a los grandes eventos que cruzan colecciones, tal como hacen en Marvel, DC o Valiant desde hace años… ya lo vimos con la serie de Darth Vader y ahora le toca el turno a Doctora Aphra, cuyos números 6, 7 y 8 su unen al 30, 31 y 32 de la serie Star Wars para forma una aventura común llamada La Ciudadela de los Gritos. Planeta Cómic publica dicha aventura en las grapas de la colección Star Wars, cuyos números incluyen los correspondientes de la serie Doctora Aphra, para ofrecernos una experiencia de lectura continuada. Durante esos números (30, 31 y 32) el número de páginas se duplica y se incrementa un poco el precio de portada.

En La Ciudadela de los Gritos un joven y confuso Luke Skywalker conoce a la sibilina Doctora Aphra. Él quiere recibir entrenamiento Jedi, pero no encuentra quién le pueda enseñar. Aphra sabe de un lugar donde se encuentra un curioso cristal que aloja la mente y las enseñanzas de un sabio Jedi… así que le ofrece un trato a Luke: si le acompaña a aquel lugar para impresionar a la reina que vive allí, le regalará el preciado cristal. Pero el lugar es Ktath’Atn y esconde terribles secretos… su reina organiza esas reuniones anuales para recibir a la gente más poderosa de la galaxia, pero no es más que una trampa para alimentar su voracidad. Luke, Aphra y los secuaces de esta se verán atrapados en un planeta terrorífico que no pretende dejarles escapar con vida, así que el grupo de Aphra y los amigos de Luke, que van en su rescate, deben combinar sus habilidades para poder escapar.

Lo que se nos cuenta en esta aventura es un entretenido episodio con tintes de terror al principio y con claras referencias a otras sagas galácticas y es, además, una excusa para ir incorporando a personajes tan interesantes como Aphra y sus compinches (impagables los droides) y la terrorífica cultura parasitaria de Ktath’Atn. El guión sufre algún vaivén destacable, pues en el primer tercio de la historia el clima de «historia de terror» le sienta de maravilla a la saga… pero la aventura no vuelve a levantar vuelo hasta llegar a su final, cuando las poderosas personalidades de los secundarios se apoderan de la historia y consiguen enderezar este atípico episodio difícil de encajar en la saga. Confirmamos pues a la doctora Aphra, a BT-1, a Krrsantan y a Triple 0 como unos de los mayores y mejores descubrimientos que le han aportado a la saga los cómics de Star Wars desde que volvieron a estar publicados por Marvel.

Los guiones corren a cargo de Jason Aaron y Kieron Gillen y no dejan de ser discretos, correctos, sin nada especial a destacar más que el riesgo de afrontar esta aventura singular. La coordinación entre ambos escritores es perfecta y no hay el más leve asomo de contradicción, ni si quiera en los personajes nuevos, que están tratados (están escritos) como por una sola mente. No sucede lo mismo con el dibujo. Salvador Larroca (que dibuja los episodios de Star Wars) ni Andrea Boccardo (que dibuja los de Doctora Aphra) están a un nivel mucho más que aceptable, pero la diferencia de estilos es evidente y, el dinamismo que ganan los episodios dibujados por Boccardo, se pierden en los dibujados por Larroca en favor de un dibujo más preciosista y más cuidado en la realización de los personajes. Lo uno por lo otro, lo dicho, ambos dibujantes son magníficos, pero el cambio tan exagerado de estilos no sienta bien a la cohesión de la aventura.

Poco más que decir de estas tres grapas que ofrecen una trepidante y emocionante historia llena de personajes nuevos y clásicos enfrentados a seres que reinventan el mito del vampiro. No es trascendental en la saga, pero sí muy divertida.

• Star Wars núm. 30, 31 y 32. Planeta Cómic.
• edición original. Star Wars 30, 31 y 32. Doctora Aphra 6,7 y 8. Marvel Comics.
• grapa. 32 pp. color. 3’50 c/u