Crítica: «Secret Wars 9», nuevo comienzo con viejos conceptos.

Por fin. Toca comentar el desenlace de las modernas Secret Wars tras nueve interminables meses de contemplar como infinidad de versiones de todos los héroes, villanos y personajes Marvel campaban a sus anchas en el Mundo de Batalla. Jonathan Hickman se despide con un número final que no sorprenderá a nadie más que por algunos concretos detalles.

Para empezar, el combate final entre el Dios Muerte y un Pantera Negra adaptado para estar a la altura no es tan épico como cabría esperar y, el resto de participantes en la contienda, se limitan casi a ejercer de testigos. Al menos se han aplicado y han tenido el cuidado de cerrar todas las subtramas abiertas, algo realmente complicado dado el gran número de estas que se iban acumulando.

Lo que contemplamos en este último número es el cierre del anterior Universo. Esta vez Marvel sí ha optado por reiniciar a (casi) todos sus personajes y series. Ese casi no se aplica a los que tenían éxito como Estela Plateada, Thor… pero sirve para refrescar ideas y reordenar un poco el sinsentido en el que había caído. Algunos de los personajes más importantes sí han cambiado tras estas Secret Wars y se adaptan al nuevo Universo que deja de llamarse Tierra 616 para ser la Tierra Primordial... pero me estoy adelantando.

En realidad, de este número 9 se puede contar poco. Termina el reinado de Muerte cuando se revelan sus súbditos, ahora conscientes de que todo este Universo es una farsa y, como no podía ser de otra manera, los 4 Fantásticos, los héroes que originaron la Era Marvel, son los encargados de ponerle punto y final… O punto y seguido. Porque también nos presentan aquí que el nuevo Mundo tiene una puerta trasera, como una salvaguarda que permitiría volver a lo anterior en caso de que esto no funcione.

Si quitamos todas las capas de maquillaje nos quedamos con una maniobra empresarial de saneo... las series que funcionan, permanecen… Los héroes clásicos, se reinventan… Los que tienen a la vista una película, obtienen protagonismo… Una opción legítima desde el punto de vista económico, pero torticera para todos los fans que llevan años siguiendo sus series favoritas y que comprueban como el devenir de sus admirados personajes está supeditado al éxito (cinematográfico en mayor medida) que puedan o no obtener.

Como final de serie no ha conseguido impactarme, pues sucede justo lo que se esperaba y, quitando la repercusión que les supone a los 4 Fantásticos, la sorpresa es casi nula. Los puntos álgidos a lo largo de esta serie han sido justamente esas sorpresas que Hickman ha ido dosificando y que suponían la sal de las Secret Wars. Quitando esos momentos, nos quedamos con una historia predecible y lineal, con un dibujo espectacular y personal a cargo de Esad Ribic, sobrio, correcto, intenso cuando hacía falta.

El conjunto de estos nueve números más todas las series paralelas conforman un paréntesis en el continuo del Universo Marvel. Un conjunto tan lleno de momentos intensos como de sinsentidos, quizá abundasen más estos últimos… pero supone un cambio histórico en la editorial, eso no se puede discutir, y conociendo los derroteros que algunas de las series Marvel han seguido últimamente, podemos esperar grandes cosas en el futuro cercano… Karnak, La Visión, Relatos Salvajes, etc… Pueden hacer que esta Secret Wars haya valido la pena.